Nadie sabe cuáles fueron sus últimos pensamientos antes de morir, nadie sabe del arrepentimiento ni de las ratificaciones, ni sobre el destino final de cada vida. Nadie excepto Dios. No podemos -ni quisiéramos- meternos en ese lugar sagrado de la intimidad entre el Creador y su creado en paso a la eternidad.
Otra cuestión es divinizar a todo fallecido y volverlo intocable. No es bueno que un relato falseado se cristalice en un mito porque cada personaje que la sociedad vivencia como prócer de la historia, moldea a las generaciones futuras.
Defensora de los derechos humanos, no es el título que le cabría ni por sus dichos y ni por sus obras. Acá van para el recuerdo algunos hechos objetivos que estuvieron a la vista de todos. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
¿UNA MUJER DE PAZ?
En 1983 fue recibida cordialmente por S.S. Juan Pablo II, años después dijo de él: “Nosotras deseamos que este h.d.p se queme vivo en el infierno. Es un cerdo. Un sacerdote me dijo que el cerdo se come, pero este Papa es incomible”
“¡Váyanse de nuestra plaza bolitas hijos de p…! ¡Váyanse bolivianos de m….!” fue la forma de reclamar lo que consideraba su espacio cuando un grupo de personas oriundas del país vecino reclamaban justicia, en la Plaza de Mayo, por un supuesto caso de “gatillo fácil”.
Dijo de los combatientes de Malvinas: "Todos los que participaron del conflicto bélico eran fachos y no tendría que haber vuelto ninguno".
¿SÍMBOLO DE LOS DERECHOS HUMANOS?
Para ella, los terroristas presos de ETA fueron “para el mundo un ejemplo de dignidad y de resistencia”. Veneró a dictadores como Fidel Castro y Hugo Chávez. Apoyó el descarte selectivo de niños por nacer.
"Qué pena que no estén los FAL, las armas con las que nuestros hijos quisieron hacer la Revolución. Si el museo no va a mostrar cómo fue esa organización revolucionaria, las luchas que se libraron, los hechos que se realizaron, no sirve", dijo durante la inauguración del Museo de la Memoria.
Casi 3.000 personas murieron y más de 25.000 quedaron heridas aquel 11 de septiembre de 2001, cuando se desplomaron las torres gemelas. El mundo se conmocionó, ella recordó el hecho de esta forma: "Por primera vez le pasaron la boleta a Estados Unidos. Yo estaba con mi hija en Cuba y me alegré mucho cuando escuché la noticia. No voy a ser hipócrita con este tema: no me dolió para nada el atentado".
Cuestionaba el uso de las pistolas Taser, "Ustedes vieron esta cosa de las pistolas que van a usar, que no matan. Yo, como no matan, quiero que las prueben con la hija de Macri, los hijos de la Vidal y los hijos, nietos y parientes de la Bullrich. Que los pongan ahí y que les tiren, a ver si no matan. Es la única manera que les voy a creer".
AMIGOS CERCANOS
Agustín Laje y Nicolás Márquez en su libro “Cuando el relato es una farsa” citan una entrevista de Alejandro Margulis a Nora Cortiñas, referente de la Línea Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo “Hebe es una canalla total y una hipócrita. Además de fundamentalista y mesiánica. Y engaña a la gente…”
Coincide Sergio Schoklender, su hijo putativo, en su libro “Sueños postergados. Coimas y corrupción en la patria de los desvíos” (2011) en el que la definió como “la gran mentirosa de unas mentiras necesarias” (...) un solo desaparecido es una tragedia, pero nunca fueron 30.000, eso fue un invento de ella”.
TRATAMIENTO DE ELITE
Continúa Shoklender narrando que cada vez que Hebe llegaba a Cuba “tenía coche, casa y todos los recursos que Fidel ponía a su disposición”. Mientras tanto, en su país estafó a muchos con sus “Sueños compartidos”. El juez Martínez De Giorgi avisó a sus abogados que si no se presentaba pediría su detención y lo terminó haciendo. El kirchnerismo reaccionó e impidió el ingreso de la Policía a la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo. La indagatoria finalmente se hizo en la cocina de la Fundación, tal como ella dispuso. En mayo de 2017, Bonafini fue procesada como partícipe de la defraudación por avalar el accionar de los hermanos Schoklender. La causa quedó frenada. La justicia humana nunca le llegó.
MADRES
Finalmente, Hebe Pastor de Bonafini, murió el domingo a los 93 años. Se fue uno de los personajes más nefastos de nuestra historia reciente. Venerada por sus seguidores y por la corrección política mediática. Sus discursos siempre estuvieron cargados de odio contra todo el que no compartiera sus ideas. Nunca reconoció los horrores generados por la llamada “juventud maravillosa” que asoló a nuestro país matando, poniendo bombas y secuestrando a civiles y uniformados, durante los años setenta. Más precisamente, confirmó este proceder. En “Historia de las Madres de Plaza de Mayo” editada por la Asociación del mismo nombre, reconoció el verdadero sentido de la organización: “…las Madres empezamos a levantar las banderas de nuestros hijos (...) ya no solo denunciamos las atrocidades de que fueron víctimas: ahora traemos a la memoria el sentido tan claro de su lucha, (...) Las Madres levantamos los ideales revolucionarios de nuestros hijos”.
Este año fallecieron la madre del capitán Giachino y la madre del soldado Cao, sin embargo, para los medios parece que ella secuestró el nombre de “Las Madres”.
Todo termina. Después de tanto odio. Ojalá que ahora encuentre la paz.
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