El papa Francisco envió una carta por la muerte de Bonafini

El papa le envió una carta a Madres de Plaza de Mayo tras la muerte de su histórica presidenta, Hebe de Bonafini. Francisco y la militante por los derechos humanos construyeron una relación amistosa recién en la última década, tras la llegada del argentino al Vaticano. Antes, Bonafini era una asidua crítica del entonces cardenal Jorge Bergoglio.

En la carta difundida hoy por la cuenta de Twitter “Prensa Madres” y fechada el 20 de noviembre en la Santa Sede, el Pontífice resaltó la valentía y el coraje de Hebe. “En momentos donde imperaba el silencio impulsó y después mantuvo viva la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia”.

“Una búsqueda que la llevó semanalmente a marchar para que el olvido no se apoderase de las calles y de la historia y, el compromiso con el otro, fuera la mejor palabra y antídoto contra las autoridades que se padecieron”, suscribió, “fraternalmente”, Francisco.

Bonafini murió ayer a los 93 años luego de estar internada. La triste noticia fue comunicada por la vicepresidenta Cristina Kirchner. El gobierno argentino decretó tres días de duelo mientras se definen detalles de cómo será su despedida pública.

 

 


La carta completa

Queridas Madres,

En este momento de dolor por la muerte de Hebe de Bonafini, madre de la plaza, quiero estar cerca de Ustedes y de todas las personas que lloran su partida. Supo transformar su vida, como Ustedes, marcada por el dolor de sus hijos e hijas desaparecidos en una búsqueda incansable por la defensa de los derechos de los más marginados e invisibilizados. Recuerdo, en el encuentro que tuvimos en el Vaticano, la pasión que me transmitía por querer darle voz a quienes no la tenían.

Su valentía y coraje, en momentos donde imperaba el silencio impulsó y después mantuvo viva la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia. Una búsqueda que la llevó semanalmente a marchar para que el olvido no se apoderase de las calles y de la historia y, el compromiso con el otro, fuera de la mejor palabra y antídoto contra las atrocidades que se padecieron.

En esta, su última marcha, la acompañamos con la oración pidiéndole al Señor que le regale el descanso eterno y no permita que se pierda todo el bien realizado; y, a Ustedes, las conforte y acompañe para seguir siendo las Madres de la Memoria.

Rezo por Ustedes; por favor, no se olviden de rezar por mí. Que Jesús la bendiga y la Virgen Santa las cuide.

Fraternalmente,

Francisco