El estudio Mariani, Pérez Maraviglia y Cañadas cumple cincuenta años liderando los proyectos arquitectónicos más icónicos

La transformación de Mar del Plata

Desde 1968 dos arquitectos comenzarían un estudio emblemático que ha dejado su huella en la vida de los argentinos. Hoy se han sumado nuevos miembros, pero su excelencia y visión han conquistado países como España.

El ADN de un estudio de arquitectura que cumplió 50 años y cuyas obras pueden verse en múltiples rincones de la Ciudad Mar del Plata, entre otros destinos, fue uno de los disparadores que hicieron surgir el libro ‘‘Cinco décadas transformando Mar del Plata’’ que la editorial Bisman Ediciones acaba de sacar a la luz.

Con casi 500 páginas dedicadas exclusivamente al estudio de arquitectos Mariani, Pérez Maraviglia y Cañadas, la obra transmite la pasión y vocación con que desde 1968 el destacado grupo de profesionales, encabezado inicialmente por Carlos Mariani y María Haydée Pérez Maraviglia, ha transformado espacios marplatenses, porteños, santafesinos y ha trascendido fronteras.

Fuera la sede del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires, la Torre La Prensa en la Ciudad de Buenos Aires, como un barrio privado o, incluso, un parque de entretenimientos, como es el caso de Aquarium, el estudio de arquitectos ha sabido enfrentar los desafíos planteados destacándose por su visión y filosofía.

Así, el pasado viernes en la sede de la Sociedad Central de Arquitectos, María Haydée Pérez Maraviglia, Jerónimo Mariani y Oscar Cañadas disertaron sobre las responsabilidades de transformar esta urbe costera bonaerense emblemática, pero también destacando el impulso de Carlos Mariani, quien apostó por su ciudad natal y generó una transformación arquitectónica de excelencia que impactó en la vida de los marplatenses.

Junto a los editores Pablo Engelman y Juan Ignacio Ruffa, los tres principales arquitectos del estudio compartieron con el público asistente anécdotas, recuerdos y su filosofía tras 50 años de vida.

‘‘Ellos cuentan con el ADN marplatense que pueden trabajar en cualquier lugar del mundo, pero se descubre esa arquitectura que tiene cosas especiales, esos espacios amplios de los hall de un hotel, de su circulación y ese sentir que el mar está cerca’’, destacó Pablo Engelman, editor general del libro publicado, que junto a diseñadores y correctores trabajaron por casi tres años realizando entrevistas, investigando entre documentos y planos y recorriendo las obras más destacadas del estudio para poder plasmar la visión conceptual por la que han obtenido múltiples premios internacionales.

La presentación continuó con unas palabras de la arquitecta María Haydée Pérez Maraviglia que respondió sobre qué sentía llevar adelante 50 años de arquitectura hecha en Argentina. ‘‘Primero cumplir cinco décadas de trabajo, habiendo tenido casi 40 años de trabajo con Carlos Mariani junto a quien fuimos dos apasionados por la arquitectura, ha sido para nosotros una forma de vivir que han sufrido los hijos, pero entendieron que era también la satisfacción y la forma de vida que teníamos. Nosotros vivimos la arquitectura y la casa como una unidad, aunque tratamos de no hablar de temas laborales, pero la vida seguía. La arquitectura fue nuestra pasión y la celebramos con emoción y alegría tratando de estar siempre muy informados’’, destacó la socia honoraria que confesó ‘‘sigo con la misma pasión de siempre’’ por la profesión.

En la década del 70 ‘‘Mar del Plata había llegado a tener la Universidad, que recién se fundaba. Entonces eso cambiaba la forma de vida de la ciudad y empezaba tener un nivel cultural y de intereses que excedía a ese destino de invierno que vivía con tranquilidad todo el año hasta el verano. Empezamos a pensar qué se podía hacer allí y surgieron hoteles de convenciones que pudieron funcionar todo el año’’ y darles a los visitantes lugares de distracción y recreación.

También destacó los viajes, que realizaba junto a su socio y esposo Carlos Mariani, que les permitían ‘‘ver qué había en aquellos lugares ya llevar a Mar del Plata. No era transpolar cambiar para si no ver qué necesitaba nuestra ciudad y como podíamos realizar las nuevas opciones’’.

Luego le tocó el turno a su hijo y socio, Jerónimo Mariani, quien se ha destacado por su innovadora visión en el uso de materiales y de generar nuevos puntos de encuentro para los visitantes. Consultado sobre cómo fueron trabajando las distintas etapas en que los materiales y las tecnologías y las formas en ese proceso de innovación, Mariani destacó que "nosotros reconocemos etapas con variaciones o miradas contemporáneas de cada momento dentro de estos 50 años. Sobre todo, en la que con Oscar no participamos, había una mirada muy moderna’’, resaltó el arquitecto.

Luego destacó que ‘‘había un lenguaje que tenía que ver con morfologías, con lo ambiental y con las cuestiones de preservar las estructuras de los problemas de las décadas anteriores, que tenía que ver con la corrosión’’.

En otro punto de su charla destacó que “me parece que nosotros tenemos como unos mantras en el estudio y uno es que hacer arquitectura es hacer ciudad. Es una obviedad pero que es muy importante y no lo perdemos de vista ante las decisiones de enfrentar un proyecto nuevo.

Hacer ciudad no solamente sería generar el objeto, o una pequeña parte que todos vamos poniendo, si no tratar de que esa parte sea como un objeto cultural. Entonces, si pensamos en que cada una de esas partes es un embellecimiento como lo podemos entender con una escultura, en obras claramente culturales, si tomamos la ciudad con ese compromiso es muy entretenido, muy valioso desde el punto de vista satisfactorio, incluso estar participando en la construcción colectiva de ese tipo’’.

Finalmente, Oscar Cañadas respondió sobre las responsabilidades que trae sentarse a proyectar una ciudad y en un estudio en donde una mira el espejo retrovisor con 50 años de producción arquitectónica. ‘‘Cuando uno empieza a trabajar en un estudio con semejante historia y este acervo cultural y de este hacer de la arquitectura, con lo que es la responsabilidad de responder a una sociedad ante la situación de concretar esos significados existenciales, es como uno al principio de este tránsito de empezar a trabajar recibiendo la transferencia de conocimientos que son necesarias y tienen que ver con la palabra cultura’’, resaltó Cañadas que también recordó la personalidad de Carlos Mariani como un importante motor que delineaba el vínculo entre los profesional y lo artesano.

FOTOS: GUSTAVO CARABAJAL