Los Pipis, la poesía y la verdad

Su cuarta obra como compañía artística es un biodrama muy movilizante.


'El mecanismo de Alaska'. Dirección: Los Pipis Teatro. Dramaturgia: Federico Lehmann. Música original y en vivo: Stevie Marinaro. Vestuario: Uriel Cistaro. Luces: Miguel Coronel. Realización escenográfica: Pol Ajenjo, Guni Otero, Mariano Pugliarello. Asistencia de dirección: Paula Sanabria, Federico Pezet. Actores: F. Lehmann, Matías Milanese, Camila Marino Alfonsín. En el teatro Timbre 4.


 

Al entrar se ve fiesta, hiperactividad, en medio de la sala de Timbre 4. El público ingresa y en muchos casos se queda bailando con los artistas. Todo es frenético, súper ágil y muy divertido. Así, con esos adjetivos, podría definirse `El mecanismo de Alaska'. Pero sería poco para describir la propuesta, ya que el material también resulta profundo, con momentos muy emotivos, y expone una toma de posición importante sobre el arte y la creación artística.

Se trata del más reciente espectáculo de Los Pipis Teatro, una compañía integrada por Matías Milanese y Federico Lehmann, una joven pareja que viene pisando fuerte en la escena independiente en los últimos años. No es tan común que una pareja, de cualquier tipo, conforme un proyecto creativo exitoso. Y Los Pipis lo vienen logrando: fueron ganadores del concurso de óperas primas del Centro Cultural Rojas en 2017, participaron en el Festival Internacional de Buenos Aires 2022 y actualmente se encuentran realizando una residencia artística en el Cultural San Martín.

'El mecanismo de Alaska', su cuarta obra, resultó ganadora del premio del Complejo Teatral de Buenos Aires y el Banco Ciudad 2021, y es la primera vez que los encuentra a ambos como intérpretes. El foco, esta vez, al mejor estilo biodrama, está puesto en la historia de amor que da origen a la compañía.

 

CIENCIA FICCION

Después, se recurre al lenguaje de la ciencia ficción para hablar sobre el futuro, pero lo más fuerte, lo movilizante, es ver a esos dos jóvenes que se aman y lo cuentan con un grado de poesía y verdad pocas veces visto.

Lehmann, quien escribió la dramaturgia, recuerda en la obra el momento del encuentro, de la conformación de la pareja, del mutuo amor por el teatro -se conocieron cursando en la Universidad de las Artes-, y describe el acto de adopción de Alaska, la gata que da nombre a la pieza -interpretada por Camila Marino Alfonsín-. En cada intervención se observa un impresionante despliegue rítmico y corporal por parte de los intérpretes.

La obra contiene otro momento power cuando Milanese rememora los hitos de la lucha por los derechos LGBT+: las persecuciones, las primeras marchas del orgullo y el matrimonio igualitario están en ese monólogo que sirve de repaso y de regocijo por un presente (mucho) más promisorio.

'El mecanismo de Alaska' es, por fin, una obra para todo público y para todas las edades -la platea, repleta, se nutre de adolescentes, muchos jóvenes y hasta jubilados- y no está reservada a ninguna orientación sexual. Los unánimes aplausos, risas y lágrimas que se ven cuando termina -dura una hora y media- así lo demuestran.

Calificación: Muy buena