¿Quién puede hoy imaginar dónde tendrá lugar mañana otra nueva batalla de Covadonga? ¿Dónde se iniciará una nueva reconquista que salve al cabo las esencias de la civilización nieta de aquél por la que, con el nombre de Dios en los labios, peleó el primer vencedor cristiano del Islam en Europa?, se pregunta en su libro "Orígenes de la Nación Española, El Reino de Asturias" Don Claudio Sánchez Albornoz.
Se cumplen 1.300 años de la llamada Gesta de Covadonga, con la cual se inició la reconquista de España y la expulsión de los moros de la península ibérica, proceso que se extendería por siete siglos. En el año 722, en Asturias, en un lugar cercano a Cangas de Onís, aconteció una batalla entre los Astures, pueblos de origen Celta que habitaban las montañas, y las tropas de al-Andalus, el invasor moro.
Si bien es posible que la historia se mezcle con la leyenda, podemos tomar lo que ha llegado a nuestros días como un símbolo que ha sido inspirador para muchos españoles cristianos durante la reconquista, como lo fue el Cid Campeador, Rodrigo Diaz de Vivar, en el siglo XI.
En los relatos populares que se fueron transmitiendo de generación en generación se narraba que no eran más de trescientos soldados, los que, al mando de Pelayo, esperaron al numerosísimo ejército enemigo. Los Astures estaban sentenciados a la derrota, pero mientras resistían en lo alto de una cueva, se les apareció la Virgen María y les infundió el coraje necesario para continuar la lucha y tirando piedras desde lo alto, lograron dispersar a los soldados. Finalmente, se obró el milagro, y una pared de la montaña se derrumbó, destruyó a gran parte del ejército musulmán e hizo retroceder a la tropa. Así, gracias a la persistencia de los Astures y la ayuda milagrosa de "La Santina" -como se denomina cariñosamente a la Virgen- se inició la reconquista de España.
La imagen de la Santina se encuentra en la Santa Cueva de Covadonga, en el Principado de Asturias y el 8 de septiembre es su día.
LA ARGENTINA PERDIDA
Ese pujante y admirado país que supimos ser a principios del siglo XX, está hoy en coma. Ningún observador extranjero, puede comprender cómo habiendo figurando entre las diez naciones más desarrolladas del mundo, pudimos llegar a este espantoso y vergonzoso presente. Había que hacer un colosal esfuerzo para fundirla y lo hicieron.
El problema más grave, no es el económico, sino, haber abandonado los valores que la colocaron en un sitial privilegiado en el concierto de las naciones. Es haber abandonado el objetivo del bien común y el sano sentimiento patrio.
La época del gran desarrollo argentino, se basó en que éramos un país abierto al mundo, en el que se valoraba el esfuerzo. En donde la familia era el eje central de la sociedad y los padres tenían claro que eran los responsables de la educación de sus hijos. Estudiar, trabajar y el respeto a los mayores y a sus maestros, eran indiscutibles. En base al trabajo cotidiano y al ahorro se podía progresar en la vida.
La sociedad actual parece haber perdido el rumbo. Se vive al día y la mayoría acepta casi sin chistar impensados cambios sociales, culturales y educativos. Hoy se habla de colectivos, de pequeños grupos de presión que por lo general son financiados por organismos internacionales, para imponer su agenda a toda la sociedad. Se habla de diversidades, pero no de patria. Se valoran personajes que defienden intereses de grupo y no a los que defendieron y lucharon por todos.
Dios, la familia y la Patria formaban parte indiscutible del pensamiento social. Hoy reina el relativismo y los diferentes relatos vacíos de verdad.
LA RECONQUISTA
Varias veces estuvimos rozando el precipicio, pero cada vez parece más cierto que estamos en tiempos cruciales. Desde el borde, es necesaria la reconquista. La reconquista de los valores que nos dieron origen. No hay tiempo que perder. Urge volver cuanto antes a nuestras raíces.
Necesitaremos un grupo de biempensantes -con un nuevo Don Pelayo a la cabeza- en los que predomine el sentido común, el amor a la nación y la cordura. Que tengan claro el objetivo de engrandecerla y persistan en ello, aún cuando las esperanzas sean pocas. ¿qué las amenazas son muchas y poderosas? ¿qué la lucha es desigual? Seguramente. Una ayuda desde lo alto, será imprescindible y muy bien recibida.
Dice Sánchez Albornoz "...al iniciar la resistencia de la España europea frente al Islam, inició en verdad el gran servicio de la patria hispana al alumbramiento de la patria europea. Y quiero recordar que la eclosión de lo hispano de los siglos gloriosos coincidió con la conclusión de la gran empresa iniciada en Covadonga: la cuna de España y el cimiento de nuestra temprana colaboración al nacer de Europa".
Ojalá logremos conformar ese grupo de valientes estrategas, como los que actuaron hace 1300 años, y que las preguntas iniciales tengan como respuesta: ¡Argentina en el Siglo XXI!
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