"Imaginate que yo diga: vamos a jugar al ajedrez y alguien me pregunta, ¿ok, y qué es el ajedrez?, y yo ya no sé qué decirle, y no tengo muy en claro cómo se mueven las piezas, y no tengo en claro cuál es la dinámica de los turnos, ni cómo se estructuran las reglas del juego. Mal voy a poder jugar al ajedrez si no sé qué es el ajedrez".
Con esta analogía, el politólogo Agustín Laje, se introduce en la necesidad de definir, teorizar y discurrir sobre el sentido y significado de la batalla cultural, de modo que se cubra una falta teórica que tenía a su vez consecuencias en la práctica política.
Los términos "batalla" o "guerra", pueden resultar malsonantes a los oídos acostumbrados al dulzor de la corrección política. Sin embargo, esta batalla no implica violencia, en el sentido cabal del término. La violencia, asociada etimológicamente con la violación es una fuerza a contra natura de las cosas y las personas. La batalla de la que hablamos, tiene un sentido reparador, que trata de encauzar varios de los dislates de los últimos tiempos. Una batalla que la nueva derecha integrada por conservadores, liberales y patriotas buscan librar contra la progresía globalista.
QUERIDA RESISTENCIA
Este lunes se realizó el preestreno, en el teatro del Globo, del documental "Querida resistencia", producido por Gaucho Estudio, basado en el libro "La Batalla Cultural" del citado politólogo.
Con entradas agotadas unos días antes y una notoria mayoría de público joven se colmaron las casi 500 localidades de la histórica sala de la calle Marcelo T. de Alvear. La proyección de la película, de dos horas trece minutos, fue precedida por una breve conferencia de Laje sobre la importancia de la comunicación y el arte para la batalla cultural.
La película logró plasmar y transmitir dos asuntos muy interesantes. Por un lado, el contenido conceptual del qué, el para qué y el cómo de la batalla cultural y por otro el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que implica llevarla adelante.
Estuvieron presentes en la platea el abogado y escritor Nicolás Márquez, el Diputado Nacional Javier Milei, el Diputado provincial por la provincia de Buenos Aires Nahuel Sotelo, el ex Diputado provincial Andrés Suriani, y el político Pablo de la Torre, entre otros.
Como ocurre siempre con sus libros, el autor, estuvo cerca de dos horas firmando libros y recibiendo el saludo afectuoso del público.
En dos o tres meses, la película estará disponible en YouTube.
OTRO BUEN LIBRO
Al día siguiente del preestreno de "Querida resistencia", Nicolás Márquez presentó, en Buenos Aires, su nuevo libro: "La dictadura comunista de Salvador Allende".
El evento se realizó en el Auditorio Buenos Aires de la calle Hipólito Yrigoyen al 1100. También en esta oportunidad, asistieron intelectuales, periodistas, políticos y la sala se llenó con mayoría de jóvenes que comprendieron que, pese a referirse a un personaje que presidió otro país hace cincuenta años, su conocimiento también puede echar luz para comprender la debacle que fue desarrollándose en toda la región.
El autor fue acompañado en la presentación, por los politólogos Agustín Laje y Vicente Massot, quienes elogiaron el buen trabajo de investigación realizado sobre la persona y la actuación política del comunista Salvador Allende, que gobernó Chile entre 1970 y 1973, con el beneplácito de Fidel Castro en plena guerra fría.
El autor, destacó la admiración de Allende por el sanguinario dictador Stalin, la presencia del dictador cubano durante un mes recorriendo Chile y como "la historieta izquierdista ha convertido con el paso de los años a Salvador Allende en una celebridad del buenismo transnacional, un bonachón socialista cuyos caritativos propósitos fueron interrumpidos por los insensibles fascistas".
Comentó, también, la buena recepción que tuvo la semana pasada en su visita al país trasandino, en donde tuvieron que lanzar una segunda edición.
LA RESISTENCIA
Ambas jornadas fueron expresión del crecimiento de una nueva derecha que va tomando impulso, revelándose a las imposiciones de la progresía y nos recuerdan que en cada puesto, en cada lugar donde la vida los encuentra, están los que resisten: los padres que resisten contra el adoctrinamiento de sus hijos en las escuelas, los médicos que resisten a que se les impongan una cultura de la muerte, los hombres y mujeres de bien que tratan de ganarse dignamente la vida pese a la tentación constante de bajar los brazos, los escritores a los que no les tiembla el pulso para decir verdades necesarias. Todos ellos dando una batalla que es cultural y al mismo tiempo, también económica, política, moral y espiritual.
Mientras tanto, la lucha contra una transformación que insiste en degradarnos, continúa. ¿Alguien puede poner en duda que es cierto que la transformación no para?
Muchos ya se dieron cuenta que es necesario formarse para enfrentar con eficacia los desafíos que plantea la Agenda 2030.
No sabemos cuándo terminará esta batalla, pero si sabemos cómo. Al final, el Bien triunfará.
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