La USAL distinguió a un colaborador de La Prensa

El doctor Miguel Angel De Marco, ex presidente en tres períodos de la Academia Nacional de la Historia, a la que ingresó hace medio siglo como académico correspondiente y colaborador de nuestro diario fue distinguido por la Universidad del Salvador con el doctorado honoris causa.­

La ceremonia fue presidida por el rector de Dr. Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga a la que concurrieron los vicerrectores y decanos de esa casa de estudios, el presidente de la Academia Nacional de la Historia doctor Natalio Botana, miembros de esa corporación, del Instituto Nacional Browniano que preside lo mismo que de la Academia Browniana y de la Academia Argentina de Letras, los presidentes de los Institutos Nacionales Belgraniano y Sanmartiniano, Lic. Manuel Belgrano y Prof. Eduardo García Caffi, además de la familia del doctor De Marco, su esposa María Fernanda Sinde y sus hijos Carolina y Mariano.­

La Dra. Adela María Salas pronunció el elogio del doctor De Marco, conociendo su afición por la náutica lo hizo en términos navales y destacó su trayectoria, que comenzó cuando era muy joven en su Rosario natal.­

A la hora de dar su clase magistral el doctor De Marco, agradeció a las autoridades de la Universidad, recordó sus comienzos merced a un profesor de historia mientras cursaba la escuela normal en Rosario, y el tiempo que desde entonces le fue quitando a otras tareas para entrar en el fascinante mundo de la investigación y evocó al padre Furlong y a otros historiadores.­

Su pertenencia a la Academia Nacional de la Historia y a otras instituciones, su vida como periodista, y la gran cantidad de investigaciones realizadas, recordó sus viajes en la fragata Libertad, su vida como periodista desde aspirante a jefe de editoriales de `La Capital' de Rosario. De Marco se colocó sobre la toga el collar de la Academia Portuguesa de la Historia como un sentido homenaje a esa pertenencia institucional ya que la entidad fundada en 1720 por don Juan V. Después de comparar las formas de investigación, las primeras computadoras y los adelnatos actuales, sentó imaginariamente frente a su ordenador al gran historiador español Mariano Lafuente, cuyo retrato lo había impresionado, junto a Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, para un diálogo de distintas generaciones, buscando desentrañar la verdad.­

Después de entregarle los atributos el rector lo invitó a ocupar el sitial con los doctores de la Casa. Finalmente el doctor Salvadores de Arzuaga destacó la labor de De Marco, doctorado en esa casa en 1996, docente, profesor honorario y le dio la bienvenida a un sitio que expresó "de alguna manera hace años es suyo"