Brillaron en la apertura del festival que programó la pianista en el Colón

Argerich-Dutoit: la excelencia


Apertura del Festival Martha Argerich. Programa integrado por el Concierto para para piano y orquesta en Sol mayor M.83, de Maurice Ravel, y la Sinfonía Fantástica, op.14, de Héctor Berlioz. Dirección: Charles Dutoit. Solista: Martha Argerich (piano). Con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. El viernes 12 en el teatro Colón.

 

 

­Nuevamente la presencia de nuestra gran pianista Martha Argerich (81) fue un tema determinante del atractivo momento que está pasando la temporada en trascurso, máxime si se agrega que la dirección de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires estuvo en manos del celebrado director suizo, nacido en Lausana hace ochenta y seis años y exmarido de la pianista, Charles Dutoit, de larga y prestigiosa trayectoria en el género.

Por ello, ante una sala muy colmada, la entrada de la intérprete fue ampliamente ovacionada, lo mismo que el retorno tras muchos años del maestro Dutoit. Ella pasó rápidamente al piano y comenzaron el notable concierto para piano y orquesta de Maurice Ravel, escrito en la tonalidad de Sol mayor, una pieza que en sus veintidós minutos volvió a mostrar la admirable técnica de la pianista compatriota.

Exponiendo en sus tres tiempos, desde el Allegramente y Adagio assai estados emocionales del compositor y acabado virtuosísimamente en el último (Presto), cuando la digitación admirable de la pianista dejó el saldo de una versión impecable, más aún considerando la dirección de Dutoit desde el podio con sus marcaciones y entradas y el énfasis puesto en el lucimiento de la orquesta también.

Los aplausos reinaron al finalizar y un asistente del teatro trajo una segunda butaca. Y fue para que volviera Martha Argerich con uno de sus nietos, de trece años, vistiendo una camiseta deportiva, para sentarse junto a ella al piano y entregar como encore la primera de las cinco piezas de 'Mi madre la oca' ('Ma mere l'oye' en la versión original a cuatro manos que hizo Ravel en 1908, luego orquestada). Fue gratificante y simpático el hecho y el público adhirió con su largo aplauso, pero no hubo más agregados.

 

FANTASTICA

Ya entrados en la segunda parte de este programa estreno del Festival Argerich, el afamado Dutoit encaró la admirable Sinfonía Fantástica, op. 14, de Héctor Berlioz, una obra grande del sinfonismo, que duró en su versión cincuenta y dos minutos, y que constituye en su propuesta poemática un referente fundamental. Escrita a los veintisiete años, transcurre desde ensueños y pasiones a modo de una narrativa personal, a escenas de baile, otra campestre (adagio), la marcha al suplicio, hasta concluir con el 'Sueño de una noche de Sabbat' (larghetto-allegro), demostrando en su marcación, precisa, y gestualidad, las dotes del gran director y mostrando una Filarmónica impecable, ejemplar en sus entradas, y en su respuesta a la batuta en toda la estructura del orgánico.

Un inicio entonces de primer nivel para un festival que se prolonga durante varios días volviendo a manifestar la capacidad de la intérprete no solamente en la interpretación sino en la experimentada programación para armar jornadas, como lo ha hecho en otros años en el Colón, con niveles siempre positivos. Esta sesión inaugural así lo refrenda.

Calificación: Excelente