Las relaciones laborales bajo la lupa

Desde esta noche, Laurita Fernández, junto a Benjamín Vicuña, protagoniza una nueva versión de 'El método Grönholm'. Rafael Ferro y Julián Cabrera completan el elenco que dirige Ciro Zorzoli.

Hace poco más de diez años, Laurita Fernández asomaba en la pista de `ShowMatch' como la soñadora de Matías Alé. Por esos días nada hacía pensar que el nombre de esa veinteañera que sorprendía a todos con sus pasos, una década más tarde encabezaría el cartel de algunas de las apuestas más importantes de la calle Corrientes. Primero llamó la atención cuando la eligieron para reemplazar a Griselda Siciliani en 'Sugar', más tarde protagonizó 'Departamento de soltero' y ahora llega al Paseo La Plaza con 'El método Grönholm', junto a Benjamín Vicuña, Rafael Ferro y Julián Cabrera, bajo la dirección de Ciro Zorzoli.­

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QUIEN ES QUIEN­

En la obra escrita por el catalán Jordi Galceran cuatro candidatos a un alto puesto ejecutivo de una multinacional tecnológica se enfrentan en la entrevista final. Pero aquí no hay ni entrevistador ni entrevistadora sino que deberán descubrir realmente quién es quién.­

"Es una comedia muy inteligente, que tiene un humor desde la controversia. Es algo con lo que creo que todos en algún punto se van a identificar, o con algunos de los personajes o porque han tenido compañeros o jefes que pudieron llegar a ser así. Creo que el pacto entre los que la vengan a ver y los que todavía no la vieron es no spoilear el final', dice Fernández ante La Prensa

"Lo divertido de toda la comedia es tratar de analizar quién es el verdadero, quién es el falso, quién tiene razón y quién no, y el final tiene una vuelta de tuerca distinta a la versión anterior que se hizo acá porque el autor de la obra ha escrito un nuevo final y ese es el que vamos a incorporar a la nueva versión'', anticipa la conductora de 'Bienvenidos a bordo' (El Trece).­

-¿Cómo es su personaje en la obra?­

-Se llama Mercedes. Es una mujer muy inteligente, que sabe que es mujer en un mundo y en un ambiente en el que por lo general todos son hombres y que, quiera o no, tiene que demostrar el doble de capacidad y talento para que la tengan en cuenta y para poder llegar a tener ese puesto tan preciado por todos. Tiene una personalidad muy fuerte y no se asombra por ser la única mujer en un grupo de candidatos a un puesto jerárquico.­

-¿En algún punto se identifica con ella?­

-Es algo muy distinto a lo que vine haciendo y Mercedes tiene un temple muy diferente al que tengo yo. Es por eso que también decidí encarar este proyecto y ser parte, porque me divertía hacer un personaje distinto al que venía haciendo y muy diferente a mí. Desde ese lugar creo que no nos parecemos. Sí puedo pensar que me parezco en que es una mina muy estudiosa, trabajadora, con mucha fortaleza. En ese punto sí, pero justamente lo que me atrajo del rol es que es muy diferente a mí y a lo que venía haciendo.­

-A lo largo de su carrera, ¿alguna vez sintió que tenía que demostrar el doble?­

-Quizás por venir del palo del baile, sí. En ese sentido había algo de que si sos bailarina no podés hacer nada más que bailar. Tal vez en mi caso, si me pongo a pensar, hoy en el canal no son tantas las conductoras mujeres y tengo el privilegio de ser una de ellas y la verdad es que lo recontra agradezco, pero no creo que tenga que ver con algo de género sino que es algo del momento. En mi rubro no lo siento tanto, aunque sí quizás en una empresa o en puestos políticos se nota un poco más. Creo que todo tiene que ver con la meritocracia. Soy muy partidaria de que, más allá del género con el que te identifiques, el puesto lo tiene que tener quien se lo merece y no que por ser mujer me den un lugar o al revés.­

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PONERSE A PRUEBA­

-La obra muestra lo que las personas son capaces de hacer por un puesto de trabajo. ¿Le pasó de sentirse en esa competencia alguna vez?­

-Me pasó de ir a muchos castings y, quieras o no, está esa competencia implícita en la que le deseás lo mejor al otro pero en realidad querés quedar vos. No me pasó de hacer nada para provocarle un mal a otro, ni que me hayan hecho algo para dañarme, siempre me mantuve en lo que yo tenía que hacer y tratar de quedar conforme con lo que me tocaba hacer a mí, pero sí obvio he visto y conocido muchas historias de tratar de boicotear al otro para conseguir un puesto.­

-¿Cómo es trabajar bajo la dirección de Ciro Zorzoli?­

-Ya había estado a punto de trabajar con él y me había quedado con muchísimas ganas; esta vez por suerte se dio. Así que creo que se generó una química de equipo que está buenísima y un laburo que vino de parte del director, muy interesante. Nos hizo jugar mucho, improvisar un montón, era como medio un método Grönholm el proceso de ensayos porque de pronto nos ponía consignas extrañas o nos hacía preparar cosas que no entendíamos y nos ponía en el mismo lugar en el que están los personajes en la obra. Entonces fue algo distinto y muy rico. Nos ayudó mucho a entrar en clima, en esa especie de 'Gran hermano' laboral que es un poco la obra.­

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REEMPLAZO­

-Yendo a la tele, ¿cómo está viviendo la experiencia de 'Bienvenidos a bordo'?­

-Muy bien. Televisión y entretenimiento es lo que más me gusta hacer. Así que conducir un programa que ve la familia, que vengan a jugar y que mucha gente se anote para divertirse es genial. Además, trasciende el premio porque la verdad es que sí entregamos premios, pero es más grato la experiencia de venir y pasarla bien, y eso a mí me llena de felicidad. Me divierto mucho haciendo el programa y nos divertimos con todo el equipo. Creo que eso es lo que se transmite, que la pasamos bien de verdad. Fue algo inesperado: de pronto un día estaba en casa y llegó el llamado de Guido; todo empezó como un reemplazo de dos semanas y ya hace más de seis meses que estoy con el programa todos los días. Super contenta.­