Apasionado análisis de la ópera

Ensayos de ópera
Por Sebastiano De Filippi
Biblos. 241 páginas

Enzo Valenti Ferro se refería a la ópera como ámbito de "pasión y encuentros". Y esta es la sensación que nos deja la lectura del nuevo libro de Sebastiano De Filippi. Director de orquesta, musicólogo, docente, ensayista, y además de ello dueño de un sólido bagaje cultural, el autor transita en Ensayos de ópera. De la música a la musicología por ocho títulos melodramáticos de diferentes autores y distintas épocas, que analiza con una seriedad, un detallismo y una profundidad de real excelencia.

Con presentación y prólogo de José Cura y Stefano Poda, respectivamente, la obra incursiona inicialmente por Celos aún del aire matan (1660), de Juan Hidalgo, y concluye con Europera5 (1991), de John Cage. Y en su ardoroso recorrido por "más de tres siglos de ópera", sus atrayentes ensayos se introducen en La Flauta Mágica (1791) y El Barbero de Sevilla (1816), La Traviata (1853) y Parsifal (1882), así como también Tosca (1900) y Asesinato en la catedral (1958), de Ildebrando Pizzetti.

Destacan en este contexto los escrutinios musicales sobre la dualidad de Mozart (católico y masón), el papel de Tullio Serafin como símbolo poco menos que exclusivo de la tradición interpretativa italiana (especialmente desde la aparición del disco), cánones trasladados al continente americano a través de su influyente paso por el Colón. Es también relevante y muy ilustrativo el examen exhaustivo de las convenciones en el marco del mismo repertorio, centrado en la edición grabada de La Traviata de Toscanini. Es que "sin perjuicio de los arbitrios agógicos, dinámicos y de articulación", que son propios de cualquier director, los transportes y modificación de tiempos, notas, gradaciones respecto de las partituras originales como consecuencia de versiones aceptadas que se fueron consolidando con los años, ha llevado en la última época a la aparición de las denominadas "ediciones críticas", depuradas, en las que se retorna a la concepción original de cada ópera.

Todo lo relativo a la recepción de la obra de Wagner en la Argentina, con foco en su última creación, es también objeto de una interesantísima revisión histórico-analítica; Tosca, con especial hincapié en el enfoque de Juan Emilio Martini, es definida como "ópera cinematográfica"; y en cuanto a Cage, sus notaciones y silencios, el texto lo relaciona con Daisetz Suzuki y el budismo zen.

Con abundantes y ricas citas bibliográficas, salpicado con irónicas acotaciones de Thomas Beecham, y amplio y preciso vocabulario, el trabajo de De Filippi entraña un significativo aporte al acervo musicológico nacional, con proyecciones, incluso, que exceden desde ya nuestras fronteras.