El director Scott Derrickson logra estremecer en su vuelta al género de terror
Una voz (amiga) en el teléfono
La última película de Scott Derrickson ('Siniestro', 'El exorcismo de Emily Rose') se basa en un cuento de Joe Hill sobre una serie de desapariciones de adolescentes ocurrida en Denver a finales de los años '70. El filme es una lograda adaptación cinematográfica, muy bien ejecutada y que no defrauda a los seguidores del género.
Una forgoneta negra cargada de globos del mismo color y conducida por un hombre alto disfrazado y enmascarado circula por un barrio ubicado en los suburbios de la ciudad. Aprovecha la quietud del lugar para raptar a adolescentes que nunca más aparecen.
Finney (Mason Thames) vive con su aguerrida hermana Gwen (Madeleine McGraw) y el padre de ambos, un veterano de guerra trastornado y violento (Jeremy Davies). La mirada adolescente atraviesa la historia pues la misma es contada a través de los ojos de Finney, quien es secuestrado por el temible payaso luego de que varios compañeros suyos desaparecieran antes que él. Allí la trama comienza a ponerse cada vez más densa y oscura, y con elementos narrativos que recurren a lo fantástico Derrickson se las ingenia como director para lograr que el espectador no pueda quitar los ojos de pantalla, aun con escenas de violencia física extrema que son retratadas con una innecesaria precisión.
INFLUENCIAS
'El teléfono negro' tiene influencias de películas como 'It' y 'El silencio de los inocentes' o series como 'Stranger Things'. Una trama que sostiene la carga emotiva y psicológica de cada uno de los personajes infantiles, y el hecho de que los niños unidos pueden generar una fuerza capaz de derribar al temible y aparentemente invencible malvado, se encuentran muy presente en esta producción que se ubica entre lo mejor que la productora Blumhouse llevó a la pantalla grande en los últimos tiempos.
El
En definitiva, el filme estremece y logra algunos
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