Relato de la decadencia castrista

Testigo de una revolución traicionada
Por Pedro Von Eyken
Editorial Dunken. 162 líneas

 

­Hablar o escribir sobre la Revolución cubana y Fidel Castro suele confundirse siempre con la cuestión ideológica y es utilizado para elogiar o condenar el sistema político imperante en la isla desde hace más de seis décadas. En esta investigación el autor busca, más allá de la ideología, volcar su experiencia personal en Cuba, el contacto directo con sus habitantes y sus costumbres para reflejar y fundamentar lo que considera como una revolución traicionada.

Pedro Von Eyken, doctor en Ciencias Políticas, tiene una extensa trayectoria como diplomático. Ha prestado funciones en diversas áreas de la Cancillería argentina como cónsul en Hamburgo (1986-1991), como ministro plenipotenciario en las embajadas de Cuba (2006-2009) y de Finlandia (2009-2012) y como embajador en Haití (2017-2019), entre otras. 

De su paso por La Habana surgió la idea de realizar la tesis doctoral en Ciencias Políticas que defendió ante la Universidad Católica Argentina en abril del año pasado. La misma lleva por título "La Revolución cubana cincuenta años después. Impacto de los factores externos e internos en la situación económica y social de Cuba en 2009", consta de casi 450 páginas y se puede leer en la página web de la UCA.

Este libro, presentado recientemente en la Feria Internacional del Libro, es una versión reducida de aquella tesis y está dirigido a un público más amplio, sin el rigor que exige un trabajo académico. Su valor adicional, más allá de los análisis teóricos u opiniones, es el testimonio personal que brinda sustentado en su experiencia de vida en la isla. "Recorrí yo mismo Cuba de punta a punta. Visité por vía terrestre y aérea todas las provincias cubanas y la isla de la Juventud", sostiene el diplomático.

Asegura Von Eyken que durante su estadía en Cuba observó una severísima crisis económica y social que se había iniciado en 1991 y que, pese a que muchos aseguran que el derrumbe de la economía cubana a fines del siglo XX se debe a factores externos como la implosión soviética y el extenso embargo estadounidense, él se propone demostrar que los factores determinantes de aquella crisis fueron internos y originados en las decisiones tomadas por Fidel Castro durante cinco décadas. 

"Las causas externas condicionaron y facilitaron la crisis de 1991, pero no la determinaron (...) La economía cubana parecía un árbol de tronco robusto por fuera, pero carcomido por dentro, al que un viento fuerte podría tumbar. Eso sucedió en 1991 cuando la implosión soviética derribó una estructura débil y dependiente", explica.

Bajo estas premisas, la investigación establece que el pueblo cubano fue víctima de una doble traición, de ahí su título. La primera fue que Fidel Castro no cumplió las promesas de 1959 cuando hablaba de elecciones, libertad de prensa, reforma agraria y economía de mercado y en 1961 instauró un régimen comunista. Y la segunda, según Von Eyken, es que el pueblo cubano nunca logró mejorar su nivel de vida, según anunciaba el recién instaurado régimen marxista-leninista. "Salvo algunos retoques promercado que estuvieron vigentes entre 1993 y 1996, Castro nunca quiso introducir medidas de fondo y de largo plazo (...) todo empeoró en cincuenta años".

Para demostrar su tesis, el autor transmite la evidencia que fue acumulando durante los tres años que vivió en Cuba, y la va articulando como parte de un todo a partir de una amplia bibliografía que se torna necesaria para legitimar y darle un marco histórico al estudio. 

Es así que comienza con la exposición de los antecedentes que gestaron la revolución cubana, continúa con el desarrollo de la situación económica de la isla en el cincuentenario de la revolución, y finaliza con una actualización de la situación castrista y los hechos sobresalientes en Cuba desde el 2009 a la actualidad.

"Los problemas eran tangibles para cualquier observador que mantuviera contactos con cubanos", sostiene Von Eyken y ejemplifica: "las constantes faltas de productos disponibles en dólares en los supermercados, el estado deplorable de la infraestructura (vivienda y transporte), cortes continuos de energía eléctrica, salarios muy bajos que equivalían a unos 30 dólares mensuales, una corrupción rampante que atravesaba la mayor parte de los estamentos de la sociedad y una dependencia de la importación de alimentos", entre muchas otras cuestiones.

Testigo de una revolución traicionada aporta una visión equilibrada sobre el tema cubano a partir del ojo experimentado de un diplomático que supo aprovechar el contacto directo con el ciudadano de a pie y su realidad, y dejar testimonio de ello.