Las chicas también quieren irse­

­La noticia es vieja. Basta con ir a jugar a la pelota con un grupo de amigos a una canchita cualquiera de barrio, para darse cuenta de que el fútbol femenino hace rato explotó. Ya no se trata de algunas chicas mezcladas con chicos. Ahora son partidos de mujeres, entre ellas, o de hombres que suman algunas damas para completar los equipos. Y eso, claro, redunda en el crecimiento exponencial del deporte en ambos sexos. No es novedad. Lo que sigue siendo noticia es la desigualdad a la hora de ejercer el deporte de manera profesional, ya que todos los clubes que pertenecen a la AFA tienen la obligación de contar con un equipo femenino. Todo bien, pero...

Existe un dato duro que no cambia: las chicas no llegan a ganar ni el 2 por ciento de lo que puede cobrar un futbolista varón. Sin embargo, pese a la desigualdad de oportunidades para poder vivir lo más les gusta, ellas insisten y ahora apuestan a pegar un pase al exterior. "El sueldo básico equivale al contrato que percibe un jugador de la Primera C (la categoría más baja del fútbol profesional). Es decir, 37.800 pesos brutos. Pero también hay diferencias en las condiciones de trabajo: canchas, indumentaria, transportes de calidad o hasta contar con giras internacionales", explica Magui Barrenese, de Libro de Pases, la plataforma on line que les permite a jugadores y representes, conectarse virtualmente con entidades de todo el planeta y les abre una ventana hasta hace poco impensada, sobre todo para el fútbol femenino.

Al días de hoy, según la prestigiosa cuenta Futbolistas Axem, que en su cuenta de Twitter suma casi 20 mil seguidores y hace todos los años un censo minucioso en el que busca donde juegan los futbolistas argentinos en el exterior, al 7 de junio había encontrado 149 mujeres desperdigando su juego de manera profesional por todo el globo terráqueo. Eso sí, varones son 4864, según el mismo sitio especializo. Si bien aún queda mucho camino por recorrer para equipararlo con el masculino, cada vez son más las mujeres que eligen este deporte como su profesión y buscan una salida en Ezeiza.

Se calcula que en el país, el 55 por ciento de las futbolistas de Primera son profesionales. Y pese a las adversidades, las jugadoras apuestan ponen el foco en la posibilidad de triunfar en ligas del exterior. Si acá no pueden, que sea fuera entonces. La pasión no se negocia. El informe que acaba de entregar la plataforma Libro de Pases, recuerda el cruce reciente entre la primera femenina de Barcelona y Real Madrid que tuvo lugar en el Camp Nou y que vieron 91.553 espectadores en el mítico estadio y o el partido que jugaron el seleccionado Argentina femenino frente a Chile en el Estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, en el que más de 16 mil hinchas siguieron las acciones. Esa atracción del público marca el crecimiento del fútbol femenino, tanto en el país como en el resto del mundo.

Sin embargo, y pese a que la industria se fortalece y alcanza niveles de popularidad cada vez más altos, la brecha con el tradicional fútbol masculino sigue siendo abismal. Según la FIFA, sólo el 13 por ciento de los clubes femeninos a nivel mundial generan más de un millón de dólares, mientras que en Argentina, de los 21 equipos que participan en Primera, sólo 5 tienen más de 20 mujeres profesionales: Boca, River, San Lorenzo, Racing y Gimnasia se pueden jactar de contar con planteles integrados, al menos, por dos decenas de jugadoras.

Es cierto que, para lidiar con la gran diferencia que existe entre hombres y mujeres, hace tres años, la Asociación del Fútbol Argentino y Futbolistas Argentinos Agremiados decidió oficializar la profesionalización del fútbol femenino para que el deporte sea equitativo, inclusivo y diverso. La intención fue que cada niña o mujer que quiera jugarlo pueda hacerlo sin barreras. En este sentido y con un largo camino aún por recorrer, poco a poco las mujeres comenzaron a ser remuneradas por jugar, tienen obra social y atención médica.

A su vez, según el Plan Estratégico Integral de Fútbol Femenino 2021-2026, los clubes se verán obligados a contar con doce contratos profesionales como mínimo, dando la posibilidad a más mujeres de vivir del fútbol. Incluso, los clubes que no cuenten con un primer equipo compuesto por mujeres, no podrán participar de competencias internacionales, según una de las últimas disposiciones de la Conmebol.

Sin embargo y a pesar del intento por mejorar la situación de las mujeres que juegan al fútbol en el país, existe una tendencia cada vez más fuerte que motiva a las jugadoras a buscar nuevas oportunidades en el exterior para crecer como profesionales. Tal es así que durante el último año, según el Global Transfer Report de 2021, aumentó en un 26,2 por ciento el traspaso internacional realizado en el fútbol femenino respecto al año anterior. "Al día de hoy, son más de 5 mil las jugadoras registradas en Libro de Pases, tanto internamente como externamente, con un ranking que lidera Argentina, seguido por Colombia y México. Poco a poco vemos los frutos de un trabajo continuo en el que buscamos generar equidad entre el fútbol masculino y el femenino", finalizó Barrenese.