El rincón del historiador

Rosario Vera Peñaloza y su legado en la educación argentina

Un nuevo aniversario del fallecimiento de Rosario Vera Peñaloza, ocurrido el pasado 28 de mayo, brinda una la oportunidad para reflexionar sobre su vida y obra. Lo primero que a uno se le viene a la mente es el impulso que dio a los Jardines de Infantes, pero hay mucho más para destacar en su legado educativo y en su impronta vital de la docente riojana, en tiempos donde la tarea pedagógica fue de la mano a la construcción, como estudiaron Natalio Botana y Ezequiel Gallo, en "De la república posible a la república verdadera" durante el legado roquista de la Generación del '80 y sus estertores.­

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HUERFANA A TEMPRANA EDAD­

Educadora y pedagoga, nació el 25 de diciembre de 1873 en Atiles, actual departamento de Facundo Quiroga, en los llanos de La Rioja, siendo sus padres Eloy Vera y Mercedes Peñaloza, y era pariente del general Vicente "Chacho" Peñaloza.­

Quedó huérfana a temprana edad, por lo que su tía materna Jesús Peñaloza Ocampo cuidó de los estudios primarios cursados en Atiles y luego en la provincia de San Juan, en donde los culminó.­

En 1884 regresó a su tierra natal, ingresando a la Escuela Normal de La Rioja, dirigida por Annette Haven y Bernice Avery, maestras norteamericanas que habían sido traídas pro Sarmiento a estas tierras. Allí se graduó como Maestra Normal en 1888.­

Posteriormente viajó a la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, en 1892 donde fue alumna de Sara Chamberlain de Eccleston, en la Escuela Normal. Para 1894 obtuvo el título de Profesora Normal. Paralelamente estudió el profesorado destinado a los jardines de infantes y, en 1897, se graduó como Profesora de Kindergarten, en la Escuela de Profesores del Jardín de Infantes de Paraná. También complementó su formación con cursos de Trabajo Manual, en Córdoba con Victorín y Basaldúa, de Ejercicios Físicos, con Romero Brest, y de Dibujo, con De la Córcova en Buenos Aires. Además, realizó estudios con profesores especiales sobre Pintura y Dibujo, Corte y Confección, Artes Decorativas, Grabado, Modelado y Tejidos en Telar.­

Fue maestra de una escuela nocturna en Paraná, maestra de grado en la Escuela Modelo (particular) dirigida por Felisa Latallada y maestra de grado en la Escuela Normal de Profesores. En 1900, fundó el Jardín de Infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de varios impulsados en Córdoba, Buenos Aires y Paraná, abocándose al estudio de planes y programas de educación preescolar.­

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EXTENSA TRAYECTORIA­

Además, en su carrera pedagógica, fue catedrática de Castellano y de Trabajo Manual. Para 1906 fue nombrada vicedirectora de la Escuela Normal de La Rioja. Luego, en Córdoba, fue Vicedirectora de la Escuela Normal Nacional de Maestras, y Directora de la misma escuela, desde 1907 a 1910, cuando, posteriormente, fue designada Inspectora de Educación Física. Al año siguiente ocupó el mismo cargo en la Escuela Provincial "Alberdi", también en Córdoba. A ello se sumará, más adelante, su nombramiento como Inspectora General de Escuelas Municipales en tierras cordobesas.­

En 1912, en la ciudad de Buenos Aires, asumió la dirección de la Escuela Normal N° 1 "Roque Sáenz Peña". Al inicio de su tarea, la escuela tenía una matrícula de 227 alumnas en el Normal y 300 en el Curso de Aplicación; y al dejar su cargo, la escuela contaba con más de 1.500 alumnas.­

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POLITICA Y CESANTIA­

Recorrió el país impulsando la enseñanza, dictando cursos y conferencias, amén de transmitir las nuevas técnicas en la creación de bibliotecas. Asimismo, participó del Primer Congreso Patriótico de Señoras en América Latina, realizado en mayo de 1910. Pero en 1917, fruto de problemas políticos, fue declarada cesante de la dirección del Normal. Sin embargo, se multiplicaron adhesiones públicas a su persona, reparándose esta situación recién para 1924.­

Fue infatigable, y no paró su magisterio un minuto, ya que también fundó y dirigió la Escuela Normal Nº 9 "Domingo Faustino Sarmiento". En 1918, Carlos María Biedma inaugura la Escuela Argentina Modelo en Buenos Aires con la colaboración de Vera Peñaloza, quien es designada Directora, y un grupo de docentes reconocidos en las cátedras universitarias, colegios nacionales y escuelas normales, como Pablo Pizzurno, Rodolfo Senet, Víctor Mercante, Ernesto Nelson y Rita Latallada de Victoria. Desde esta Escuela, se promueve la profesionalización de los jardines de infantes mediante numerosos cursos que fueron reconocidos por el Estado. Biedma respaldó a Vera Peñaloza y la animó a dictar cursos sobre la enseñanza popular, así como sobre las nuevas técnicas y didácticas en los jardines de infantes.­

Ella, sobre la base de los aportes de Pestalozzi, Froebel y Montessori, creó en la Escuela Argentina Modelo un museo pedagógico con fines didácticos. También, fuera del ámbito estatal, desde 1918 a 1921, dictó las cátedras de Pedagogía y Matemáticas en la Escuela Normal "Del Divino Maestro", incorporada al Profesorado en Lenguas Vivas.­

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ENSEÑANZA PRACTICA­

Publicó -dentro de la colección Biblioteca Escuela Argentina Modelo- su obra Enseñanza práctica de la geometría en la escuela primaria.­

En 1924 se la designó Inspectora de Enseñanza Secundaria Normal y Especial. En este cargo, se desempeñó hasta su jubilación, por razones de salud, en el año 1928.­

En 1931, el Consejo Nacional de Educación le asignó la creación del Museo Argentino para la Escuela Primaria que se instaló en el Instituto Félix Bernasconi. La idea del Museo se basó en la teoría pedagógica de Joaquín V. González. También adscribió al espiritualismo de Juan B. Terán, quien fuera presidente del Consejo Nacional de Educación y ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación durante los años '30, quien desde su obra "Espiritualizar nuestra escuela" (1932), intentó dar otro enfoque más patriótico, antilaicista y conservador, integrando lo espiritual con lo práctico y concreto.­

Rosario le dedicó 17 años de su vida al Museo en forma gratuita hasta 1947. Estableció una correlación de materias y de temas. Agregó a las salas elementos regionales y creó la cátedra de estudios folklóricos, amén se seguir dictando cursos en todo el país.­

Falleció el 28 de mayo de 1950 en Chamical, provincia de La Rioja, a donde había viajado para brindar un curso a los docentes, aquella que peleó por la educación, en especial en los jardines de infantes, teniendo siempre como norte el orgullo de su pertenencia de los llanos: "La lucha ha sido ardua, el camino difícil a cada paso un obstáculo que debía sortear sin dejar aquel sagrado deber de fe, de esperanzas, de consagración, de dignidad para poder llevar con honor el nombre de riojana".­