En un documental, Victoria Carreras indaga en el linaje familiar­

La actuación en los genes­

­La menor de las descendientes de Mercedes y Enrique Carreras dirigió `Hijas de la comedia', en la que relata la historia de las mujeres que componen su árbol genealógico. Desde hace trescientos años se pasan el oficio de unas a otras.­

 

­Se sabe que Victoria Carreras creció dentro de un estudio de cine. Sus días pasaban entre rodajes de películas y bambalinas de teatro. Lo que no se sabía hasta hace poco es que desde hace trescientos años las mujeres de su familia son actrices y se llaman María. Toda esa historia podrá verse desde hoy en el documental `Hijas de la comedia', que dirige la hija menor de Enrique y Mercedes Carreras. "Nos vamos pasando el oficio las unas a las otras. Esta tradición no se interrumpió nunca desde hace tres siglos y otra particularidad es que todas las actrices nos llamamos María, todas menos una: Matilde Diez, que fue mi tía tatarabuela, la hermana de mi tatarabuela, que fue la actriz favorita de la reina Isabel II de España y era considerada como la perla del romanticismo español'', cuenta Victoria.­

­TRILOGIA­

Tras el estreno hace algunos años de `Merello por Carreras', ahora se estrena en el complejo Gaumont este documental autorreferencial que forma parte de una trilogía que culminará con `Amor y cine', donde contará la historia de sus padres. Aunque este pasaje de generación en generación viene por la rama paterna, lo cierto es que Mercedes, su madre, cumplió un rol fundamental en esta cinta porque además de acompañarla se involucró en la investigación y pudo aportar anécdotas que le contaron a ella cuando entró a la familia Carreras.­

"Yo tuve un momento sanador al hacer esta investigación, siendo que no soy de esa rama, pero por adopción viví vicisitudes y tuve conocimiento y después la apoye a Victoria en toda la investigación y trabajé a la par de ella. Cuando recién empecé, María Luisa Santés, la madre de Enrique, trabajaba en sus películas, hacía los papeles de las mamás o de las abuelas. Recuerdo que en ese momento un periodista dijo en una crónica que Carreras hacía trabajar hasta a la madre. Pero la madre era una heredera y actriz que había venido recorriendo con su esposo toda la América llevando esa tradición teatral. Entonces yo lo sentí sanador porque era como reconocer a María Luisa, heredera de esa estirpe. Ella no era una improvisada, era una mujer que desde los 15 años había trabajado en el teatro'', recuerda Mercedes.­

-¿Cómo fue participar de este documental?­

-Fui feliz por el hecho de ver plasmado en pantalla tanto trabajo, tanta investigación, tantas imágenes bellas para contar una historia que escuché cuando entré a la familia Carreras y que hoy me emociona muchísimo más. Me acuerdo que me dijeron `vas a conocer a la abuela de Enrique, centenaria, una gran actriz'. Yo tenía 17 años, la fui a ver con mucho respeto, con cariño. Ella fue una actriz que vino cumpliendo con ese corredor que crearon las actrices españolas por toda América trayendo sus obras; después terminaron fundiéndose con el repertorio autóctono y finalmente se quedaron; por ejemplo, ella acá en la Argentina, donde falleció. Cuando empecé a tomar contacto con esta historia me parecía como un cuento, pasaron los años y cuando empezamos a hacer la investigación creo que fui, modestamente, una colaboradora importante. Me encantó hacerlo.­

-¿Qué sintieron cuando vieron el estreno de `Hijas de la comedia' en el Festival de la Mujer y el Cine?­

(Victoria Carreras) -Fue una avant premiere soñada en el sentido que fue la mejor que podíamos soñar, inaugurando el Festival en el Cultural San Martín y con la sala llena. Además, por volver a la presencialidad en los cines. Claramente, esta es una película de género porque habla del precio que tuvimos que pagar las mujeres para poder subirnos al escenario. Una ley dictada en España en el 1500 decía que las mujeres no se podían subir al escenario si no estaban acompañas del padre o del marido. Mirá todo lo que hubo que evolucionar y la opresión del patriarcado lo que fue durante siglos. Sin embargo, mis ancestras tenían una fuerza increíble; entonces inaugurar el Festival de la Mujer y el Cine, que lucha por la visibilidad de las artistas en el audiovisual, tiene mucho que ver con este documental.­

­LADO B­

-Mercedes, ¿cómo fue trabajar con Victoria como directora?­

(Risas) -Es excelente. Sabe lo que quiere y sabe cuidar el material que logra. Es un trabajo incansable el del director porque es muy complejo, tiene que entender de escenografía, de luces, de climas.­

(VC) -Mercedes cuenta el lado A de trabajar juntas y la película muestra un poco el lado B, que es bien interesante porque una vuelta más que tiene este documental es que es cine dentro del cine y muestra cómo es esta relación en sus tensiones, en sus tires y aflojes, en sus miradas diversas sobre un mismo punto.­

-¿Y cómo es esa relación?­

(VC) -No quiero spoilear demasiado. Hay tensiones que la película plantea de cómo en una familia de artistas hacerte tu propio lugar y lograr una visibilidad.­

-¿Fue difícil para usted lograrlo?­

(VC) -Por momentos fue algo complejo. Porque no era tener una madre actriz sino tener siete generaciones para atrás, y de esto también va el nudo del documental. Lo más divertido que tiene este trabajo también es ver ese conflicto en la pantalla, ver que la sororidad es un espacio difícil de habitar y de ejercer. Quizás ahora es más fácil, pero compartir con una madre el cuadro de una pantalla es algo que tiene sus tensiones y esto está plasmado en el documental.

­EL RECORRIDO­

-¿Cómo fue bucear en las emociones de sus familiares y las propias?­

(VC) -Fue esclarecedor, sanador. Viví una sensación de alivio y de justicia. Cuando uno echa una mirada sobre el pasado y toma conciencia de situaciones de siglos y siglos atrás empieza a darse cuenta de los signos que se repiten, y cómo a veces en el presente por inconsciencia repetimos conductas que pertenecen a otras épocas y que no tienen que ver con una sino con otras historias que sucedieron antes.­

-Mercedes ¿viendo trabajar a Victoria reconocía en ellas rasgos de Enrique como directora?­

(MC) -Sí, totalmente. Lo corroboré. Cuando uno filma, después toma distancia de la película porque queda en manos del director, del compaginador, del editor y de todo ese proceso. Cuando vi esta película proyectada en pantalla grande tuve la sensación de que el gran mérito de la película, más allá de la historia, es el trabajo de Victoria como directora. Tiene sentido del ritmo, es muy difícil en una película de carácter documental mantener el interés, la poesía, el argumento, y creo, sin equivocarme, dada la experiencia que tengo de un largo camino recorrido en el cine y en el teatro, que el gran mérito es de Victoria como directora.­