Con perdón de la palabra

Acerca de la cultura

Hablar de la cultura supone pisar un terreno resbaladizo. Porque muchos la invocan con diferentes alcances y, además, de manera indebida e interesada.

Desde luego que no comparto la opinión de Joseph Goebbels, dirigente nacionalsocialista, que decía, aproximadamente: "Cuando oigo la palabra cultura echo mano a mi pistola''. ­

 

Cultura es un término de origen romano y tiene raíz agraria, chacarera, pues se vincula con el modo de cultivar la tierra.

Al respecto no puedo menos que recordar una estrofa de Agustín de Foxá, el gran escritor español que tuve el gusto de tratar y que escribió, respecto a la cultura española, heredada de Roma. Expresó Foxá:­

Roma nos trajo el árbol ya preso en la columna;­

los dispersos instintos sujetos al derecho.­

Y sometida el agua salvaje al acueducto­

y el grito al alfabeto.­

Definición admirable por su precisión, brevedad y exactitud.­

También escribió Oswald Spengler:­

Finalmente un piquete de soldados permitirá sobrevivir a la ­

cultura occidental.­

Y alguien, quizá Chesterton, asentó: "La cultura es un depósito de lecturas olvidadas''.­

Cito de memoria, así que el lector sabrá disculparme alguna inexactitud en las citas, cuyo sentido, no obstante, estoy seguro de que es el correcto.­

¿Y por qué me he decidido a escribir sobre la cultura?­

Sencillamente porque estoy leyendo un libro de Arturo Pérez Reverte, a mi ver el escritor más entretenido y mejor informado de la actualidad. Don Arturo visita Buenos Aires con cierta frecuencia y me gustaría conocerlo.

El libro mencionado se llama Línea de Fuego y ocurre que ya lo había leído, olvidando completamente su contenido.­