Con el foco puesto en el presente

Esteban Pérez analiza la profesión y habla del estreno de `Cuidado con los perros'. Mientras espera el debut de la serie `Limbo' en Star+, el actor protagoniza en teatro, junto a Juan Gil Navarro y Mariano Bertolini, una comedia con toques de suspenso.

Esteban Pérez esta vez tiene algo en común con su nuevo personaje: los dos son actores. Pero, a diferencia de él, Damián es un perdedor que quedó anclado en el éxito de un proyecto del que formó parte, y sostiene que es actor sólo por eso que hizo alguna vez. Pérez, en cambio, es de los que cree que lo más importante es el trabajo que se tiene por delante. Por eso hoy su cabeza está puesta en `Cuidado con los perros', la obra que acaba de estrenar con Juan Gil Navarro y Mariano Bertolini, dirigidos por Leonardo Azamor, en Nün Teatro Bar.­

"Es una comedia de suspenso, la historia de dos hermanos que vuelven a la casa materna y paterna a terminar de resolver un tema de papeles para poder venderla luego de que mueren sus padres, pero en esa casa todavía sigue viviendo una persona que es alguien que trabajó con la familia casi toda la vida, tiene su misma edad y llegó a ese hogar desde muy chiquito; entonces hay que resolver qué se hace con esa persona que está ahí como medio olvidada y de qué manera la sacan del medio'', explica Pérez, quien interpreta a Damián, uno de los hermanos de esta historia.­

-¿Cómo define a su personaje?­

-Damián es un personaje en sí mismo. La idea de Damián era siempre contar el lado B de los actores, esta cosa de los actores que no pueden trascender, la gran mayoría que no llega a poder vivir del oficio ni a tener una continuidad de laburo y ser vistos y demás. Entonces frente a todo eso que le pasa, él cree que es una persona conocida. Es un poco omnipotente en ese sentido, y soberbio, es alguien que hizo una vez algo que fue bastante popular y quedó en el recuerdo de la gente y sostiene que es un actor en función a eso único que hizo. Creo que es un perdedor, un perdedor resentido. Es el más sensible de los hermanos, pero no puede con nada. A diferencia de su hermano que sí puede, es más concreto, más expeditivo, parece que anda en algún tipo de negocio turbio.­

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AMIGOS­

-¿Cómo es volver a trabajar con Juan Gil Navarro?­

-Maravilloso. La realidad es que hace mucho tiempo que decimos que queremos trabajar los tres, con Mariano también. Los tres somos amigos. En 2002 hicimos la segunda parte de `Los médicos de hoy' y compartíamos camarín. Hace ya veinte años que estamos dando vueltas los tres juntos y siempre estaba rondando la posibilidad de poder hacer algo, pero por una cosa u otra no se armaba. Y creo que la pandemia nos movilizó y nos perjudicó en un montón de cosas, pero a nosotros en este caso nos dio como un pequeño ensamble de grupo laboral que nos hacía falta. En principio porque los proyectos particulares que teníamos se frenaron, pero también hubo una conexión en todos los ámbitos relacionada a la finitud. Dijimos `no jodamos más y hagámoslo'

-¿Qué tiene la obra como para que decidieran que fuera esta la que iban a hacer juntos?­

-Creo que fue concretamente la capacidad de juego que presenta el texto; si bien es una pieza que ya había sido presentada como obra corta en el Cervantes, cuando la leímos, los tres estuvimos de acuerdo que en sí estaba muy bien y que había un mundo lúdico muy grande para los personajes.­

-¿Tiene ganas de producir o dirigir?­

-Sí, claro, me dan muchas ganas. Sobre todo ahora que estamos estrenando este espectáculo. La idea nuestra es seguir trabajando con esta base de grupo, quizás con algún actor o actriz invitada, y poder empezar a sumar otro espectáculo con la pluma de Leo, e incluso probar esto de si alguno de los tres quiere dirigir algo, ponerse como director. Estamos abiertos a seguir explorando y armando algo que nos permita no estar solamente pensando en la dinámica de la industria sino también en la dinámica del deseo.­

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PLATAFORMA­

-¿Qué puede adelantar sobre el estreno de `Limbo', que en poco tiempo llega a Star+?­

-Soy el del medio de tres hermanos. Clara Lago es la más chica y Mike Amigorena, el más grande. Venimos de una familia de mucho poder y dinero y la trama arranca con la muerte de nuestro padre y la llegada de nuestra hermana desde España. El filme muestra el vaivén de una familia con muchos problemas internos, tanto afectivos como de dinero y judiciales. Está llevada adelante desde la mirada de Clara.­

-¿A la hora de aceptar el personaje tuvo en cuenta la proyección internacional que dan estos trabajos en plataformas?­

-No sé si lo tengo en cuenta implícitamente. Esto se dio, y sucedió justo que la protagonista es española, entonces es probable que tenga una proyección en otros lados. Fue una fortuna en ese sentido. No es que estoy en una estrategia de trabajo que tenga que ver con trabajar afuera. Justo hace poco leí un fragmento de una nota que le hacían a Mike Mikkelsen y él decía que se enfocaba en el hoy, ya sea una obra de teatro, una película o una serie, y eso era lo más importante para él, enfocarse en su trabajo hoy; no era lo más importante enfocarse en su carrera. Lo comparto porque me pareció muy singular pensar que a veces alguien se enfoca en su carrera y no en su trabajo, y lo más importante que tenés para hacer es lo que tenés ahí adelante. Por eso, en función a las plataformas y la proyección internacional, creo que si yo me pongo ambicioso y pienso únicamente en los resultados que pueda tener hacia fuera, no estaría haciendo una buena elección.­