Con Perdón de la Palabra­

Abanderados­

­El gobierno pampeano ha resuelto que, en las escuelas, el abanderado que lleve la enseña patria ya no será el alumno que tenga mejores notas sino cualquiera de ellos, conforme a lo que llama ``un paradigma inclusivo''.

Estimo lamentable esta medida, estúpida y demagógica, que implica esa renuncia al aliento de la excelencia que suponía la distinción de que fueran abanderados los alumnos que hubieran logrado mejores notas.

Y el dejar de lado alentar la excelencia trae por consecuencia renunciar a lograrla. O sea, renunciar a que los muchachos se esfuercen en mejorar, en superarse a sí mismos procurando mejorar.­

Contribuyendo así a imponer la mediocridad.­

UN PAIS MEDIOCRE­

No me explico este afán oficial por imponer la mediocridad. Un país poblado por mediocres es un país mediocre. Un país que no sólo se ha resignado a tolerar la medianía sino que la impone como si fuera un valor.

Es renunciar a mostrar paradigmas, ideales que ayuden a buscar la perfección, a elevar el nivel de las aspiraciones de sus pobladores.

Porque el hombre admira a los que, venciéndose a sí mismos, se elevan sobre el nivel medio. ¿Por qué los argentinos admiran a San Martín, a José Hernández, a Borges, a Castellani, a Marechal, a Leloir, a Fangio? Porque se esforzaron para superarse, para levantarse por encima del término medio, del hombre-masa.

Y para lograr hombres y mujeres que se destaquen por encima del témino medio, es preciso alentar la excelencia, exhibir conductas ejemplares, capaces de superar la mediocridad.­

Por eso lamento profundamente lo dispuesto por el gobierno pampeano. Y le propongo que, consecuente con su actitud, deje de proponer altos ejemplos en las escuelas, conformándose con mostrar personajes insignificantes, que no desentonen con la chatura cotidiana.

Afortunadamente, desde el gobierno porteño se ha elevando una voz de censura a la medida dispuesta por  las autoridades pampeanas. En efecto, la ministra de Educación, Soledad Acuña, dijo lo siguientes: "El abanderado es un referente positivo para sus compañeros. Es una figura que muestra que esforzarse tiene valor y que cada chico o chica tiene la oportunidad de conseguirlo (...). ¿Está mal tener buenos ejemplos?''­

Bien por la ministra.