Exigente juego teatral

'Una obra para mí', de Sebastián Suñé. Dirección: Lía Bagnoli, S. Suñé. Diseño de luces: Alejandro Le Roux. Música original: Juan Pablo Schapira. Coreografía: Valeria Narváez. Vestuario: Laura Staffolani. Actores: Francisco Bertín, S. Suñé. Los viernes en Espacio Callejón.

 

Ambos terminan transpirados de pies a cabeza. Es que el grado de despliegue que implica 'Una obra para mí' resulta impresionante. Y los protagonistas, Sebastián Suñé y Francisco Bertín, están a la altura del desafío. Se mueven, bailan -muy bien- y se juegan con la emoción. Todo eso sucede en apenas 70 minutos que se pasan demasiado rápido.

En escena se ve a un autor -Suñé- al que le encargan un biodrama para presentar en un festival. El tipo imagina, escribe, reescribe, está enfrasacado en su mundo. Quien viene a intentar sacarlo de ahí y a darle el espaldarazo que necesita para concretar su obra es su pareja -'El', interpretado por Bertín-.

Hay muchos toqueteos y palabras zarpadas, por lo que bien podría sospecharse que se trata de una pieza más sobre temática gay. Sin embargo, 'Una obra para mí' va mucho más allá de eso e incluso lo gay podría pasar como secundario.

Desde la premisa, el texto se propone como la teatralización del proceso creativo de un autor. ¿Quién narra lo que se narra? es la cuestión acá. En tanto, el amor, el dolor y las ansias de gloria rondan todo el tiempo ese juego teatral propuesto. Aparece la emoción y se da ese viaje que por lo complejo de conseguir, no tantas veces sucede en la escena.

Para obtenerlo, todos los factores que intervienen en el hecho teatral se aúnan. La iluminación de Alejandro Le Roux, la música de Juan Pablo Schapira y el vestuario de Laura Staffolani apoyan y relatan por sí mismos. En tanto, los hermosos momentos de baile -tan bella la coreografía de Valeria Narváez- ocurren luego de la mitad de la pieza, cuando el registro escénico y actoral se rompe.

Suñé cuenta con la mirada desde afuera de Lía Bagnolo, quien codirige el material y probablemente haya sido clave en el proceso para materializar un texto que pide mucho cuerpo y exige una entrega total de sus intérpretes.

 

Calificación: Excelente