Tradiciones y modelos

Mensajes de José para Estanislao

El canto 1 de El gaucho Martín Fierro (1872) funciona a modo de prólogo o introducción a la historia novelesca propiamente dicha, y concluye con estas dos sextinas, que constituyen una especie de exhortación a los lectores:­

Y sepan cuantos escuchan­

de mis penas el relato­

que nunca peleo ni mato­

sinó por necesidá­

y que a tanta alversidá­

sólo me arrojó el mal trato.­

Y atiendan la relación­

que hace un gaucho perseguido,­

que padre y marido ha sido­

empeñoso y diligente,­

y sin embargo la gente­

lo tiene por un bandido.­

En tanto lector que soy, confieso que Hernández logró su propósito. Entiendo, entre otras noticias, que Martín Fierro ha peleado y ha matado, y que, pese a haber tenido una conducta digna, es considerado un bandido. Entonces, ¿cómo no seguir leyendo? Claro que me interesa saber cuáles son los detalles y las circunstancias que lo han conducido a la situación actual. Como de costumbre, no puedo menos que celebrar -¡por enésima vez!- la sabiduría narrativa del autor.­

En este caso me interesa señalar, dentro del susodicho canto 1, las sextinas cuarta y quinta:­

Yo he visto muchos cantores­

con famas bien otenidas,­

y que después de alquiridas­

no las quieren sustentar:­

parece que sin largar­

se cansaron en partidas.­

Mas ande otro criollo pasa­

Martín Fierro ha de pasar;­

nada lo hace recular,­

ni las fantasmas lo espantan,­

y, dende que todos cantan,­

yo también quiero cantar.­

Cedo mi pluma a Horacio Jorge Becco, palabra mucho más autorizada: (1)­

"Partidas: repetidas largadas en las carreras de caballos, en espera de la señal definitiva para correr (pág. 436).­

Muchos cantores: es una expresión clara de Hernández con referencia a sus antecesores en el estilo gauchesco, especialmente al caso de su amigo Estanislao del Campo, que luego de publicado su Fausto (1866) -y a pesar de su éxito- no cultivó temas similares'' (pág. 297).­

­

EXCELENTES SEGUNDAS PARTES­

­Circula una frase popular que expresa "Nunca segundas partes fueron buenas'', tontería generalizada que ha sido desmentida por, al menos, un rotundo hecho: la segunda parte del Quijote es mucho mejor que la primera.

Y, sin quitarle una pizquita de mérito a El gaucho Martín Fierro, opino que la riqueza de pormenores significativos y la complejidad entrelazada de los destinos narrados convierten a La vuelta de Martín Fierro (1879) en una obra superior a la primera parte.­

Han pasado siete años. Nuevamente el canto 1 sirve de preludio a la acción narrativa. Hay reflexiones, hay seguridad en sí mismo y hay también esta afirmación, que suena a lo que solemos llamar ``indirecta'', y que posiblemente tenga también como objetivo a Estanislao del Campo:­

Yo he conocido cantores­

que era un gusto el escuchar,­

mas no quieren opinar­

y se divierten cantando;­

pero yo canto opinando,­

que es mi modo de cantar.­

Nuestros dos mayores poetas gauchescos nacieron en el mismo año: 1834. Estanislao del Campo, el 7 de febrero, y José Hernández, el 10 de noviembre.

Estanislao falleció muy joven, a sus cuarenta y seis, el 6 de noviembre de 1880. En su sepelio en la Recoleta uno de quienes despidieron sus restos fue José Hernández; el hecho nos hace suponer que existía afecto recíproco entre ambos poetas, lo que no le impidió a éste formular algún tibio reproche a su amigo autoapodado Anastasio el Pollo.­

Tampoco Hernández alcanzó los tiempos de la vejez: murió el 21 de octubre de 1886, antes de cumplir cincuenta y dos años.­

No puedo negar que las lecturas del Fausto me otorgaron muy agradables momentos. Pero las reiteradas visitas al Martín Fierro me recompensaron en grado infinitamente mayor.­

­(1) José Hernández, Martín Fierro, Introducción, notas, bibliografía y vocabulario de Horacio Jorge Becco, Buenos Aires, Brami Huemul, 1993, 448 págs.­