Default humanístico

La dependencia a las drogas y "sus metastasis"

Secretos del milagro alemán: Ludwig W. Erhard, el ministro de Economía responsable del “milagro económico” alemán, advertía de los costes futuros de las nuevas y generosas prestaciones sociales al canciller Konrad Adenauer, padre de la República, este le respondió con un argumento muy sencillo: “Mientras las personas se casen, formen familias y tengan hijos, usted no se preocupe de cómo pagaremos”.

La metástasis no es solo un término utilizado en la oncología equivaliendo a la diseminación de un mal de un lugar a otro, de un tejido a otro. “Meta” es símil etimológicamente de un más allá, hacia otro lugar y “stasis” implica en otro lugar. En griego implica migración en Hipócrates, en Platón un cambio de rumbo, una revolución social, un cambio en la constitución política, instaurar otra politica en Aristóteles y en Teología “un transporte al cielo, una asunción”. Para Adenauer, líder si los hay, tener una buena familia es el mejor “anticuerpo” a las metástasis de todo tipo. Hoy la política es antinatalista y aumenta la población adulta y crujen las cajas de jubilaciones.

Cuando una comunidad “naturaliza” y banaliza el consumo de drogas muchos en situación de vulnerabilidad quedan sometidos y aparecen metástasis en sí mismo (daños cerebrales, psiquiátricos, grupos que se hunden como las familias a las cuales pertenecen, barrios invadidos por narcos, escuelas que no existen, etc.). Entonces parecerían juntarse como metáforas vivas la metástasis como daño que penetra en todas las capas biológicas y sociales y lo oncológico como daño irreparable; así adquiere vigencia la definición de adicción en su avance como enfermedad crónica, progresiva y terminal.

La consulta marca el sufrimiento individual que en muchos casos parece ser una caricatura del dolor social. Escuchar es acercarse al sufrimiento verdadero eje de la pandemia del consumo de drogas que hoy vivimos. Hombre post-50 sin familias o desvinculados de ellas cercados por la culpa del abandono, vidas malogradas que se aferran a un equipo tratante y a un grupo de amigos que lo traen a un tratamiento luego de vagar por las calles, cárcel; pero empieza a creer y eso lo empieza a salvar y està en una situación de esperanza en un tratamiento. Por fin puede escuchar y por eso aprender.

Una post-50 me sorprende en su desarrollo desde que llego porque ya confía en su rehabilitación y me confiesa que sus amigas de la Boca se unían a consumir cocaína y la gira duraba varios días y hoy todas están muertas y una que queda viva tiene una diabetes grave. Cambio el barrio me dice (y me consta) la Boca tiene una alta incidencia de venta de drogas y de narcos. No se puede andar por la calle cuando en mi adolescencia esas calles eran una fiesta y los vecinos tomaban mate en la calle. Llora por una vida perdida -cree ella- con déficits de memoria, pero con una familia que la quiere rescatar quizás respondiendo a una esperanza soterrada y existente, aunque ella no lo perciba plenamente.

Hermanos vinculados con venta de sustancias con dolor de madres solas e impotentes con un carnet de obra social como salvavidas ante la debacle. Padres sujetos al consumo de los sus hijos desesperados los acompañan a comprar drogas para que no roben. Codependencias criminosas (enfermedad a dúo en donde uno actúa y manipula al otro que cede y de alguna manera estimula el consumo) y así el paciente manipula a un familiar y logra mantener una adicción que lo acerca cada vez más a la nada, a la muerte y en donde los dos se hunden.

Esta metástasis social tiene múltiples causas, pero si la vida es transmisión y donación de palabras, caminos, senderos y valores, así como normas no podemos dejar de recordar al maestro en adicciones Prof. C. Olivenstein cuando nos enseñaba en Paris: "...las drogas y su consumo es una crítica a los valores de los adultos que casi no le han transmitido nada, denuncia el fracaso de la transmisión de generación en generación de normas y de todas las nociones para sobrevivir en la lucha por la vida”.

La verdadera metástasis surge de la caída de las transmisiones familiares sociales y del Estado de normas de vida y de limitación del delito.

Existe desde nuestro punto de vista un default humanístico en nuestro país. Temas centrales, que hacen al capital humano y social de cualquier nación, son ignorados de las discusiones políticas y de armados para ayudar a miles que están en emergencia, y no solo alimentaria. Solo se habla de legalización de las drogas sin tener en cuenta la epi-pandemia de consumo que nos domina. Nuestros conurbanos en la Ciudad de Buenos Aires y Provincia son un gran problema epidémico. Ni hablar del Gran Rosario o el Gran Córdoba. Todos hablamos de la emergencia alimentaria, del hambre, de la falta de trabajo, del delito (basta caminar por las calles laterales a las avenidas para observar las rejas en las casas casi como un "paisaje" carcelario).

En realidad, también habría que hablar de los consumos ya pandémicos de drogas y alcohol y de las tasas de enfermedad mental en ascenso. Ni hablar de la palabra olvidada en nuestro país como es la familia.

ESPACIOS SOCIALES “METASTASICOS” 

Me voy a referir a los espacios que configuran zonas críticas del conurbano bonaerense con sus 24 municipios que concentran el 28% de los electores y con un 41% en situación de pobreza representando el 0.5 de territorio en todo el país en donde habitan 10 millones de personas. Entre 1985 y 2015, pasó de tener 622 villas a 982 con un 59% de aumento, también en zonas de Ciudad de Buenos Aires como son ciertos conglomerados en Lugano, Villa Soldati, Mataderos, Liniers, Riachuelo, Barracas y la Boca. Pensamos en los conurbanos quizás solo por matemáticas electorales, pero ahí se procesa no solo el mapa del delito y la pobreza sino también las más profundas historias de desamparo y abandono; también de resurrección a través del amor parental.

El lazo entre el conurbano de la Ciudad de Buenos Aires (Zavaleta y 1-11-14) pasando por Puente Alsina representa un verdadero "contrabando hormiga" con una distribución diaria a barriadas del Gran Buenos Aires. Lamentablemente se ha convertido en una empresa rentable como "microemprendimiento" familiar el hecho de la distribución de sustancias. Desde el 2017, el Estado ingresó en 19 villas importantes (Itatí que tiene 57 hectáreas, Villa Pora, en Lanús; Costa Esperanza, en San Martín; Libertad, en Almirante Brown; Puerta de Hierro, en Matanza) con obras de infraestructura, destacamentos, gendarmería, salas de medicina, registro de personas y se destruyeron 134 bunkers de drogas en tres años. Pero con esto no basta; es otro dolor el que aflige a miles.

¿QUE QUEDA DE LA VIDA FAMILIAR?

¿Qué observamos ahí? Solo se habla de las mafias instaladas en esas zonas y eso es cierto y máxime si los medios de comunicación lo

tienen como un tema de agenda permanente. Pero esto es solo una parte de la realidad.

Me voy a referir a dos temas que son el eje de la estructuración de lo humano: la caída de la familia como vínculo por excelencia y la falta de un cuidado de los más jóvenes al contacto con las drogas desde todas las estructuras sociales (desde las pocas familias existentes hasta las estructuras educativas). Pude tomar contacto con estudios cualitativos de estos territorios y además los atiendo a través del sistema de obras sociales. El problema más recurrente es el consumo de drogas y enfermedades mentales invalidantes -si no se las trata desde sus inicios-. Jóvenes solos sin padre, con una abuela que pide por ellos en alguno de los pocos centros que pueden tomar adicciones severas. Padres también internados, presos o inexistentes. Es casi un calvario de puerta en puerta. En muchos casos nos preguntamos dónde está el padre o alguna figura sustitutiva. Son chicos que crecen solos. Al mismo tiempo, el abuso sexual es un tema recurrente ya sea de padres con hijas, madres con hijos, entre hermanos, de padrastros con hijos de la madre de otros matrimonios. Todo lo contrario, a un desarrollo sano.

La base de la vida humana está centrada en una vida familiar en donde la interdicción del incesto es el pasaje a la cultura o sea es la ley en donde se debe encontrar mujer u hombre fuera de la familia. Es la exogamia garante de nuestra autonomía. En estos grupos prima la endogamia que es el eje de todas las perversiones y de muchas enfermedades. Encontramos padrastros que abusan de sus hijastras, con cambios de parejas recurrentes y con relaciones sexuales delante de los menores.

La violación entre hermanos se da también ahí, especialmente de los mayores sobre las menores.

EL VERDADERO "DEFAULT"

De todo esto no hablamos y es la base de la vida. La familia parece ser el único lugar donde se da "la gratuidad y nos reconocen por lo que somos y no por lo que tenemos" (San Juan Pablo II). Esto parece evaporarse en nuestro país. Recordemos finalmente a un grande de la filosofía francesa Gabriel Marcel, cuando dice: "hay un lazo nupcial entre el hombre y la vida y es en la familia donde ese pacto se encarna; el acto constitutivo de la familia no es la cópula, no es algo para un instante, es para durar" ("La decadencia de la sabiduría").

Mientras tanto la Unicef publica que en la Argentina se triplicó la tasa de suicidios en adolescentes en los últimos 30 años. Pasamos a 12,7 cada 100 mil adolescentes y es la segunda causa de muerte en la Argentina. "Suicidio en la adolescencia. Situación en la Argentina", presentado por Unicef así se titula este estudio donde menciona la falta de figuras significativas en la infancia, el uso de drogas a temprana edad y por supuesto la caída de la vida familiar que parece ser el verdadero "default "cultural de nuestro país. Chicos solos y entonces surge el ¿para qué vivir? La vida bien vivida tiene que ver con las compañías, las tutelas y el reconocimiento de figuras parentales.

Consumir drogas es una forma de suicidarse posmoderna y lo vemos todos días los que trabajamos con jóvenes con daños cerebrales y con patologías psiquiátricas ligadas a ese consumo (esquizofrenias, trastornos bipolares, trastornos antisociales; por ejemplo).

La crisis de la vida familiar tiene mucho que ver con la esclavitud actual. Es la base del capital social y humano de la sociedad y no solo sus riquezas energéticas y financieras o económicas. La crisis de la vida familiar tiene mucho que ver con la esclavitud actual. Vivimos dentro de un default humanístico

Director General Gradiva - Rehabilitación en adicciones