Julieta Díaz, la maternidad y la vida

"Estoy un poquito estallada hoy. Con mi hija que, por un lado, el dentista y por el otro, se rompió la pera porque se cayó. Bueno, la maternidad y la vida'', dice muy amable pero a las apuradas por mensaje Julieta Díaz.­

La actriz pide tiempo para programar la nota, pero está atenta, contesta. Precisamente, su hija y sus peripecias maternales estuvieron presentes en uno de sus últimos posteos en redes sociales que generó gran repercusión. Hace pocos días mostró el primer dibujo figurativo que hizo su pequeña de cinco años, que nació con parálisis cerebral y está en tratamiento de rehabilitación. Un gran logro que recibió miles de felicitaciones.­

La actriz parece atravesada por la maternidad, pero a poco de hablar con ella -cuando finalmente se produce la entrevista por videollamada- surge alguien interesado en muchas otras cuestiones, en el devenir, en el para qué. Y una actriz curiosa, interesada e interesante, más allá del formato.­

Siempre fue así, desde sus primeros trabajos en cine con la hermosa `Herencia' (2001), pasando por el teatro con `Emma Bovary' (2004) o en sus participaciones en éxitos impresionantes de televisión como `Soy gitano'. No es una intérprete que se saca de encima los personajes; más bien los problematiza, los busca y profundiza. A los 44 años puede decirse que consiguió eso que pocos logran: ser querida por el público y respetada entre sus pares. ­

Ahora está encarnando a una madre, en principio, muy alejada de ella. A un ser que bordea los contornos, problemática, espesa. Se trata de la adaptación teatral de `Precoz', un gran éxito literario de la escritora argentina Ariana Harwicz. Allí compone a una mujer enlazada en una relación mimética con su hijo, interpretado por Tomás Wicz. La pieza está dirigida por Lorena Vega y se puede ver en la sala Dumont 4040 (Santos Dumont 4040).­

­

UNA BUSQUEDA­

El original es un monólogo ambientado en las afueras de París, donde vive Harwicz. En la adaptación, realizada por Juan Ignacio Fernández, no habrá especificaciones geográficas y se recreará la voz del hijo, ausente en la novela. "Lo que me llamó a hacerla no es que ella sea madre o hable de la maternidad ni que pudiera considerarse un texto feminista porque acepta el lado oscuro de la maternidad. La obra me gusta poéticamente. Siempre hay una grieta de vitalidad que tienen los personajes de Ariana, hablan de una búsqueda con una poesía interna, un avasallamiento. Me gusta tener, como decía Elena Tasisto, esos textos que son como caramelos en mi boca'', grafica.­

"Particularmente -agrega entusiasmada- estos dos son marginales: se están cayendo del sistema. Tampoco saben si quieren estar adentro, pero sí quieren estar conformes con su vida y no lo están. Se encuentran muy corridos y abandonados. Pero no hay ningún tipo de juicio. Me pareció interesante hablar de ese dolor, de esa pulsión, de ese vínculo tan intenso''.­

Madre e hijo muy juntos, límites borrosos. ¿Se trata de incesto? Sí y no. Es decir, el tema aparece en la pieza, pero no es `él' tema. Al respecto, Díaz señala: "Si lo viéramos desde un punto de vista más nuestro, más burgués, por nuestra vida más convencional, podría verse de esa manera, pero no se hace hincapié en esa cuestión. Son un hijo y una madre con los bordes corridos. Están en un espacio atemporal y amoral que tiene que ver con lo arbitrario y profundo de lo poético y hablan desde ese lugar''.­

 

-Es un desafío actoral ya que no hay nada tan claro, concreto.­

-Lo es. Hay algo de ese lugar común, de esa madre desarmada, amoral, que tiene en su actitud que no sabés si es la novia o la amante. Después, con la cercanía del estreno, no me quedó otra que ir a buscar el personaje real porque en algún punto era todo muy abstracto. Al principio sentía que si la definía, la juzgaba. Con la mirada de Ariana y de Lorena, que es una directora de `la gran puta', terminé armándola.­

­

PEQUEÑAS VICTORIAS­

Además de `Precoz', la actriz se encuentra con otras novedades laborales por estos días. Una de ellas, muy masiva como fue el lanzamiento de `Pequeñas Victorias', la continuación de `Pequeña Victoria', la tira-novela éxito de Telefe hace dos años que volvió en forma de serie de diez capítulos -termina esta noche-. Su rol es el de una madre quizá "más amable''. "Es lo que sucede al pasar seis años del original. La hija ya creció y en el caso de mi personaje se la ve reinsertándose en la sociedad y cómo le cuesta eso. La verdad es que me encantó volver y al ser en formato serie pudimos tener más tiempo''.­

Enseguida advierte que no reniega de las tiras: "¡Para nada! Me gusta hacer televisión y tiras aunque es verdad que el ritmo es agotador. Pero es un gran entrenamiento: uno tiene que jugar con lo que pasa ahí. Las hice mucho tiempo, sobre todo cuando no era mamá. Tienen un ritmo que para lo creativo un poco te come''.­

-¿Puede haber nuevas temporadas?­

-Ni idea. Estaría bueno. La historia puede continuar.­

La otra cuestión laboral que ocupa a la actriz es su lanzamiento como cantautora. Díaz ya venía probándose en algunas colaboraciones con artistas y el año pasado finalmente grabó su primer EP junto al músico uruguayo Diego Presa. `El revés de la sombra', tal el nombre del disco, está hecho de seis canciones con voz de ambos, que van del pop a las melodías rioplatenses.­

Como casi todo lo que ocurrió durante el año pasado, el ida y vuelta entre ambos comenzó de forma virtual: "A través de Zoom fuimos trabajando, reuniéndonos, y fueron saliendo las canciones. Estoy muy feliz con el resultado. Enseguida hubo mucha confianza entre nosotros. Ahora seguimos trabajando y tenemos muchas ganas de poder comenzar a presentarlo''.­

La charla termina. La actriz vuelve a ocuparse de su hijita que le reclama atención. Y sonríe esperando el debut en `Precoz'. Se la ve contenta y muy conectada con el arte y el teatro que seguramente también le permiten ser una mamá bien presente.­

­

FEMINISMO Y MEDIOS­

Julieta Díaz tiene una mirada explícita sobre el feminismo que suele manifestar en sus redes. Y eso a veces le trae dolores de cabeza. Un comentario sobre un video de José María Listorti hace unos meses le provocó problemas. "Mal gusto. Nada de sensibilidad. Nada de escucha. Y antiguo. De humor, nada. Mal gusto y viejo'', dijo sobre un sketch en el que el humorista hacía ruido con la licuadora cuando su mujer quería hablarle sobre el colegio de sus hijos.­

"Eso ya está, hablé con ella en privado y quedó resuelto. También es claro que sigo sosteniendo lo que pensaba y expresé, pero es verdad que la manera no fue la mejor. En un momento empezaron a hacer mucho escándalo con eso'', dice ahora para dejar definitivamente atrás el conflicto. Y apunta a los medios: "Hay una tendencia muy grande al chiquitaje. Se agarran de esas pequeñas cositas pero cuando vas a lo macro, hay cada desastre...Me parece que es un estrategia de los medios para perder el tiempo''.­

­