VISTO Y OÍDO

Pesimismo en la generación Z

Ante un grupo de jóvenes “K” Santiago Cafiero dijo que Argentina no es el país “de mierda” que les querían hacer creer. Los villanos pesimistas eran los macristas. La frase no fue un exabrupto, sino la expresión de un temor: el voto castigo de los jóvenes. La última encuesta de Taquión detectó que el 70% de los consultados tiene una visión negativa del futuro, pero que el sector más pesimista sobre sus posibilidades de desarrollo es el de los menores de 26 años. En ese universo, bautizado generación Z, un 49% siente preocupación por el futuro, un 11%, miedo y un 10%, desconfianza.

Éxodo de jóvenes

Es llamativa, además, la opinión que tienen los más jóvenes sobre la incapacidad de los políticos para revertir la situación. En su mayoría, casi el 60%, cree que la salida es Ezeiza. Sólo el 41% se declaró dispuesto a quedarse en el país. La preocupación principal es la de la falta de oportunidades de desarrollo que creció 10% entre mayo y junio últimos. Llamativamente los menores de 26 son los que menos dispuestos se muestran a repetir su voto de 2019. Más del 35% anuncia que lo va a cambiar. Entre los de 56 o más años, en cambio, el 55% repetirá el voto y el 14% podría repetirlo.

Marihuana y peronismo

Esta semana el Senado tiene previsto aprobar la ley de cannabis medicinal que autoriza el cultivo y la venta de ese vegetal bajo control del Estado. Una de las pocas voces que alertaron en comisión sobre el riesgo de la actividad fue la de Claudio Mate Rothgerber. El especialista en adicciones (peronista) se lamentó de que “los que vimos al peronismo ser derrotado militar y políticamente” vieran ahora “su derrota cultural” al proponer esa salida “para sacar a 6 millones de niños de la pobreza”. Otro cuestionador de la iniciativa fue el médico y senador rionegrino Alberto Weretilnek, aliado habitual del PJ.

Poner la cara

El DNU que habilitó las negociaciones con Pfizer fue debatido en comisión en el Congreso con la excepcional presencia de dos altas funcionarias del Ejecutivo, Vilma Ibarra y Carla Vizzotti. El kirchnerismo había rechazado aprobar una ley similar en el recinto una semana antes con lo que el argumento de Ibarra de que decreto había sido necesario porque “los tiempos del Congreso Nacional no están previstos para estas emergencias” se autorrefutó penosamente. Esa era la idea del kirchnerismo; que el presidente pusiera la cara a través de sus funcionarias por la defección ante Pfizer.