​VISTO Y OÍDO

Una cuestión de números

Finalmente Horacio Rodríguez Larreta viajó hasta Acassuso a la casa de Mauricio Macri para bajar el tono de la pelea por las candidaturas. Lejos quedaron las reuniones con foto incluida en Exaltación de la Cruz flanqueado por María Eugenia Vidal, Elisa Carrió y Diego Santilli. El cambio de escenario, ir al pie también se lo llama, obedeció al tumulto mediático que había promovido y que tuvo un impacto deletéreo sobre la imagen de la oposición. También al hecho de que los números no le dan bien. Vidal no le saca diez puntos a Bullrich como sus voceros trasmiten a la prensa amiga.
 
El problema Vidal
 
El alcalde porteño cambió la estrategia de confrontación por la de diálogo porque comenzó a reconocer que su problema no es Macri, sino Vidal. Su pretensión de pasarse a la ciudad le ha generado un dolor de cabeza monumental. Primero le creó un problema donde no lo tenía, la ciudad, con la rebelión de Patricia Bullrich, es decir de Macri, es decir del que tiene los votos del PRO. Segundo, en la provincia, donde Jorge Macri y los radicales amenazan con darle batalla a Diego Santilli. Santilli tiene bajo nivel de conocimiento y la capacidad de unir al resto de los precandidatos en su contra.
 
Lo que arreglaron
 
Lo que acordaron en resumen en la reunión de Acassuso fue que Mauricio Macri contendría tanto a Patricia Bullrich como a Jorge Macri a la espera de una propuesta razonable de candidaturas por parte de Rodríguez Larreta. Si no aparece, el expresidente pondrá en movimiento tanto a Bullrich como a su primo y Rodríguez Larreta tendrá que probar en las PASO que es el líder de la oposición como dicen los medios y las encuestas que contrata. Por ahora las cuentas no le salen a lo que hay que agregar que su apuesta no es ahora, sino para 2023. ¿Jugará su futuro a mano de Vidal y Santill?
 
Agenda sin Bergoglio
 
Llamó la atención que la agenda del viaje de Felipe Sola a Italia y el Vaticano incluyera reuniones con varias autoridades de la Iglesia, pero no con el papa Francisco. La Cancillería organizó encuentros con Secretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Richard Gallagher, el cardenal Peter Turkson y el Secretario General de Caritas Interationalis, Aloysius John. Con Bergoglio, nada. La omisión será leída sin duda políticamente por la prensa. También el encuentro programado con el secretario de Estado norteamericano Anthony Blinden, en un momento difícil de la relación bilateral.