Doctrina Social de la Iglesia

La empresa como comunidad de vida según Enrique Shaw

La concepción de la empresa como comunidad de vida es una de esas ideas claves para la solución auténtica de la denominada "cuestión social".­

En otra oportunidad hemos planteado la necesidad de la comunión entre el capital y el trabajo y su articulación con la acción del Estado como principal gestor del bien común político como condición indispensable para que se forje una Argentina con auténtica justicia social y no con discursos para la tribuna (La empresa: una comunión de capital y trabajo, La Prensa, 27/07/2020).­

En el mismo sentido, también hemos destacado que esta comunión capital-trabajo "debe ser fomentada por el Estado, garante del bien común político, de acuerdo al principio de subsidiariedad y que, por esto mismo, no debe olvidar que los actores principales de esta relación trabajo-capital son los trabajadores y los empresarios mancomunados en un fin común". Y concluíamos: "Al fin de cuentas, la empresa es no solamente una comunidad de trabajo sino, en primer lugar, una comunidad de vida" ("Trabajo y capital, no trabajo o capital", La Prensa, 16/06/20).­

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VIRTUDES HEROICAS­

Lo dicho arriba sobre la comunión entre el capital y el trabajo se comprueba de modo efectivo en la vida y la obra del venerable Enrique Shaw (1921-1962). El pasado 24 de abril de 2021 el papa Francisco reconoció el ejercicio heroico de sus virtudes. Se trata del paso anterior a la beatificación previa aprobación de un milagro realizado por la intercesión del empresario argentino fundador de la Asociación Cristiana de Dirigentes Empresa (Acde).­

Como afirma Mónica Aranda Baulero, Enrique Shaw "en su trabajo como empresario procuró acercar al dueño del capital al trabajador, entendidos ambos como factores de producción. Bregó para que no se separara el capital del trabajo, y menos aún se contrapusiera el trabajo al capital ni el capital al trabajo, al representar a hombres concretos. Al perderse la primacía de la persona sobre las cosas, se había separado el trabajo del capital, es más, se le había opuesto como si se tratara de fuerzas anónimas. Fue propio del materialismo práctico considerar el trabajo solo bajo la dimensión económica. Los cambios tendrían que darse en la línea de la convicción de la primacía de la persona sobre las cosas, del trabajo del hombre sobre el capital" (La empresa, comunidad de vida y relaciones humanas. El ejemplar caso de Enrique Shaw, Erasmus Ediciones, Barcelona, 2012, p. 103).­

A propósito de lo dicho arriba, conviene destacar que, en el marco de las celebraciones por el Centenario del nacimiento del venerable Enrique Shaw (1921-2021), el jueves 22 de abril de 2021 a las 9.30 la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (Acde) organizó el encuentro virtual "Diálogo empresario-sindical". El tema central fue responder a este problema: ¿Cómo incentivar hoy la creación de trabajo formal en Argentina para las generaciones actuales y futuras?­

Ofició de moderador Eduardo Serantes, Director de Cazenave y Asociados, por la "pata" sindical participaron Carlos Frigerio, Secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores Cerveceros y Afines y Carlos Custer, dirigente sindical y exembajador en el Vaticano y, por la "pata empresarial", Julián de Diego, fundador del Estudio de Diego & Asociados Abogados y Marcelo Villegas, director de Capital Humano y Transformación organizacional del Grupo Werthein.­

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MIRADA SUPERADORA­

En "Un salida cristiana para el laberinto que nos impide progresar" (La Nación, 26/08/2020), Gonzalo Tanoira, actual presidente de Acde, señaló que el testimonio de Enrique Shaw "muestra que lo que construye es la cooperación, el diálogo, la mirada superadora puesta en el conjunto y que tanto el sector privado como el sector público tienen mucho que aportar y responsabilidades que cumplir. No es uno contra el otro. Así no se sale. Las empresas necesitan condiciones para prosperar y el Estado debe brindárselas. Y las empresas deben cumplir con su rol social y darse cuenta de que una comunidad fortalecida cultural y económicamente es un mejor mercado para sus productos". Presupuesto de esta relación armoniosa entre el Estado y la vida empresarial, es que la misma empresa, sin perder de vista que es una comunidad de trabajo, sea, en primer lugar, una comunidad de vida.­

La vida y la obra de Enrique Shaw en nuestra querida Patria, además de ser un hecho histórico, es un permanente reclamo para renovar el compromiso de una sociedad argentina con justicia social de acuerdo a los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Fortalecer a la empresa como comunidad de vida, en simultáneo con otras realidades sociales, puede resultar un ejemplo concreto por donde comenzar a mejorar el presente de los argentinos con la mirada puesta en el futuro de nuestros hijos.­