Más previsión para llegar mejor al verano

Desde la Cámara Argentina de Turismo se pidió menor incertidumbre para encarar la reactivación del sector con miras a la próxima temporada de verano. Aerolíneas Argentinas cuenta con pasajes vendidos desde 1 de septiembre, pero aún no hay indicios del Ministerio de Transporte sobre la reapertura de las rutas aéreas para los turistas.

 

El anuncio del Ministerio de Turismo y Deporte sobre el desarrollo de la temporada de verano en el país provocó nuevas expectativas en uno de los sectores más golpeados por la cuarentena. Sin embargo, aún se esperan nuevos indicios sobre los diversos protocolos elaborados para la gastronomía, hotelería, agencias de viajes y el transporte.

Para conocer más sobre la percepción del área del turismo sobre este anuncio, La Prensa dialogó con el presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías, una de las entidades más representativas de la industria y que ha venido trabajando desde hace meses con el gobierno para la eventual apertura del sector.

- ¿Cuál fue su percepción sobre el anuncio del ministerio de Turismo con respecto a llevar adelante la temporada de verano en el país?

- Me pareció una respuesta del ministerio de Turismo a los dichos equivocados o pocos felices del ministro de salud de la provincia de Buenos Aires cuando predijo que dentro de 5 meses no habrá turismo en el verano. Básicamente es eso porque en la Cámara venimos trabajando desde hace varios meses en la apertura de los corredores turísticos interprovinciales. Quisimos aprovechar la temporada de invierno y estamos queriendo aprovechar lo que queda de temporada. Imagínense lo que pensábamos sobre el verano, a nosotros no nos aclaró nada el ministerio de turismo. El mensaje, para mí, fue hacia aquellos miembros o funcionarios del gobierno provincial que estaban equivocados en sus apreciaciones, que son imprudentes e innecesarias.

- ¿Habrá consensuar mejores o nuevos protocolos para poder cuidar al turista cuando se abra gradualmente los destinos?

- Hemos trabajado entre la Cámara Argentina de Turismo, el Consejo Federal de Turismo y el Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación en la realización de estos protocolos que, fundamentalmente, son para que los apliquen las empresas prestadoras de servicios turísticos. Esto es para darle una herramienta al privado y a los recursos humanos para que puedan ofrecer las mejores condiciones a los turistas que lleguen a cada destino. Los viajeros no necesitan un protocolo, sino hacerles caso al Ministerio de Salud de la Nación. Si se cumplen con las disposiciones de este organismo estará todo solucionado. Mantener la distancia social, usar tapabocas, toser en el pliegue del codo y se acabó la historia. Uso del sentido común se llama eso.

- ¿Cómo se prevé que con los nuevos protocolos se pueda minimizar los costos y hacer más sustentable las empresas vinculadas al turismo?

- Ese va a ser el verdadero problema. El resto de los protocolos los hemos llevado adelante con los representantes de las entidades vinculadas a cada una de las actividades turísticas con las cuales se ha tratado de minimizar en todo lo posible los nuevos gastos que esto pueda generar. Algunos lamentablemente no se podrán evitar, pero también hay muchos servicios que no se van a poder dar y eso va a generar un ahorro a la hora de afrontar la reapertura de los hoteles o de las empresas de turismo.

- El dólar alto y el incremento de casos de Covid19 en destinos turísticos extranjeros que compiten con Argentina, ¿generan expectativas estos dos factores sobre una buena temporada de verano en el país?

- Es un signo de pregunta. Si no tenemos vuelos ni transporte terrestre no hay ninguna posibilidad de que nada bueno suceda en la actividad turística. Lo más importante de todo en este momento es que vuelvan los traslados de turistas a través de aviones, trenes o ómnibus y, además, que se habilite el tránsito interprovincial. Sin eso no hay ninguna posibilidad de que la actividad turística, por más autorizada que este, pueda generar movimiento.

- Con respecto a la vuelta de vuelos, Aerolíneas Argentinas tiene vendido pasajes desde el 1 de septiembre, pero el Ministerio de Transporte de la nación no ha dado indicios de que se reabra el sector, ¿qué percepción le genera esta falta de indicios?

- Es un ruido. Creo que hay muchas preguntas que en este momento no tienen respuesta. Hay que dejar que corran un poco los días más allá de todos los que han pasado. Pero no terminan de decidirse, y me parece que esta situación es general en el mundo entero. Uruguay ha atravesado la pandemia de una forma absolutamente exitosa y, sin embargo, las noticias de lo que se puede o no hacer van saliendo con cuentagotas. No hay una previsibilidad. Hace pocos días Uruguay anunció que se habilitaban los vuelos ida y vuelta a Europa. Pero esto es algo que necesita previsibilidad porque que hoy me avisen que mañana puedo volar a mi no me genera una venta y ni siquiera una intención de vuelo. Si me lo hubieran dicho hace 60 días yo ya hoy podría ser uno de los viajeros uruguayos hacia Europa o desde el resto del mundo hacia Uruguay. Entonces, hay mucho dinamismo en esta pandemia y preguntas que tienen respuestas, contra respuestas o directamente no las tienen. Pero no es por desinterés, sino porque realmente no hay certeza sobre los pasos a dar a continuación y esto genera incertidumbre en quienes van a consumir los servicios turísticos.

- ¿Hay algún plan en marcha de ayuda para el sector del turismo?

- Hay tres planes del Ministerio de Turismo para asistir al sector. Uno es financiado por el BID, otro surge de lo recaudado por el impuesto país y el tercero es financiado por el Ministerio de Turismo, para asistir específicamente al sector de diferentes formas. Estamos trabajando sobre eso y tratando de que llegue a la mayor cantidad de prestadores turísticos posible y todo esto además de la ATP del 50 por ciento que el país recibe.

- ¿Qué expectativas tienen para los próximos meses?

- Hasta ahora mis intuiciones han fallado. Yo estaba convencido de que íbamos a tener temporada de esquí en los centros invernales. Lo más importante era la nieve y llegó como hace muchos años que no llegaba. Sin embargo, no logramos que nos autoricen los vuelos y que abran el destino. Después, pensamos que iba a ser a mediados de junio, luego en julio y los primeros días de agosto y ahora estamos casi en septiembre y no hemos logrado la apertura. En el caso de Bariloche solamente hubo una apertura para los locales durante dos días por semana y con restricciones que transformaron todo en una irrealidad porque eran viernes y sábado mientras que el domingo hay toque de queda. Entonces, en materia de intuición no vengo muy acertado con lo que sucederá, acá están tomando realmente por sorpresa a la gente con todas estas situaciones que cambian sobre la marcha y así venimos desde el 20 de marzo. Íbamos a tener 40 días de cuarentena y luego se fueron agregando más fechas. Hoy se dice que es hasta el 30 de agosto y también se decía que los vuelos volvían el 1 de septiembre y ahora no hay certeza al respecto. Es complejo y lo más triste de todo es que somos de los pocos países del mundo que estamos parados. En otros países la gente circula, a riesgo personal y mientras se protejan y cuiden no se contagiaran, pero es un adelante. Saben que si no se cuida y se contagian y son grupo de riesgo se mueren y sino no les pasa nada. Lamentablemente la única forma de controlar una situación como esta es la responsabilidad individual o por Decreto al decir que nadie sale de su casa hasta que haya una vacuna. Pero hay que elegir un camino porque no sirve tener este híbrido, que por suerte vamos saliendo. Mientras tanto, hay que seguir pasando esta situación que es muy complicada para el sector.