El triplete de Wensel

El baúl de los recuerdos. Deportivo Armenio consiguió una histórica victoria sobre River en la temporada 1987-88, la de su debut en Primera División. Perdía 2-0 en el Monumental, pero con tres goles del Gringo se llevó un 3-2 inolvidable.

Raúl Edmundo Wensel era un delantero alto y fuerte que se hizo conocido por su efectividad con la camiseta de Cañuelas, en Primera D. Después pasó por Tristán Suárez y dio un salto gigante cuando Deportivo Armenio lo contrató para afrontar su temporada debut en la elite del fútbol argentino. El Gringo tuvo su jornada de gloria el 9 de marzo de 1998, cuando le metió tres goles a River en el mismísimo Monumental. Esa noche, el modesto equipo de la colectividad estaba siendo superado por los millonarios, pero con el triplete de su inspirado atacante revirtió lo que se avizoraba como una dura derrota y consumó una de sus más grandes hazañas.

La velada parecía propicia para un contundente triunfo de River. El equipo dirigido por Carlos Timoteo Griguol procuraba acortar la distancia con Newell´s, el firme puntero del torneo de Primera División en la temporada 1987-88. Su rival no se antojaba como un obstáculo insalvable. Claro, no jugaban bien los millonarios y el estilo del otrora exitoso DT de Ferro no terminaba de seducir al público en Núñez. Todavía se sentían cercanos los días felices en los que el conjunto de la banda roja dominaba en la Argentina, Sudamérica y el mundo a las órdenes del Bambino Héctor Rodolfo Veira. Se estaba viviendo una nueva etapa en la que los hinchas pretendían resultados inmediatos. No podía fallar Timoteo. Le discutían sus planteos, añoraban el éxito reciente con figuras que se habían marchado como Enzo Francescoli y Juan Gilberto Funes o que acababan de retirarse, como Norberto Osvaldo Alonso. Así y todo, esa noche de miércoles todos apostaban a ganador.

La primera sensación fue contundente. River se encaminaba hacia una victoria holgada. Antes de los cinco minutos de juego había devastado la resistencia de Armenio. Claudio Caniggia había puesto en ventaja al local con un cabezazo luego de un centro del uruguayo Antonio Alzamendi. Las huestes de Griguol se estaban llevando por delante a un adversario que parecía no poder hacer pie. El Negro Omar Palma -venía de ser figura y goleador del Rosario Central campeón de la temporada anterior- puso el 2-0 con un certero remate tras un pase de Pedro Troglio. Iban menos de 20 minutos. Nada podía salirle mal esa noche a los millonarios. Bueno, a veces nada es lo que parece.

Wensel apareció en escena y empujó al gol una pelota que había dado en los dos palos ante la imposibilidad de Nery Pumpido de detenerla. Pudo haber sido una jugada fortuita o apenas un toque de atención, pero el descuento resultó mucho más que eso. Armenio empezó a atreverse a atacar a River. No contaba con jugadores de renombre el equipo de Alberto Parsechian, pero sabía sacar rédito de sus limitados pero efectivos recursos. Había ganado con holgura el certamen de la B Nacional y hasta había acumulado un destacable invicto de 34 partidos. Se quedó con el 74 por ciento de los puntos en juego. Sí, había brillado en el Ascenso, pero la Primera División era otra cosa. Estaba en la mitad de la tabla. No le preocupaba el descenso ni podía aspirar a obtener un título. Pero sí estaba listo para dar un gran golpe.

Los peligrosos desbordes de Alzamendi y Caniggia para abastecer al Polilla Jorge Da Silva y poner en riesgo el arco de Jorge Ricardo Sarmiento empezaron a hacerse menos constantes. Los visitantes se acomodaron en el campo de juego y se animaron a pelearle el dominio en la mitad de la cancha al dueño de casa. Los batalladores Luis Villarreal y Ramón Gallardo se esforzaban para que la pelota les llegara al venezolano Carlos Maldonado y a Pedro Vega, un mediocampista ofensivo con pasado en Núñez.

Las dudas se apoderaron del ánimo de River. Y también surgió Wensel para decretar la igualdad ante una falla de Pumpido. Se extinguía el primer tiempo y los millonarios pasaban de un aparente cómodo triunfo a un preocupante empate.

El equipo de Griguol se lanzó una y otra vez sobre el arco de Sarmiento en el complemento. Buscó el gol de todas las formas posibles. Sus intentos no tenían recompensa. El nerviosismo se apoderaba de los jugadores y de los poco pacientes hinchas. De pronto llegó el momento que ni el más pesimista de los riverplatenses podía haber imaginado. Tal vez tampoco lo esperaba el simpatizante de Armenio más optimista de la Tierra. Wensel recibió una larga habilitación de Villarreal y enfrentó a Pumpido. No le temblaron las piernas para sacar el disparo suave que estableció el sorprendente 3-2.

Pese a su insistencia por impedir la derrota, los millonarios se quedaron con las manos vacías. Sólo recibieron los silbidos de una hinchada desilusionada. Armenio, en cambio, disfrutaba su noche mágica por los goles de un Wensel implacable.

LA SINTESIS

River 2 - Deportivo Armenio 3

River: Nery Pumpido; Jorge Borelli, Nelson Gutiérrez, Oscar Ruggeri, Pablo Erbín; Pedro Troglio Enrique Ernesto Corti, Omar Palma; Antonio Alzamendi, Jorge Da Silva, Claudio Caniggia. DT: Carlos Timoteo Griguol.

Armenio: Jorge Ricardo Sarmiento; Ricardo Gándaras, Miguel Gardarian, Carlos Argüeso, Daniel Kuchen; Luis Alberto Villarreal, Ramón Gallardo, Carlos Maldonado, Pedro Vega; Sergio Silvano Maciel, Raúl Wensel. DT: Alberto Parsechian.

Incidencias

Primer tiempo: 4m gol de Caniggia (R); 18m gol de Palma (R); 23m gol de Wensel (A); 43m gol de Wensel (A). Segundo tiempo: 13m José Alejandro Villarreal por Vega (A); 28m gol de Wensel (A); 44m Aldo Da Pozzo por Maldonado (A); 45m expulsado Wensel (A).

Cancha: River. Arbitro: Juan Carlos Demaro. Fecha: 9 de marzo de 1988.