La palomita de Poy

Rosario Central venció 1-0 a Newell´s en las semifinales del Nacional 1971 con un gol que alcanzó la categoría de leyenda para los hinchas canallas. Aldo Pedro Poy marcó, zambulléndose de cabeza, el tanto que definió ese histórico clásico en la cancha de River.

“El 19 de diciembre de 1971, Aldo Pedro Poy corrió inútilmente una pelota que se iba afuera por detrás del arco de Ñulls, y le gritó a otro fotógrafo que había alistado su máquina en vano: `¡Prepará la cámara que en la próxima jugada le hago el gol!´. Y lo gritó fuerte, como para que el Loco Fenoy lo escuchara. A la jugada siguiente, Jorge González, lateral derecho de Central, subió por su costado, metió el centro al punto del penal y Aldo, de palomita, marcó el único gol que le daría a Central el triunfo en esa semifinal y la posibilidad de ganar, luego, la final contra San Lorenzo de Almagro. (Un amigo mío, canalla fanático, cuenta que suele tener una pesadilla recurrente. `Sueño que el Negro González, en lugar de tirar el centro, engancha hacia adentro. Y me despierto transpirando.´)”.

El relato, empapado de pícara rigurosidad, nació de la inspiración del genial Roberto Fontanarrosa en su libro No te vayas, campeón y narra la jugada más recordada -en realidad jamás olvidada- que definió el clásico rosarino correspondiente a las semifinales del Nacional de 1971. Aldo Pedro Poy, El Aldo para los hinchas de Central, se transformó en un héroe eterno para la porción canalla de la ciudad.  Fue el autor del gol más importante en la historia del tradicional duelo. Los dos equipos rosarinos estuvieron cara a cara para definir el nombre de uno de los finalistas de ese torneo, con la particularidad de que el partido se disputó en la cancha de River pues los dirigentes de ambas instituciones no se pusieron de acuerdo a la hora de escoger el escenario.

La eterna Palomita de Poy, tal como se recuerda a ese tanto, fue pasando de generación en generación y por arte de magia millones de personas la cuentan como si la hubiesen presenciado desde el cemento del Monumental. Más 20 mil personas vieron el partido en la cancha, pero la gente de Central desde ese 19 de diciembre de 1971 la vive como si acabara de pasar. Cada año la recrea, siempre con ese delantero bigotudo de grandes condiciones técnicas y buen poder de definición como protagonista. El Aldo recibe el imaginario centro del Billy González y se zambulle de palomita para vencer a un arquero que simula ser Carlos Fenoy.

No sólo al arquero le fue imposible impedir el gol. El defensor Ricardo De Rienzo tampoco llegó a cerrar la arremetida del atacante y se convirtió en un partícipe de la leyenda que rodea a La palomita de Poy. Un día después del partido, el marcador de punta debió ser intervenido quirúrgicamente por fuertes dolores abdominales.  Tenía apendicitis y debieron extraerle el apéndice. En condiciones normales, el órgano habría sido desechado, pero quiso el destino que en el quirófano se encontrara un médico simpatizante de Central. El doctor no tuvo mejor idea que guardar en un frasco un trozo y enviarlo al museo de la OCAL, una curiosa agrupación secreta que congrega a un selecto grupo de hinchas canallas, donde es pieza de adoración porque, según dice la etiqueta del recipiente que lo conserva, “a 20 cm. de la misma, pasó la pelota impulsada por Aldo Pedro Poy de ‘palomita’, convirtiéndose en el gol con el cual Central elimina a N.O.B. el 19 de diciembre de 1971”.

El impacto del gol es tan grande que escurrió de la memoria popular ese partido en el que Newell´s jugó mejor en el primer tiempo y se desvaneció en el segundo tras el tanto de Poy. Los leprosos tenían un muy buen equipo, con un 10 de calidad como Mario Nicasio Zanabria y un calificado socio como Angel Manuel Silva (uno de los recordados Albañiles que construían deliciosas paredes con la camiseta de Lanús con Bernardo Acosta y Juan José de Mario) y delanteros punzantes como Santiago Cucurucho Santamaría y Alfredo Obberti.

Central era más compacto, menos exquisito. El equipo de Angel Labruna poseía una defensa muy firme (González y Mario Killer clausuraban los costados e iban hacia adelante, Aurelio Pascuttini y Alberto Fanesi eran impasables), un mediocampo con un duro como Carlos Aimar y el más criterioso Angel Landucci como responsables de la contención y el Pato Carlos Colman encargándose de la creación pero con suficiente disposición para sacrificarse en la marca, y un ataque veloz con Ramón Bóveda y Roberto Gramajo  -también un buen definidor- como socios de El Aldo, el hombre que le puso la firma a un gol inmortal.

LA SINTESIS

Rosario Central 1 - Newell´s 0

Central: Norberto Menutti; José Jorge González, Aurelio Pascuttini, Alberto Fanesi, Mario Killer; Carlos Aimar, Angel Landucci, Carlos Alberto Colman; Ramón Bóveda, Aldo Pedro Poy, Roberto Gramajo. DT: Angel Labruna.

Newell´s: Carlos Fenoy; Ricardo De Rienzo, Víctor Hugo Jara, José Solórzano, Armando Garrido; Angel Manuel Silva, Juan Carlos Montes, Mario Zanabria; Santiago Santamaría, Alfredo Obberti, Mario Mendoza. DT: Pedro Dellacha.

Incidencias

Segundo tiempo: 9m gol de Poy (C); 21m Héctor Jesús Martínez por Obberti (N); 25m Miguel Angel Bustos por Bóveda (C); 37m Daniel Killer por J.González (C).

Cancha: River. Arbitro: Arturo Ithurralde. Fecha: 19 de diciembre de 1971.