EL COLUMNISTA INVITADO

La derecha argentina está madurando

POR JORGE GARCIA MANTEL
Integrante de la Mesa de Conducción Nacional de Nos
Presidente de la Junta Promotora en CABA

El viernes 13 de diciembre pasado en la Ciudad de Córdoba, se produjo un hecho político que por su trascendencia y, fundamentalmente, por su excepcionalidad, no debe pasar desapercibido. 
Durante la tarde de ese día, con sus equipos de trabajo, y luego durante la noche en un evento público, conversaron ante cientos de personas dos excandidatos presidenciales ubicados ideológicamente en lo que se define como la derecha. Me refiero a Juan José Gómez Centurión y a Ricardo López Murphy.

El primero de ellos, ha instalado -para muchos sorpresivamente- en la política argentina el espacio NOS durante el año que está terminando, amalgamando corrientes conservadoras, nacionalistas y hasta liberales clásicos/conservadores (de hecho, el referente económico del espacio es Agustín Monteverde). 
Por otro lado, Ricardo López Murphy quien, si bien reconoce sus orígenes en la UCR, hoy es uno de los principales referentes del liberalismo argentino y latinoamericano. 

La trascendencia de este encuentro radica en que dos importantes líderes actuales de la derecha han comenzado a dialogar formalmente. Es público que Gómez Centurión intentó durante el último año electoral, en reiteradas oportunidades, hacerlo con José Luis Espert y hasta le propuso competir en las PASO, algo a lo que el dirigente liberal siempre se negó. 

La excepcionalidad de las conversaciones se explica en que no existen prácticamente antecedentes históricos en la Argentina, de diálogo entre las corrientes de derecha antes mencionadas, lo que abre la posibilidad de algún eventual acuerdo político futuro. 

El contexto internacional favorece esta posibilidad. La derecha está creciendo o ya se ha instalado, en muchos países de Europa y América como alternativa a los populismos de izquierda/socialismos del siglo XXI cargados con una agenda repleta de un garantismo al borde del abolicionismo y de un globalismo que impone feminismo extremo, ideología de género, aborto, legalización de drogas, derechos humanos sesgados y el adoctrinamiento educativo sin valores para los jóvenes. En suma, se está imponiendo un progresismo cultural ¨políticamente correcto¨, que está destruyendo los cimientos de las naciones. 

El contexto nacional también favorece este diálogo. Ha quedado demostrado que tanto Cambiemos como el Frente de Todos en los últimos 20 años, no sólo han fracasado en sus proyectos políticos -lo que se evidencia en los niveles de pobreza, indigencia, inseguridad interna y externa, justicia, educación y salud pública que nos han dejado-, sino también han compartido ese mismo progresismo cultural disolvente de nuestros valores nacionales y profundizando grietas/odios. El futuro, en este sentido, parece indicarnos que con este oficialismo y esta oposición tendremos peor de lo mismo para las próximas generaciones.  

Además de las características personales comunes de López Murphy y Gómez Centurión, que podemos resumir en vocación de servicio, convicción, honestidad y ejemplo personal, de las que han dado testimonio como servidores públicos, son muchas las coincidencias programáticas de los dos espacios políticos que lideran, esto es, y entre otros, el respeto:

1 - Irrestricto a la Constitución Nacional y a los valores y principios enunciados en el Preámbulo. 
2 - A la vida y a la familia.
3 - A la propiedad e iniciativa privada, la libertad de expresión y a la igualdad ante la ley, sin privilegios para nadie. 
4 - A vivir en orden, unión y libertad.
5 - A la defensa de la soberanía nacional.

Finalmente, este auspicioso hecho político del pasado viernes 13, debería prender una luz de esperanza a los millones de argentinos que están hartos de esta eterna decadencia que nos está robando el futuro de nuestros hijos y nietos, por el accionar de las dos principales fuerzas políticas que sólo privilegian intereses personales/familiares, de facción y ajenos al país.  

La charla pública en Córdoba terminó con el público de pie y al grito de ¡Viva la Patria! y ¡Viva la Libertad!