Revive la magia de "Saltimbanquis"

Mariela Passeri y Julián Rubino, dos de los protagonistas, analizan el fenómeno de la puesta dirigida por Pablo Gorlero, que le hace frente a los tanques de Disney y a las figuras de la televisión.

 

Existen clásicos modernos y, sin duda, "Saltimbanquis" -en cuanto a espectáculos infantiles- es uno de ellos. Porque además de haber iniciado su cuarta temporada en la Sala Enrique Muiño del Cultural San Martín, es una obra que apunta a la familia y la disfrutan tanto padres como hijos. Con gran parte del elenco original, que supo estrenarla en 2016 en el teatro Regio, la historia adaptada y dirigida por Pablo Gorlero vuelve a escena para dejar un mensaje claro de amistad y solidaridad con el lema: "Cuatro solos no son nada, cuatro juntos somos fuertes".

Dos de los pilares de este regreso son Julián Rubino y Mariela Passeri, que encargan los personajeas del Perro y la Gallina, respectivamente. La Prensa dialogó con ellos sobre la vigencia de la obra y el auge del teatro musical infantil.

-Con los tanques de Disney en los cines y los colosos de la televisión en escena, "Saltimbanquis" pareciera hacerse más fuerte.

(Passeri) -Es que "Saltimbanquis" es una obra angelada. Un clásico que no se agota, porque además de generar entusiasmo en los chicos por el colorido y la definición de los personajes, están los padres que recuerdan haberla visto en los "80. Y en este momento difícil del teatro, que te elijan por sobre las producciones que vienen de afuera o desde la televisión, da mucha felicidad.

(Rubino) -El mensaje que deja la obra también es muy importante y es lo que motoriza el boca en boca. Que fue, además, lo que nos convenció a todos nosotros a aceptar cuando nos convocaron. Hoy ver a padres con sus hijos con las remeras de la primera temporada, con los discos para que se los firmemos, nos muestra que es una obra que va más allá del tiempo que dura la función y que atraviesa a toda la familia.

UN MUNDO MEJOR
-Ese mensaje positivo del que habla la obra, en los niños puede ser un gran aporte.

(JR) -Absolutamente, porque la historia atrapa. Cuatro animalitos que se juntan porque son maltratados y entre ellos se ayudan para estar mejor. Es un mensaje que vale para todos los ámbitos: el familiar, el escolar, el social y el laboral.

(MP) -En mi caso, como docente de teatro, lucho por un mundo mejor. Y en este momento donde la individualidad impera, un mensaje que diga que juntos somos más es para celebrar. En los noticieros vemos el "todos contra todos", ya sea en la política, en el deporte y, sobre todo, en la calle. Entender y poner en práctica el mensaje de "Saltimbanquis" es lo mejor que podemos hacer como seres humanos.

-El público infantil es el más sincero. ¿Cómo viven esa prueba en cada función?

(MP) -Me emociona profundamente actuar para chicos porque para ellos la ceremonia del teatro implica por un rato alejarse de la tecnología y de ese mensaje artificial y servido que consumen todo el tiempo. Que un chico preste atención durante una hora, que se alegre de ver a los buenos y se enoje con los malos, es lo más puro que puede sentir un actor. A ellos no les interesa cuánto pagó su papá por la entrada ni cuánto es el sacrificio de los actores para hacer la obra; y está bueno que eso pase. A ellos les gusta o no les gusta, no tienen grises. Y cuando al final de la función salimos a sacarnos fotos vemos la verdad.

(JR) -Es una obra que disfruto hacerla y cuando me proponen una temporada más, acepto sin dudarlo. Actuar para chicos es salir a dar lo mejor sin contemplaciones. Mientras mi espalda aguante lo voy a hacer. Mi personaje del Perro es muy físico, pero cuando estoy en el escenario y veo al público disfrutar no hay dolor ni nada que me detenga.

Ganadora de los premios ACE, Hugo, Atina y Teatro del Mundo a Mejor musical infantil, "Saltimbanquis" realiza funciones de miércoles a domingos a las 16:30. El elenco está encabezado por Passeri, Rubino, Magalí Sánchez Alleno (Gata) y Mariano Taccagni (Burro), junto a Nicolás Leguizamón, Sheila Saslavsky, Francisco Tortorelli, Mariel Rueda y Manuela Perín, quienes interpretan a los amos de los animales. Acompaña la acción un ensamble de niños integrado por Valentina Mooney, Nicolás Cúcaro, Florencia Ferrari, Nicolás Sousa, Emma Longhi, Guido Kañevsky, Luna Caré, Zarek Nazar Dutka, Mía Rodríguez, Angelina Nápoli y Alejandro Justiniano.

-En la obra hay niños que actúan. ¿Qué representa para ustedes trabajar con compañeros que podrían ser sus hijos?

(MP) -Actuar con chicos es muy fuerte. Porque uno está haciendo lo que ama, con chicos de diez o doce años que disfrutan de lo mismo que uno que tiene 45. Vemos el entusiasmo, el profesionalismo y la seriedad con la que asumen sus papeles; eso nos sacude y nos carga pilas.

(JR) -Mi hijo Milo nació en la primera temporada de la obra, y si bien había hecho muchos infantiles en el comienzo de mi carrera, su llegada me vinculó con los niños de otra forma. Actuar con ellos conmueve porque te das cuenta que disfrutan lo que hacen pero no quieren dejar de estar a la altura de la situación. Además, es increíble como siendo tan chicos saben todo del escenario. El talento que tienen es impensado.

OTROS REGISTROS
Ambos actores pasan, en un mismo día, de protagonizar "Saltimbanquis" a trabajar en obras para el público adulto. Rubino recrea en la Ciudad Cultural Konex la atmósfera de los "70 en la puesta de "Hair". Passeri se destaca en el Metropolitan, en la versión local de "Once", aquí rebautizada "Una vez en la vida".

Cuenta el actor: "La verdad es que necesito mi momento para desconectar el chip y mentalizarme en "Hair". Es otro registro y necesito hacer una pausa para cargar otras energías. Y después tengo mi terapia de los días lunes con "De eso no se canta" (teatro La Comedia), una obra muy visceral, que saca a relucir las canciones que las diferentes dictaduras del mundo supieron censurar. Cuando salgo no hay un chico que me quiera abrazar sino alguna persona mayor que me cuenta que cantaba esas canciones con su padre".
Passeri contrapone: "Mi disposición es siempre la misma, sea con "Saltimbanquis" o con "Una vez en la vida". Ambas son obras muy emotivas. La alegría de los chicos no se puede explicar, pero también es muy emocionante cuando ves a un mayor que te agradece el momento que pasó con lágrimas en los ojos".