Amor y paz: el gran regreso de "Hair"
La obra recupera el mensaje pacifista que extendieron los hippies al mundo en los años "60, y que el director considera oportuno y necesario en el actual contexto social.
Desborda entusiasmo Pablo Gorlero, pero no pierde el tono medido ni el espíritu reflexivo al hablar del estreno de "Hair", uno de los grandes musicales de la segunda mitad del siglo XX, que en sus manos cobra nueva vida. Vuelve a probarse Gorlero como director teatral y esta vez, con un proyecto largamente anhelado. La puesta debuta esta noche en la Ciudad Cultural Konex, con funciones de viernes a domingos.
"Hair" llega mí en el momento en que hice la investigación para los libros que escribí sobre historia del teatro musical", cuenta el también periodista en diálogo con La Prensa.
"El argumento y los episodios en torno a su estreno me empezaron a interesar. Vi dos versiones acá y después la vi en Los Angeles, en Nueva York. Pensé "si en algún momento me atrevo a dirigir un musical va a ser éste" porque me llega de un modo diferente y siento que de alguna manera lo conozco bien", confía.
-Sin embargo, no es éste su primer musical como director.
-Es cierto, lo primero que hice fueron infantiles. A raíz del suceso de "Saltimbanquis" en el Complejo Teatral de Buenos Aires les ofrecí hacer "Hair". Me dieron el ok y el proyecto dio vueltas durante tres años. La idea era estrenarla en el teatro Presidente Alvear pero como el Alvear aún no se reabrió terminé ofreciéndosela a productores comerciales.
-¿Con qué parte suya conecta la obra?
-Probablemente, si hubiese nacido veinte años antes habría sido hippie. La obra me conecta con la filosofía de los hippies, con su ímpetu y su convicción de que podían cambiar el mundo a través de la paz y el amor. Ellos estaban convencidos de eso y es, quizás, uno de los movimientos sociales que más velozmente se extendió por el mundo. Surgió a principios de los años "60 y en el "65 ya había invadido Europa, Estados Unidos y parte de Sudamérica. Esa dialéctica hippie, idealista, me toca muy íntimamente porque creo mucho en eso.
-Tiene actualmente otra obra en cartel, "De eso no se canta" (teatro La Comedia), sobre canciones prohibidas de todos los tiempos. ¿Qué vínculos encuentra entre una y otra?
-Por su mensaje, "Hair" conecta directamente con esa obra tanto como con el infantil. "Saltimbanquis" habla de saber convivir, de ser cooperativo y solidario. Hacer "Saltimbanquis" fue un primer paso que dí en el camino hacia "Hair".
-El circuito oficial no está acostumbrado a programar musicales de este tipo.
-Mi discusión con los teatros oficiales ha sido siempre por qué consideran clásico a una obra de Arthur Miller o de Shakespeare, y no a musicales como "Hello Dolly" o "Mi bella dama", tal como lo hacen muchos teatros oficiales del mundo. Por eso creía que el Complejo Teatral era el lugar para representarla. Y al ser un elenco tan numeroso (treinta actores, ocho músicos) sentía que era el único espacio que la podría sostener.
ALGO DE HISTORIA
"Hair" se estrenó en los Estados Unidos en 1967 y un año más tarde llegó a Londres. En 1971, a instancias del director Rubén Helena, Alejandro Romay y Daniel Tinayre produjeron la primera versión argentina. El diseño de vestuario de aquella puesta fue de Renata Schussheim, quien hoy vuelve a ocuparse de arropar a esa numerosa tribu de hippies pacifistas. El resto del equipo creativo lo componen Juan Ignacio López en los arreglos y la dirección musical, Verónica Pecollo en la coreografía, Daniel Landea en la dirección vocal y Gonzalo Córdova en la iluminación.
Cuando el Complejo Teatral dejó de ser una opción para estrenar "Hair", Gorlero tentó a productores independientes. "Hasta que un día, conversando con Lino Patalano sobre otro tema le comenté las dificultades a las que me enfrentaba. Se quedó pensando un instante y me dijo: "yo la hago". Para entonces ya tenía la otra mitad de la producción comprometida con el Konex, que fueron los primeros en darme el sí", comparte el director.
-¿Qué tiene para decir la obra en este momento de la Argentina?
-Es el momento justo para traerla porque estamos atravesando días de violencia extrema. La televisión nos regala un caso policial tras otro, con escenas explícitas. Volver al mensaje de una comunidad que creía que la paz y el amor eran el camino no podría ser más oportuno.
UN COMUNICADOR
-Al momento de elegir una obra, ¿se plantea qué mensaje transmite?
-En muchos de los proyectos sí. Algunos critican que uno aspire a dejar un mensaje, pero a mí me parece importante. Al menos en mi caso, que todavía no sé si considerarme director de teatro, siento que soy un comunicador y necesito transmitir una idea y que llegue de manera directa. Tal vez en "De eso no se canta" esto se note mucho más porque hice una tarea de reconstrucción histórica a través de textos míos, de poemas; en el fondo es un trabajo muy periodístico.
-El elenco de la primera versión argentina de "Hair" (Susan Ferrer, Mirta Busnelli, Rubén Rada, María José Demare) ha estado muy presente en el proceso creativo. ¿Por qué razón?
-Hay una mística en torno a la obra y yo quería que esa mística fuera trasladada a este nuevo elenco. Lo mismo me pasa con "Saltimbanquis": es una obra que tiene una mística y a nadie que pasó por el elenco la obra le resultó indiferente. También la mayoría de los que pasaron por "Hair" quedaron marcados para siempre. No podría transmitir lo que sienten los hippies aquel que realmente no cree en la importancia de la vida en comunidad. Sólo si logro que el actor lo crea la obra puede tener verdad. Y el vehículo para llegar a esa verdad fueron, en parte, los actores que ya la habían hecho.
CONTRACULTURA
-Puesto a dirigir, ¿cuál fue el mayor desafío que enfrentó?
-"Hair" es una obra de contracultura. Cuando se estrenó en Broadway cambió la forma de hacer musicales. Los autores (James Rado y Gerome Ragni -libro y letras-, Galt Mac Dermont -música-) no venían del palo del musical y querían hacer algo prácticamente opuesto a la manera en que se hacían los musicales en Broadway. Buscaron hacer una obra que no fuera de trama sino de situaciones. "Hair" no tiene un argumento que lleve la obra adelante, está constituida por una serie de viñetas que la comunidad va contando y que van armando una trama en torno a uno de los hippies, que viene de la clase media y no sabe si seguir esa vida o atender los mandatos sociales, tener una profesión e ir a la guerra. Tal vez el mayor desafío haya sido lograr verdad a través de un sistema dramatúrgico tan poco convencional.
Esas canciones inolvidables
En pocas semanas más, Pablo Gorlero tendrá cuatro obras en cartel de manera simultánea. Además de "Hair" y "De eso no se canta", se apresta a reponer "Saltimbanquis" en la sala Muiño del Cultural San Martín, y el 8 de junio estrena "Musiquitas", otro espectáculo para toda la familia, en el Centro Cultural 25 de Mayo.
"Amo trabajar para chicos", confiesa. "Sr. Imaginación" (su debut como autor y director teatral) y "Saltimbanquis" tienen mucho que ver con mi niño interior. La primera la hice a partir de canciones que resonaban en mi cabeza. Soñaba que los padres pudieran compartir con los chicos esos recuerdos. Y algo parecido me ocurrió con "Saltimbanquis".
"Musiquitas" tiene libro de Jorge Maestro y Sergio Vainmann, dirección musical de Juan Ignacio López, coreografías de Lucila Saenz y el protagonismo de Ana María Cores. "Hay un autor que de chico me gustaba: Sergio Dantí. Participaba de un programa de Canal 9 que conducía Elvira Romey. Hace unos años lo ubiqué, está radicado en Barcelona hace tiempo. En su pagina web encontré un disco en el que grabó canciones para chicos. Son temas que se cantan en los jardines de infantes y que muchos no saben que son suyos. Le conté la idea a Jorge (Maestro) y a las dos semanas ya tenía un primer boceto. Estoy muy contento".