Sin rumbo ni futuro

 Furia de invierno

Por Perla Suez

Edhasa. 93 páginas

Hay libros que están atravesados por sensaciones. Furia de invierno, la última novela de la escritora Perla Suez, es uno de ellos. Hay en él la soledad, la tristeza, la incertidumbre, el desamparo. Un cóctel emocional en un relato que por breve no deja de tener alto impacto.
Luque es un hombre que huye, que escapa hacia adelante de una vida que no le tiene reservado lugar alguno. Perdió a su madre de pequeño, sufrió el maltrato y el posterior suicidio del padre, y ya adulto es abandonado por su mujer. Solo de nuevo, simplemente se echa a andar hasta llegar a Paraguay. Allí, piensa, construirá un porvenir.

Eso que también solemos llamar destino le tiene preparado al protagonista, una vez más, días de zozobra y angustia. El texto se desenvuelve en un estilo narrativo singular, casi a borbotones, con saltos temporales que en nada perjudican el interés por la historia. La técnica de Suez, acciones cortas, episodios dinámicos, mantienen cautivo al lector.

Furia... puede ser también un golpe bajo, una mueca burlona para todos aquellos que necesitan creer en el efecto pendular de la vida humana, en que necesariamente luego de un período tormentoso, finalmente saldrá el sol. Aquí se rompe con la fantasía, se asevera en los hechos que la desgracia puede ser un tobogán infinito.

En ese vacío existencial está Luque, viviendo como pasero en la frontera, siempre en los bordes, haciendo equilibrio en la cornisa junto a una mujer que no lo ama sino que lo acepta con resignación. Entonces su presente dará un vuelco inesperado. Deberá afrontar las consecuencias de haber estado en el momento y lugar equivocado. Y nada volverá a ser como antes.