El Estado hoy no demanda personas capaces; demanda siervos y cómplices

El que ingresa a la casta nunca es abandonado, no importa lo que haga, excepto que traicione

Artículo 22 de la Constitución Nacional: ""El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución".

Los gobernantes nos imponen innumerables requisitos para trabajar o para ejecutar las acciones más básicas. Para poder manejar un automóvil debemos tener un registro. Nos piden que sepamos leer, que conozcamos las reglas de tránsito, hasta nos hacen un examen psicológico. Para manejar profesionalmente, debemos además presentar certificados de buena conducta. Para preparar sándwiches en un mostrador nos exigen libreta sanitaria.

¿Qué requisitos deben cubrir los gobernantes? ¿Qué les exigimos nosotros, los representados? ¿Cuáles son los requerimientos para ser ministro, secretario o director de una repartición estatal? ¿Y para un cargo electivo? Incluso en el Poder Judicial, dan examen sólo los candidatos a jueces y no el resto.

En cuanto a los legisladores, de sólo escucharlos hablar en el Congreso queda claro que muchos desconocen las leyes y la Constitución. Existen innumerables personas en el Poder Ejecutivo -no sólo en este último gobierno- que ignoran la actividad a la que fueron asignados. En algunos casos uno sospecha que no podrían sortear un psicotécnico.

Esto es si suponemos, según el texto de la Constitución, que los mandatarios nos representan a nosotros.

DESCONEXION

En el siglo XXI se ha puesto en evidencia la desconexión entre representados y representantes. No sólo en Argentina. En Occidente. El Tratado de Lisboa (Unión Europea versión SXXI) fue rechazado por los votantes en numerosos referendos, sin embargo las legislaturas respectivas lo aprobaron. Lo mismo sucedió en Colombia con el armisticio con las FARC.

Ese divorcio quedó en evidencia en el referendo por el Brexit y las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2016.

Sin embargo sí existe un mecanismo de selección de las personas que se dedican a la política. Sólo que no responden ni a los intereses del Pueblo ni a los de la Nación. Deben demostrar flexibilidad para proteger los intereses de quienes los ponen en esos lugares. De sus financistas, de sus sponsors. El último caso público es Macron, ex empleado de la Banca Rothschild. En la política vernácula tenemos numerosas arañas misteriosas, que no se sabe quiénes los patrocinan.

Quienes pretendan ingresar al Poder Judicial deben dar muestras explícitas -desde el momento que cursan sus carreras universitarias- de adhesión a la ideología dominante, esto es a la política abolicionista en el área penal, y a la ideología de género en área de familia. 

Lo mismo sucede para quienes pretendan integrar un cuerpo legislativo, desde sus inicios en think tanks, charlas en fundaciones y ateneos. 

Si están en el área económica, deben exhibir alineamiento con la globalización y el Mercosur.

Exponer su fascinación porque los pakistaníes entraron al mercado laboral y la flexibilización les permite ganar dos dólares por día tras doce horas de trabajo. En el área social se mostrarán multiculturales, indigenistas, pro-afro y anticristianos y fanáticos de la economía social -lo que esto sea-. 

Básicamente, debe exponer su lealtad a toda moda que cada 10 años inician en las metrópolis. 

OTROS PARAMETROS

Esa gente entonces, no puede ser reclutada con los mismos parámetros que para cualquier labor. No se necesitan personas capaces, se necesitan personas obedientes. 

A cambio obtienen: dinero para las campañas electorales, sueldos de ABC1 más extras, hacerse de un patrimonio, continuidad y cuando llega el momento del retiro, paracaídas de oro. El que ingresa a la casta nunca es abandonado, no importa lo que haga, excepto que traicione. 

En octubre deberemos elegir entre matices de socialdemocracia, la única oferta disponible. Las bases son las mismas para todos los partidos: gasto público de casi el 50% del PBI, profusión de ayuda social, tipo de cambio atrasado, desindustrialización y traslado de actividad a Brasil, ahogamiento de la actividad económica privada vía impuestos, inflación y regulaciones, subsidios a los amigos, altos niveles de corrupción y adhesión acrítica a la agenda global impuesta por los organismos internacionales. ¡Ah, e inflar Vaca Muerta!

Esta subordinación conlleva: control de la natalidad a como dé lugar, destrucción vía desmotivación y desfinanciación de las Fuerzas Armadas, fronteras lábiles, subvenciones a la inmigración en subordinación al Global Compact, sumisión abyecta al Reino Unido, tolerancia al narcotráfico (el gobernador de Jujuy Gerardo Morales conjuntamente con su hijo operan una plantación de 33.600 acres de marihuana en sociedad con Green Leaf Farms Ltd, (https://playersnetwork.com/green-leaf-farms/), altos índices de desocupación, obedecer los mandamientos de la CIDH y de fundaciones con claros nexos con el Foreign Office.

DEVASTACION

En economía las consecuencias son devastadoras. Desocupación crónica, proceso acelerado de desindustrialización, traslado de poder económico, político y de mano de obra calificada a Brasil, destrucción sistemática de la industria de base (metalúrgica y química), paralización del sistema de transporte en la octava superficie del mundo, abandono del Mar Argentino, con las consiguientes pérdidas en el negocio de la pesca. 

Estas políticas, que abarcan todos los rubros (educación, salud, administración, seguridad, inmigraciones, AFI -inteligencia-, transporte, industria, comercio, aduana, tecnología, FFAA) necesitan -literalmente- un ejército para cubrir todas las áreas de la administración pública. 

El secreto es digitar la conformación de las listas dentro de cada partido, de tal manera que gane quien gane, los intereses de la banca, de los contratistas del Estado, de las fundaciones con agenda internacional logren sus objetivos. Es igual en Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia.

La votación por el aborto ha sido un fenomenal screening (filtro). Veremos cuántos de los que votaron en contra del mandato internacional serán incluidos por sus propios partidos en las listas 2019.

Así todos son obedientes. ¿Quién se ha opuesto al Mercosur o la desindustrialización? Décadas atrás los sindicatos fuertes eran la UOM o SMATA o los ferroviarios. Hoy son los estatales. Cuando Moreno prohibió la exportación de carne 18.000 compañeros se quedaron sin trabajo. Nadie se solidarizó. Silvio Etchehún clamaba solo en los canales de televisión.

MAYORIA SILENCIOSA
 
En estos meses escucharán a todos los candidatos cantar la misma canzonetta: usar el dinero público para reactivar la economía, más subsidios a la actividad privada -desde petroleras a planes sociales-, renegociar la deuda (léase más deuda) y, no lo dirán, reducirán el presupuesto de las Fuerzas Armadas y debilitarán el control de fronteras. Más de lo mismo.

Lo que hay que hacer ya lo sabemos: bajar impuestos, no emitir, no endeudarse, fortalecer las FF.AA., ocupar todo el territorio y descomprimir Buenos Aires, rehacer los FF.CC., tener flota.
Ahora queda averiguar con quién lo hacemos.

Si en algún momento vamos a recuperar el país de manos de los interventores socialdemócratas actuales, hay que contar con todo un ejército de personas para cubrir todas las áreas de gobierno.
Esas personas están, existen. Miles de argentinos se han llamado a silencio porque se han dado cuenta que no era su tiempo. Alzar la voz era perder su puesto en la función pública o ser aislado.

Algunos se refugiaron en la actividad privada, otros se limitan a cubrir su carga burocrática y en silencio resistir y salvar lo que se pueda del naufragio. Miles en juzgados, ministerios, comisarías, escuelas y hospitales desafían en silencio el orden establecido. Enseñan quién fue San Martín, Güemes y Belgrano - mientras el Presidente no concurre a los actos-, tratan de meter presos a delincuentes, protegen nuestras fronteras dentro de sus posibilidades, cuidan regimientos con presupuestos irrisorios, pintan escuelas de frontera o suturan heridas en una guardia. 

Ya vendrá el tiempo de los que anteponen la Nación por sobre el mandato de la ONU o la CIDH, el FMI o el BM. Mientras tanto, humildemente, miles de argentinos mantienen en pie lo que pueden.
Vaya este humilde homenaje a todos esos héroes silenciosos.

Ya vendrá nuestro tiempo.

* Economista