"Candide" y un Bernstein revelado

Con un recorrido azaroso, la obra conquistó el gusto popular en 1973, en Broadway, pero hasta ahora no había llegado a la Argentina. Rubén Szuchmacher dirige esta puesta con la Orquesta y el Coro Estables del complejo platense.

Figuras ambas de tendencia izquierdista, Lilian Hellman, pareja de Dashiell Hammett, venía hablando con Leonard Bernstein ya desde 1950 acerca de la posibilidad de elaborar una pieza lírica sobre "Candide", de Voltaire, como expresión satírica, de protesta en tiempos de la drástica campaña anticomunista del senador McCarthy. Ocupados, sin embargo, por otras actividades, el proyecto se fue demorando, hasta que en 1955, después de "Omnibus", "On the water front" y sus conciertos en Tanglewood, Leni se abocó a la composición de una opereta cómica, con la idea de plasmar, antes que otra cosa, una fina parodia del género operístico.

"Candide" se estrenó en Broadway como musical el 1º de diciembre de 1956, con puesta en escena de Tyrone Guthrie, destacada personalidad del mundo teatral, y no alcanzó mayor repercusión, por lo que después de varias semanas debió ser retirada de cartel. A partir de allí comenzó un largo y escabroso recorrido. En primer lugar, el libreto fue objetado por su excesivo vigor y seriedad y sus rasgos extraños al original. La partitura también resultó cuestionada por críticas que la descalificaron tratándola de débil ""pasticcio"".
Durante los años siguientes, el texto fue totalmente reelaborado por Hugh Wheeler, con la adición de lyrics provenientes de diversos colaboradores (entre ellos, Stephen Sondheim), al tiempo que Bernstein reescribió parcialmente la música, la reorquestó y transformó también el esquema de algunas escenas. En 1973, Harold Prince ofreció una nueva y muy imaginativa entrega de "Candide" en un acto, inicialmente en el Brooklyn"s Chelsea Theater, y luego en el Broadway Theater, la que alcanzó -ahora sí- setecientos cuarenta representaciones. 

EDICION FINAL
Reestructurada para la New York City Opera en 1982 (Wheeler-Prince), la "versión revisada final" por el propio Bernstein, con participación en el texto de John Wells (Barbican Centre de Londres, 1989, derivada de las representaciones del año anterior de la Scottish Opera) ha pasado a convertirse, si se quiere, en la edición definitiva.
La obertura de "Candide", por lo demás, con su encantador swing, terminó por consagrarse como una de las páginas más trascendentes del repertorio lírico norteamericano.
Cabe recordar a esta altura que "Cándido o el optimismo" narra las incontables peripecias del protagonista tanto en Europa como en América, vicisitudes de lo más variadas en lugares y circunstancias, descorazonadoras, negativas, frente a las cuales él siempre reacciona con espíritu positivo. Ello, hasta concluir su agitada trayectoria con una frase de Voltaire que se hizo célebre: ""il faut cultiver notre jardin"" (maque oír Garden grow), o sea, es necesario que nos dediquemos nosotros mismos a mejorar nuestras propias vidas. Cunegonde, su amada, convertida finalmente en una sombra de lo que fue; y M. Pangloss, su tutor, son algunos de los muchísimos y conocidos personajes que pueblan el universo de "Candide".

CENTENARIO
En conmemoración de los cien años del nacimiento del músico estadounidense, y también con el propósito de salir de su habitual inactividad, el Teatro Argentino presentará "Candide" hoy, a las 20.30 hs. en el Coliseo porteño, en calidad de estreno argentino. La producción, en la que se viene trabajando desde hace tiempo, pertenece en su totalidad a la sala platense y cuenta con régie de Rubén Szuchmacher, coreografía de Marina Svartzman, escenografía y vestuario de Jorge Ferrari e iluminación de Gonzalo Córdova. El libreto ha sido rearmado -una vez más- por Lautaro Vilo y el propio Szuchmacher.

Además de los diversos actores que la obra exige debido a la multiplicidad de sus personajes, en el cuadro de cantantes estarán en los papeles más importantes Santiago Martínez, Oriana Favaro, Eugenia Fuente, Héctor Guedes, Mariano Gladic y Rocío Arbizu, todos con el concurso del Coro y la Orquesta Estables del Teatro Argentino, bajo la conducción de Pablo Druker.

En una obra que presenta semejante complejidad teatral, le preguntamos a Szuchmacher durante una pausa del ensayo general, cuál es el concepto que guía esta producción de "Candide".
"En primer lugar -respondió-, ubicamos la acción en la época en que la obra fue compuesta, o sea, fines de los años "50, y no en los tiempos originales de Voltaire. Además de ello, como se trata de una pieza si se quiere "camaleónica", que bien puede ser tomada como una ópera, una opereta, un musical; la idea fue darle a la puesta un corte pop, moderno".

-¿En cuanto a los patrones estéticos del marco visual?
-El trabajo escenográfico tiene que ver con un pensamiento realista, con influencias de Roy Lichtenstein, Andy Warhol y esa corriente de la década del "60 que toma lo cotidiano y lo exhibe. Nuestro trabajo es, por ello, intencionadamente sencillo, para que la obra pueda circular con agilidad, digamos con leggereza. Hubiera sido muy negativo, anacrónico, retrotraerla al pasado. La clave de "Candide", por otra parte, está en la música de Bernstein, desde ya ecléctica, que contiene citas populares y otras de Weill y hasta de Stravinsky. El enfoque estético tiene que ver entonces con esa multiplicidad de sentidos, de miradas diversas que aparecen a partir de 1960 y de alguna manera configuran el estilo pop art.

-¿Tuvieron alguna dificultad para seleccionar la versión?
-La elección la hizo la dirección musical, pero lo que nos trajo algún problema a partir de la edición escocesa, que es la que utilizamos, es que el material incluía los textos de las canciones, pero no el diagrama dramatúrgico. A fin de reconstruir el libreto nos manejamos con indicaciones dispersas que pudimos conseguir de otras ediciones, con elementos del guión de Wheeler, y también, por supuesto, de la obra de Voltaire.

Tras el estreno de esta noche, las restantes funciones (la primera es para Nuova Harmonia) tendrán lugar este jueves y el sábado.