El novedoso método de seguridad que puso en marcha San Miguel

Historias del conurbano

 


La inseguridad sigue al tope de las preocupaciones de los habitantes del conurbano. Más allá de los datos recientes en varios sondeos donde aparecen cuestiones vinculadas a la economía, la inflación y el temor a perder el empleo. Pero la cuestión vinculada al combate del delito ha hecho que los municipios del conurbano tuvieran que hacerse cargo de responsabilidades que están en manos de la provincia de Buenos Aires. Sobre todo en materia de prevención o de represión del delito. Fue desde aquel momento en que surgieron la instalación de las cámaras, los centros de monitoreo, la compra de patrulleros para la policía municipal y hasta la polémica por la creación de fuerzas de seguridad donde se discutió la injerencia de los intendentes. Pero la tecnología avanza y es posible aprovecharla de varias formas. 
El caso del municipio de San Miguel es paradigmático. Ha puesto en marcha un mecanismo llamado "Ojos en Alerta", donde los vecinos brindan información a través del popular WhatsApp.
Lo que empezó como una prueba silenciosa y con pocos usuarios, hoy se convirtió en una comunidad donde se podría decir que se han multiplicado las cámaras a través de los propios vecinos que alertan sobre hechos sospechosos en sus barrios.
Según lo que definen en el municipio del noroeste del conurbano, "Ojos en Alerta" conecta a los vecinos con el Centro de Operaciones Municipal (COM) a través de WhatsApp. "Nos permite dar aviso de cualquier acto sospechoso, accidente o hecho delictivo de forma inmediata y con otros recursos que no tienen los llamados telefónicos, como fotos, videos e incluso la propia ubicación, convirtiendo al celular en un botón antipánico", explica Cristian Méndez quien en noviembre ha sido invitado a disertar sobre este modelo en Barcelona.
Las primeras experiencias de este mecanismo fue hacerlo con los choferes de remises. Al igual que los taxistas en la Capital, los trabajadores de este rubro en el conurbano se han multiplicado de tal manera que tienen una presencia en la calle de manera permanente. Qué mejor fuente de información que ellos. De a poco, se han ido sumando diversos vecinos que se comprometen y reportan en tiempo real información que puede ayudar a prevenir un delito, ayudar a una persona que se accidentó en la calle y hasta frenar hechos de violencia domestica en la vía pública.
Desde el municipio de San Miguel aclaran que se trata de las clásicas aplicaciones en los teléfonos celulares. "La gente no se bajaría una aplicación para hacer denuncias porque le ocupa lugar en el teléfono y le gasta datos.
El WhatsApp ya lo tiene descargado y es gratis", primer punto importante. Además no compite con el 911 de la policía bonaerense sino que es complementario. "Nació como una propuesta de participación ciudadana. A diferencia de otros canales de denuncias, aquí la mayoría denuncia lo que le está sucediendo a otra persona. Por ejemplo, uno pasa por una calle, encuentra a una persona accidentada y la ayuda avisando a Ojos en Alerta", agrega Méndez, quien todas las semanas encabeza más de 10 capacitaciones por semana para sumar a vecinos en la metodología que ha mostrado ya varios resultados concretos.
"Es fundamental que la gente se capacite y lo pueden hacer en ojosenalerta.org
Ya tenemos más de 6 mil inscriptos y más de 1.000 mensajes por mes. El 80% fue de prevención y el 20% de persecución. Ese es el porcentaje de denuncias que recibimos", explicó a La Prensa el funcionario del gobierno municipal. Y añadió: "En general la gente no llama al 911, con lo cual no informa lo que está pasando. La única manera que tiene el Estado de recabar información son las patrullas, los policías y las cámaras. Ningún delincuente delinque abajo de una cámara o delante de un patrullero, lo hace cuando ellos no lo ven".
La manera más gráfica de explicar de qué e trata este programa que empezaron a replicar otras comunas del conurbano es decir que cada usuario se convierte en una cámara móvil, que se conecta en tiempo real con el centro de monitoreo municipal. Además, cuentan desde la comuna que les permite "mejorar y actualizar casi en forma diaria el mapa del delito, lo que nos permite distribuir los recursos de manera estratégica y más eficiente".
"Lo que proponemos es en un punto un cambio cultural. Lo más importante es que el vecino se involucre. Se basa fundamentalmente en la capacidad del vecino de detectar hechos sospechosos y de denunciarlos", contó Cristian Méndez.
El conurbano tiene características muy particulares. La mayoría de los vecinos cada vez se "aislan" más y sobre todo en momentos de altos índices de inseguridad. Este proyecto muestra un camino a observar con detenimiento. La inseguridad no da tregua. Obliga a pensar y a utilizar todas las herramientas posibles. Muchas de ellas están al alcance. Sólo hay que saber usarlas.