EL SEGUNDO MILAGRO ARGENTINO DEPENDE, BASICAMENTE, DE RESTAURAR LA SEGURIDAD JURIDICA
El reto de rehacer la Nación que fue
En un reciente artículo del CATO Institute, Richard Epstein escribió La Constitución Liberal Clásica donde expuso un principio que considero de vital trascendencia y dijo: "Los principios incorporados a la Constitución liberal clásica no son aquellos que operan sólo en ésta o en aquella era. Son principios para todas las eras". Decididamente esos principios los instauró el sistema que cambió la historia del mundo, y surgiera la libertad y la creación de riqueza por primera vez en la historia.
La ignorancia del mismo es a mi juicio el peligro latente en la llamada civilización occidental. Esos principios surgieron en Inglaterra a partir del pensamiento de John Locke referente a la idea fundamental de los límites al poder político y el respeto por la propiedad privada. Así al respecto escribió: "Los monarcas también son hombres". Consecuentemente Inglaterra que en la era de los Tudor era uno de los países más atrasados de Europa, en 1688 produjo la Glorious Revolution que, aceptados los principios de Locke, dio lugar a la Revolución industrial.
Con respecto a la era de los Tudor, que violaban la Carta Magna, David Hume en su Historia de Inglaterra escribió: "Los ingleses en aquella era estaban tan totalmente sometidos, que como los esclavos del Este, estaban inclinados a admirar aquellos actos de violencia y tiranía, que eran ejercidos sobre sí mismos y a sus propias expensas". La anterior observación es de la mayor trascendencia para reconocer que la libertad no surge de la raza ni de la supuesta cultura, sino del sistema ético-político, que como antes dije se sustenta en el reconocimiento de la naturaleza humana.
NO HUMANOS
Ese sistema se basa en el respeto de los derechos individuales. Individuales; no humanos. Ya los griegos se habían percatado de que cuando los universales son reales, los que los forman carecen de entidad y por tanto tampoco tienen derechos sino obligaciones como había presupuesto Platón seguido más recientemente por Kant. Esos derechos son a la vida, la libertad, la propiedad y el derecho a la búsqueda de la felicidad. Este último derecho ya había sido considerado por Locke como el principio fundamental de la libertad.
Fueron los Founding Fathers, hoy aparentemente olvidados en los propios Estados Unidos los que basados en los anteriores principios crearon el sistema del Rule of Law. Y recuerden que lo que importa no es la ley sino qué ley. Por ello Hayek había reconocido que no era lo mismo una ley que regula el tránsito, que una que nos dice a dónde debemos ir. Ese sistema fue denominado por Marx capitalismo como un sistema económico al cual lo valora económicamente y lo descalifica éticamente. Así en el Manifiesto Comunista reconoció: "La burguesía durante su autoridad de escasamente cien años, ha creado más masivas y más colosales fuerzas productivas que todas las generaciones juntas que le precedieron". Seguidamente su descalificación ética, que está pendiente socialdemocracia mediante, lo considera la explotación del hombre por el hombre.
EL DERRAME
Pero volviendo al principio del derecho del hombre a la búsqueda de su felicidad, como el principio fundamental de la libertad se encuentra hoy éticamente descalificado por la izquierda socialista. Ese principio fue igualmente aceptado cuando Adam Smith en La Riqueza de las Naciones escribió: "En persecución de su propio interés, el frecuentemente promueve más efectivamente el de la sociedad, que cuando realmente intenta promoverlo. Nunca he conocido mucho bien hecho por aquellos que pretenden negociar por el bien público".
Ese principio que fuera reconocido por Adam Smith como la mano invisible fue reconocido recientemente como el derrame. Pero ahora, con el Papa a la cabeza, se ignora el derrame y se pretende la justificación del socialismo como reconocimiento de los derechos del pueblo. Por ello va a Cuba y a la vez que descalifica el sistema capitalista se encuentra con los criminales más grandes que ha dado América Latina, que son los Castro.
La otra confusión imperante es la democracia con el socialismo, que como bien dijera Friedrich Nietzsche son sinónimos. Pero fue James Madison que consciente del pensamiento de Locke, Hume y Adam Smith en la Carta 51 de El Federalista escribió: "Si los hombres fueran ángeles no haría falta el gobierno. Si los ángeles fueran a gobernar a los hombres, no haría falta ningún control interno ni externo. Al formar un gobierno que es una administración de hombres sobre hombres, la gran dificultad yace en esto. Ud. debe primero capacitar al gobierno para controlar a los gobernados y en segundo lugar controlarse a sí mismo. La dependencia del pueblo es sin duda el control primario, pero la experiencia ha enseñado a la humanidad la necesidad de precauciones auxiliares".
Esa precaución auxiliar y a mi juicio definitoria es el establecimiento del rol fundamental del Poder Judicial para decidir qué es la ley de conformidad con los derechos que garantiza la Constitución nacional. Por ello asimismo reconoció que las mayorías no tenían el derecho a violar los derechos individuales. Y Hume escribió al respecto, algo que estamos observando en la actualidad: "El problema no son las mayorías, sino las asambleas que pretenden representarlas". En otras palabras ya hemos visto que cuando los derechos son del pueblo, se traduce en un incremento del gasto público, que implica la violación de los derechos individuales, la economía no crece y se manifiesta la creciente corrupción que entraña el poder absoluto.
EUROENFERMOS
Aparentemente en nuestro mundo el principio del derecho a la búsqueda de la felicidad está siendo sustituido por el derecho a la igualdad. Y como bien dijera Karl Popper en ese intento se pierde la libertad. Hoy en los propios Estados Unidos se tiende a ignorar a los Founding Fathers y a los que los defienden como el llamado Tea Party se le descalifica como de extrema derecha. También hoy el candidato a la presidencia por el partido demócrata Bernie Sanders se declara socialista. Ignora así que el socialismo implica la violación del derecho de propiedad y por tanto es inconstitucional en Estados Unidos.
El problema de la desigualdad está presente y por supuesto es la base del denominado sistema del estado de bienestar que impera en la Unión Europea, y a los hechos me remito de la crisis permanente y el no crecimiento de su economía. Como bien dijera The Economist "el problema de Europa es el sistema y el que lo quiere cambiar pierde las elecciones". Tan vigente está el problema de la desigualdad incluso en la intelectualidad que la última edición de Foreign Affairs dedicó cinco artículos a la situación de la desigualdad y la supuesta necesidad y forma de superarla. En los mismos se habla del primer mundo sin distinguir la diferencia entre el sistema americano y el socialismo de la Unión Europea. Pareciera que se considera que el sistema europeo es capitalista no obstante tener un gasto público que fluctúa alrededor del 50% del PBI.
Insisto en la validez del pensamiento de Richard Epstein y la realidad que enfrentamos que es el desconocimiento filosófico y político del mismo. Pero aquí tenemos otro ejemplo indubitable de la validez del pensamiento de Epstein que es la Argentina. Como bien reconociera The Economist a principios del siglo XX Argentina tenía un ingreso per cápita más alto que Francia, Alemania e Italia. La razón de esa realidad es que fue el tercer país del mundo en aplicar el sistema liberal constitucional clásico en su Constitución de 1853-60. En la misma está reconocido el principio del derecho a la búsqueda de la felicidad en su artículo 19. Llegado Juan Perón, se violaron estos principios y aquí estamos con la esperanza de que Macri intenta rehacer la Argentina que fue, restaurando fundamentalmente la seguridad jurídica.