Crítica: "Non-stop sin escalas", un thriller con buena acción ambientado en una aeronave

Muchos pasajeros en peligro

"Non-stop sin escalas" (Non-stop). Coproducida entre Estados Unidos y Francia, 2014. Dirección: Jaume Collet-Serra. Guión: John W. Richardson, Christopher Roach y Ryan Engle. Fotografía: Flavio Martínez Labiano. Música: John Ottman. Actores: Liam Neeson, Julianne Moore, Scoot McNairy y Lupita Nyong"o. Presenta: Alfa Films. Duración: 115 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años. 

De Bill Marks (Liam Neeson), este hombre nervioso que mira la fotografía de una niña en su auto, o apura un trago de whisky, no sabemos nada. Ni que es agente aéreo y que como trabajo cuida a los pasajeros en vuelo, ni que tiene el drama de haber perdido una hija. Sólo lo vemos en el aeropuerto de Nueva York, que está a punto de tomar un jet rumbo a Londres. Luego observamos a un molesto pasajero intentando entablar conversación y un ama de casa alborotadora, Jen (Julianne Moore), que intenta terminar con sus tareas en tierra, vía celular, mientras espera embarcar. 

Cuando Bill Marks esté en su asiento, se sabrá que no le gusta volar, porque lo dice en algún momento a su compañera, la mujer que hablaba por el celular y al fin consiguió ubicación al lado de la ventanilla. 

Entonces será el momento en que el móvil de Marks advierta que alguien se comunica con él diciéndole que cada veinte minutos un pasajero morirá. Luego sabrá que hay que depositar ciento cincuenta millones de dólares para que esto no ocurra. Pero ya empezarán los muertos y la azafata desconfiará, como la mayoría de los pasajeros que, poco a poco, serán conscientes del peligro. 

RUMBO A LONDRES

Thrilller aéreo de suspenso, "Non-stop sin escalas", es un atractivo filme del catalán Jaume Collet-Serra -el director de "La huérfana"-, que transcurre a bordo de un avión, camino a Londres y mantendrá en vilo al espectador, que se pregunta sobre el futuro de esa tripulación.

Mantener el suspenso en un solo escenario (un avión) no es tarea fácil, pero el director lo consigue a través de la muy buena actuación de Liam Neeson, con una Julianne Moore siempre lista y Michelle Dockery, en el papel de la azafata Nancy. Claro que la calidad de la última parte de la película decae, lo mismo que el guión, aunque es cierto que se intensifica la acción. 

Buen ritmo y algunas figuras conocidas, que hacen los papeles de dos pasajeros, como Lupita Nyong"o y Scoot McNairy, a los que se vio en "12 años de esclavitud", completan este filme que atrapa.

Calificación: Buena