Crítica: "María y el Araña", un poético y tortuoso filme sobre la niñez y el desamparo

El amor, un vecino del dolor

 

"María y el Araña". Coproducida entre la Argentina, Francia y Ecuador, 2013. Dirección: María Victoria Menis. Guión: María Victoria Menis y Alejandro Fernández Murriay. Fotografía: Daniel Andrade. Música: Matías Cella y Ariel Polenta. Actores: Florencia Salas, Diego Vegezzi, Mirella Pascual y Luciano Suardi. Presenta: 3C Films. Duración: 89 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Como en "El cielito" (2003), María Victoria Menis vuelve a hablar del desamparo y la niñez y lo hace a través de una poética urbana y dolorosa y de dos chicos de poco más de diez años: María (Florencia Salas) y el Araña (Diego Vegezzi).

En esta historia de claroscuros Menis expone un conflicto actual y tortuoso, en el que coinciden cuatro personajes: la abuela (Mirella Pascual) de María, el compañero de la mujer (Luciano Suardi), que se presume abusa de la chica y un chico que vive con su padre enfermo y disfrazado de Hombre Araña, se dedica a hacer malabares y juntar monedas en los vagones del subte de la línea D.

LEJOS DEL SOL
María conoce al Araña en el subte, en cuyos vagones todos los días intenta vender unas pequeñas guías. El chico un día le "roba" un beso. Pero ella, de trece años, guarda un secreto terrible que no puede verbalizar por temor al compañero de esa abuela, que indiferente a lo que sucede a su alrededor, prefiere mirar hacia cualquier lado.
El tema, tal vez, hubiera requerido una mayor profundización, pero la directora sólo quiso mostrar una historia de amor, que nace en medio del dolor y está bien actuada por Florencia Salas, Diego Vegezzi.
Calificación: Buena