Crítica: "Todos tenemos un plan", un thriller con Viggo Mortensen y Soledad Villamil

El Delta del extraño secreto

Con un buen diseño de arte e impecable fotografía "Todos tenemos un plan" intenta algo inquietante, que en algunos momentos inspirados logra.

Ficha técnica:
"Todos tenemos un plan". Coproducida entre Alemania, Argentina y España, 2012. Dirección: Ana Piterbarg. Guión: Ana Piterbarg y Ana Cohan. Fotografía: Lucio Bonelli. Música: Lucio Godoy y Federico Jusid. Actores: Viggo Mortensen, Soledad Villamil, Daniel Fanego, Javier Godino, Sofía Gala y Oscar Alegre. Presenta: Fox. Duración: 118 minutos. Calificación: Para mayores de 16 años.

Agustín (Viggo Mortensen) no está contento con la vida que eligió. Parece que la responsabilidad, la profesión, lo previsible de todos los días terminó por hastiarlo. Y ahora, precisamente, su mujer Claudia (Soledad Villamil) quiere adoptar un chico. Quizás sea el momento de decir "hasta aquí". Entonces Claudia, su esposa le dice que se tiene que ir. Y quién sabe él piense que a la vuelta dará el corte final, o imagine que alguien va a aparecer. Y sí aparecerá y le dará vuelta la vida.

Será Pedro (Viggo Mortensen), su hermano gemelo, su opuesto. Desprolijo, marginal, jugado, como expulsado de las islas en que vivió, llegó para pedirle algo que Agustín nunca imaginó. Algo que le hará tomar su identidad y viajar a esas islas del Tigre, donde debe suponer que está la aventura.

LOS DESTERRADOS

Cuando uno ve que el libro que trae Pedro es "Los desterrados" de Horacio Quiroga, imagina que el buen comienzo del filme, conducirá a un mundo y personajes apasionantes. Sin embargo, todo queda a medio camino. Y eso que hay sugestión en el rostro de Mortensen, fuerza en la Villamil, frescura en Sofía Gala -en el papel de Rosa- y todo el peligro de un viaje arriesgado en el rostro cortado a cuchillo de Daniel Fanego, como Adrián. Los personajes no crecen, hay cabos que permanecen sueltos y la velada naturaleza del paisaje permanece sola, inmutable.

El personaje de Agustín (Viggo Mortensen) queda a la deriva en la búsqueda de sí mismo y el sonido ambiental bien aprovechado en los viajes por el agua es reemplazado por una imperiosa banda sonora.

Con un buen diseño de arte e impecable fotografía "Todos tenemos un plan" intenta algo inquietante, que en algunos momentos inspirados logra.

Calificación: Buena