Crítica: "Yo maté a mi madre", opera prima de un interesante y joven artista

El complicado amor filial

Ficha técnica:
"Yo maté a mi madre" (I killed my mother). Estados Unidos, 2009. Dirección y guión: Xavier Dolan. Fotografía: Stéfhanie Anne Weber-Biron. Actores: Anne Dorval, Xavier Dolan y Franois Arnaud. Presenta: Cosmos-Uba. Duración: 96 minutos. Calificación: Para mayores de 16 años.

Se llama Xavier Dolan Tadros, fue un niño actor y esta película que dirigió, actuó y produjo a los diecinueve años, se llevó varios premios en el Festival de Cannes de ese momento. Después hizo otra más exitosa y rueda la tercera, en estos momentos, sobre un personaje transexual.

El filme semi-autobiográfico narra la tumultuosa relación de una mujer de clase media, separada, con su único hijo, que reúne todas las virtudes y defectos de un adolescente, así como ella concentra cosas positivas y negativas, más o menos imbancables de un lado y de otro.

Si a Huber le molesta que restos de comida queden adheridos a la boca de su madre cuando come, o que siempre le eche en cara eso de quedarse en la casa, comer, dormir y hacerse lavar la ropa sin aportar ni un centavo; a su madre la enerva llevarlo en auto a todos lados, o verlo ensimismado con sus auriculares y un aire indiferente. Son seres incompatibles en ciertos momentos, una por inmadura, otro por prepotente y sin ningún mediador que lo contenga.

CONFLICTO QUE DUELE

Xavier Dolan es un creador, nadie lo duda. Tiene estilo, profundiza en el conflicto hasta doler y maneja los diálogos con una verosimilitud lacerante.

Claro que a veces estira o repite las situaciones y prescinde de la elipsis, pero todo es perdonable en una opera prima. Por el contrario, en algunos momentos, llama la atención ante un ramalazo creativo de segundos, o el apoyo musical de ciertas escenas. Si como director maneja bien los tiempos y se hunde en el barro hasta molestar, como actor sorprende esa efervescencia dramática y ese histerismo adolescente con subidas y bajadas de voz. Su estilo recuerda algunos momentos de Cyril Collard ("Noches salvajes") fuerte, sin vacilaciones.

Película dura, a veces obsesa y neurótica, con sus fluctuaciones entre el desborde y el equilibro. El chico Dolan hace verdaderos desafíos para que el filme, por su potencia y aspereza no resulte absolutamente insoportable. Bien manejados los actores, especialmente Dorval y Francois Arnaud (serie "Los Borgia").

Calificación: Muy buena