Dirigirá otros cuatro años la agencia para el desarrollo industrial

Magariños fue reelecto en las Naciones Unidas

El ex secretario de Industria de Cavallo logró dos tercios de los votos frente a un rival de Burkina Faso. El funcionario, que instrumentó cambios radicales desde que llegó al cargo en 1997, dijo que tiene grandes expectativas.

Viena - El argentino Carlos Alfredo Magariños fue reelegido ayer director general de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) para un nuevo mandato de cuatro años al haber logrado dos tercios de los votos en la segunda vuelta frente a su rival, Ablaseé Quedraogo, de Burkina Faso. Magariños, el único argentino que ocupa un cargo en las Naciones Unidas, indicó que tiene "grandes expectativas" sobre el futuro de la Onudi, que inició un nuevo rumbo desde que él comenzó a dirigirla en 1997 al hacer cambios radicales, "pero necesarios", en el proceso de administración informativa, financiera y programática, "que ya están dando sus frutos". La candidatura de Magariños fue propuesta por la Argentina y apoyada por una intensa campaña a nivel diplomático por su embajador en Viena, Gustavo Figueroa, en estrecha coordinación con el embajador de Perú en Viena, Javier Paulinich, presidente del Grupo de América Latina y el Caribe (Grulac), que designó al actual director general como su candidato. Cuando fue elegido para su primer mandato en septiembre de 1997, Magariños contaba 36 años y era representante comercial de la Argentina en Washington. Antes había sido secretario de Industria del ministro de Economía Domingo Cavallo. COMBATIR LA POBREZA La Onudi, creada en 1966, es la única agencia especializada del sistema de Naciones Unidas que promueve la industrialización en los países en vías de desarrollo y con economías en transición. Su objetivo es combatir la pobreza y la marginación, que afecta a los 1.400 millones de personas que sobreviven por debajo de la línea de pobreza absoluta, es decir, con menos de un dólar diario, y la mitad de ellos vive en la India y en China. Debido a esta situación y a que un tercio de la población mundial, 2.000 millones de personas, no tienen acceso a la energía, la Onudi trabaja para aumentar la productividad y transferir tecnología y conocimientos con programas de cooperación técnica y con estudios, así como con foros sobre la industria, estrategias de crecimiento, políticas activas y medio ambiente.