El baúl de los recuerdos. De joven le decían Cañoncito por la violencia de su remate. Esa característica lo transformó en uno de los artilleros más famosos de Boca y del fútbol argentino.
El mundo cuelga en el precipicio bajo la voluntad de un presidente norteamericano. No es una novedad. Pero no se trata de cualquier presidente.