Mi abuelo Homero Manzi

Por Homero Gustavo Manzione

Homero Nicolás Manzione Prestera nació un 1º de Noviembre del año 1907 en la estancia “Añatuya”. Su temprana muerte fue un 3 de mayo de 1951 a los 43 años, con innumerables proyectos por realizar.

Hablar de mi abuelo es también hablar de mi abuela y mis tíasas, mi padre Acho que me introdujo sobre quien era ese ser con tantas facetas, desde el estudiante de abogacía y notariado en la vieja facultad de Derecho en la Av. Las Heras de Capital Federal al profesor de historia y literatura en los colegios nacionales Moreno y Sarmiento, periodista que comienza en la redacción del diario “Crítica” hasta 1938, y en “Radiolandia” hasta 1939 donde fue director de la misma.

Incursionó en el cine como guionista o director, con 23 filmes, entre ellas “Nobleza Gaucha”, “Huella”, “Confesión”; “Con el dedo en el gatillo”, “Fortín Alto”, “La guerra Gaucha”, “El Viejo Hucha”, “Su mejor alumno”, “Pampa bárbara”, “Rosa de América”, “Pobre mi madre querida”, “El ultimo payador” y “Escuela de campeones” entre las más conocidas, cosechó varios permios entre dos Cóndores de Plata y varias medallas de oro. Demás está decir las primeras figuras que actuaron en ellas: Enrique Muiño, Ángel Magaña, Delia Garcés Sebastián Chiola, Francisco Petrone, Elsa O´Connor, Orestes Caviglia, Amelia Bence, Osvaldo Miranda, , y directores de la talla de Alberto de Zavalía y Lucas Demare entre otros, tema sobre el que pueden extenderse destacados críticos como Pablo de Vita.

Una de las anécdotas es que cuando estaban filmando “La guerra gaucha” con la dirección de Lucas Demare, mi abuelo desaparecía todas las noches volviendo a la madrugada, mi abuela Casilda lo manda a seguir y el resultado era que paraba en las afueras de Salta y en una pulpería se ponía a jugar con los paisanos, de allí sacaba modismos para incorpóralos al filme que fue, creo yo un hito del cine nacional, con dos mil extras y siendo la primera en tener tomas fuera de los estudios de cine.

Y término siendo presidente de SADAIC desde 1948 hasta 1951.

Antes de la inauguración oficial de la televisión en Argentina se hizo una transmisión de exteriores desde Plaza de Mayo. Frente a una muchedumbre habló el presidente Perón. Homero vio llegar las imágenes del nuevo invento: la televisión. El ministro de Salud Pública, Dr. Ramón Carrillo, le hizo acercar un aparato hasta el Instituto Costa Buero. Cuando terminó la transmisión, se quedó mirando hacia el vacío y luego de un rato masculló para sí mismo... “¡Qué peligro!”.

Ese fue mi abuelo Homero, Homero Manzi y algunas intimidades van de la familia para otras facetas de su múltiple personalidad.