La Argentina registró en marzo un déficit comercial de US$ 180 millones con Brasil

Luego de dos meses con saldo favorable, la Argentina registró en marzo un déficit comercial de US$ 180 millones con Brasil, cuando en igual mes de 2020 había obtenido un superávit de US$ 50 millones.

A pesar de estar en el peor momento de la pandemia, Brasil registró en marzo un nivel de importaciones que no se observaba desde octubre de 2013 (más de US$ 23.000 millones).

Asimismo, se registró el mayor flujo de comercio con Argentina desde agosto de 2018 (algo por encima de US$ 2.000 millones), según datos informados por la consultora Ecolatina.

La entidad proyectó que este año las ventas con destino a Brasil crecerán alrededor del 15%, teniendo en cuenta que la industria liderará la recuperación de la economía del país vecino. .

"Este crecimiento puede convertirse en un motor para la economía doméstica, traccionando no solo a la producción de transables, si no también aportando divisas para consolidar la calma cambiaria", subrayó la consultora. .

Puntualizó que el intercambio comercial registró un aumento interanual del 26%, producto de ventas brasileñas a la Argentina por casi USD 1.100 millones (42% de suba contra marzo de 2020) y compras con origen argentino por más de USD 900 millones (12% de incremento).

Con el primer trimestre finalizado, el saldo comercial de la Argentina con el principal socio resultó apenas deficitario en alrededor de US$ 30 millones.

Según la consultora y de acuerdo a estimaciones provisorias, las exportaciones argentinas superaron los US$ 2.500 millones mientras que las importaciones desde Brasil se ubicaron en torno a los US$ 2.600 millones.

"Estas cifras reflejan la rápida recuperación de las economías de ambos países. A la vez, están influidas por la compra de soja que realizó el país vecino para cumplir con montos pactados en contratos de exportación, debido a la mala cosecha", consideró Ecolatina.

Señaló que "en un momento en que las relaciones comerciales del Mercosur se tensaron, fortalecer el vínculo con la demanda brasileña sería una buena noticia para que ambos países agranden sus escalas de producción".

"Este argumento se refuerza si tenemos en cuenta que el bloque (y, sobre todo, este país) es el principal demandante de nuestras Manufacturas de Origen Industrial, en particular las relacionadas con el complejo automotriz, que generan empleo privado formal y encadenamientos al interior de la industria local, beneficiadas por el libre comercio intra-zona", remarcó.