Las muchas vidas de Astor Piazzolla

Casi un hijo para Troilo, conoció a Gardel, desdeñó la tradición y se enfrentó a grandes del tango como Héctor Varela. Hoy cumpliría cien años.

Hay varias versiones de por qué Aníbal Troilo, que fue casi su padre musical, llamaba 'Gato' a Astor Piazzolla, de cuyo nacimiento se cumple hoy un siglo , pero lo cierto es que ese músico único, revolucionario y genial tuvo varias vidas.

Se estableció en Nueva York con sus padres cuando era niño y allí frecuentó tugurios poco recomendables donde se aficionó al juego. Tuvo su primer bandoneón a los nueve años, conoció a Carlos Gardel -con quien apareció en una escena de 'El día que me quieras' y el que le decía " pibe, vos tocás el bandoneón como un gallego'" - y se salvó de morir en Medellín el 24 de junio de 1935 porque su padre no le viajará en aquella gira aciaga.

Pero también existió un Piazzolla que estudió con Alberto Ginastera y en París con la exquisita Nadia Boulanger, que incorporó los mecanismos de la música clásica, la libertad del jazz -y en especial de George Gershwin- a sus composiciones; que era afecto a las bromas pesadas y que transformó el tango en lo que se empezó a llamar "música contemporánea de Buenos Aires".

Y fue el que logró ganar buen dinero por primera vez cuando se cruzó con Horacio Ferrer y grabó un tema tal vez menor, 'Balada para un loco ', el gran éxito de su vida.

NADIE COMO EL

Además de eximio bandoneonista y arreglador -en esa categoría se inició con Troilo con tan solo 19 años-, Piazzolla fue un personaje polémico que pese a haber sufrido de poliomielitis en su niñez tocaba el bandoneón de pie y sobre una sola pierna, que no temía enfrentarse en infinitas discusiones técnicas con tangueros tradicionales -Héctor Varela fue un enemigo frecuente-, y además logró lo que nadie: ser insuperable.

Cualquiera que escuche sus grabaciones -desde su Octeto Buenos Aires (1955) a sus desprejuiciados conjuntos posteriores y aun en las que fue solista- descubrirá que nadie como él describió la esencia urbana, la melancolía del ser porteño, la universalidad de sus recursos estéticos y su desprendimiento de los ítems del tango tradicional.

Ya en 1954, harto de los ataques, Dijera: "Sí, soy enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires ''.

También dijo que 'La cumparsita' era "el peor tango jamás compuesto '', a pesar de su icónica fama, aunque finalmente lo grabó en varias oportunidades entre 1945 y 1967, lo que subraya que el prejuicio no formaba parte de su persona.

Astor nació en Mar del Plata en 1921, nieto de inmigrantes italianos, y su nombre se debe al homenaje que su padre le hizo a un amigo llamado Astore Bolognini, según las crónicas motociclista profesional y violonchelista en la Orquesta Sinfónica de Chicago. El hombre habría sido el promotor del viaje de la familia Piazzolla a Nueva York cuando el futuro músico tenía cuatro años: al castellano y al italiano familiar, Astor agregó el inglés como idioma cotidiano, y años después comparó su vida de entonces con las marginalidades que se observa en películas de Brian de Palma y Martin Scorsese.

Además de sus 84 discos publicados en la Argentina y en otros países, la inmensa creatividad de Piazzolla lo hizo incursionar en bandas sonoras para el cine, además de algunos intentos teatrales como la operita `María de Buenos Aires ', de 1968, con Ferrer.

Astor Pantaleón Piazzolla sufrió una trombosis cerebral el 5 de agosto de 1990, con lesiones irreversibles, en un hotel de París, y falleció luego de una larga agonía en una clínica porteña, el 4 de julio de 1992.