Exilio, ¿una contingencia futura?

Señor director:

No me refiero al desarraigo al que uno accede por propia elección, estudios o trabajos, me refiero al exilio políticamente forzado al que los argentinos- que veíamos a los balseros cubanos o a los caminantes venezolanos como algo extraño a nosotros- probablemente debamos asumir, de seguir este orden de cosas en la Argentina, como una realidad tangible.

Frente a este panorama, muchos argentinos desencantados- ¿desencantados con qué?, si aún siguen añorando a quienes nos engañaron y nos llevaron, por inepcia y soberbia, a este lodazal- repiten el insensato mantra de que lo único que mueve al oficialismo es la impunidad vicepresidencial.

Esto sucede porque los hacedores de relatos múltiples, los autodenominados formadores de opinión que cada día me resultan más sospechosos, han fijado en la mente de los argentinos la novela que lo único que le interesa a la vicepresidente en ejercicio de la presidencia es la redención pagana de sus pecados. Error, jamás le ha interesado esto porque en su soberbia, ella ya se ha absuelto de culpa y cargo; lo único que le interesa a la mandamás de la Argentina es el poder, poder que ella no entiende de otra manera que el "Gran Hermano" de Orwell, absoluto. 

Liados en este cuento disparatado, la oposición solo está preocupada por asuntos de la nimiedad más absurda comparados con lo que la Argentina se juega este año. Enfrascada en la guerra de egos de los inútiles que la usufructúan, o preocupada por la aparición de agrupaciones que nuclean a argentinos que han dejado de creer en ella, siguen viendo, en su estupidez el árbol y no el bosque. 

No ver lo que se avecina luego de las señales múltiples que el oficialismo ha dado es ser pasibles de padecer una absoluta imbecilidad, ¿No sabe esta oposición pretendidamente republicana que ya se están eligiendo los presidentes de mesa para PASO y elecciones de medio término?, ¿están enterados que el Juez Electoral de La Plata, Alejo Ramos Padilla recibe de intendentes oficialistas las listas de personas lo suficientemente correctas, o sea del FdT, para ser presidentes de mesa en sus distritos?, ¿nadie les ha contado que en los distritos desafectos es la Cámpora la que se encarga de hacer las listas de las personas que ocuparán las presidencias de mesas?. Porque, es menester recordar que no es poca la importancia de un jefe de mesa, él puede sacar, policía mediante, a un fiscal que molesta, él es quien tiene la última palabra en el conteo final, él es el que envía los telegramas. 
Esto es lo que está sucediendo en Argentina, mientras esta oposición timorata y estúpida, que vive comiéndose operaciones políticas más propias del hampa que de una república y que, desorganizada o complaciente se deja mover el piso en el consejo de la magistratura. Oposición que en su puerilidad cree que su espíritu republicano consiste en dividirse en palomas y halcones; encasillado tonto en el que la diferencia reside en que las palomas son seres sencillamente lelos, apocados, o simples ventajeros que esperan réditos de sus votos y los halcones profesan la idea que su pico fue hecho solo para el gesto televisivo y no para la pelea. 

Esta y no otra es la realidad nacional. Los ejemplos de desastres similares al que se cierne sobre la República sobran. En la Rusia de 1918 fue la oposición charlatana, rencorosa y cobarde, la que permitió la entrada del bolcheviquismo, en la Alemania de 1933, fue una oposición imprudente y vanidosa la que le regaló las cadenas al nazismo, en Venezuela, una oposición parecida a la nuestra, que negaba lo que significa en política la palabra cojones, ayudó a crear la Venezuela de hoy. 

De seguir así, es muy probable que el título de este escrito sea una realidad para todos aquellos que asuman que sin libertad no se puede vivir, para todos aquellos que crean que es menester gritar las injusticias y barrabasadas de una clase política falaz, acomodaticia y ladrona, y también para aquellos que no se acostumbren a vivir de las migajas que una oligarquía política les tire después de sus festines., o antes de las elecciones 
 
José Luis Milia
Miembro del Centro de Estudios Salta (CES) 
josemiliaÑ686@hotmail.com