EL RINCON DEL HISTORIADOR

A 150 años del Padre Fahy y la misión a Malvinas

Se conmemora este fin de semana el sesquicentenario del fallecimiento del R.P. Antonio Fahy, abnegado sacerdote irlandés, su deceso ocurrió durante la epidemia de fiebre amarilla. Un diario porteño así definió entonces la personalidad de extinto ya que “honrar su memoria es honrar a la raza humana en los grandes y generosos ideales que a veces la mueven, y de los que él era un alto y digno representante. Prueba de ello fueron sus imponentes exequias y esa memoria a la que aludía se mantuvo en los irlandeses a los que vino a asistir espiritualmente y por que no materialmente ayudándolos en sus transacciones en tierras o comercializando sus productos".

Llegado en 1844 a Buenos Aires fue su primer destino la parroquia de Balvanera creada el 1º de abril de 1833, respondiendo a un pedido dos décadas atrás, y reiterado por el vicario apostólico monseñor Mariano Medrano que por entoces era obispo de Buenos Aires, y que atendiendo a la necesidad de un sacerdote irlandés dado los muchos compatriotas instalados en el curato decidió destinarlo aquí.

Las partidas bautismales y de matrimonios, a menudo ofrecen interesantes datos sobre su participación en la administración de los sacramentos, a los que debemos agregar la catequesis e instrucción religiosa, novenas, predicaciones, oficios de difuntos, etc. 

Un tema poco mencionado en la actividad del sacerdote es que debe considerárselo un precursor y promotor de la Misión de Malvinas, como en su momento el obispo monseñor Mariano José de Escalada le informó al secretario de la Comisión de la Propaganda Fidei en Dublin. Aunque no existe ninguna constancia documental del viaje, el famoso misionero y después obispo salesiano monseñor José Fagnano, recogió una tradicional oral de los antiguos pobladores malvineros, sobre una visita del Canónigo Fahy (Mitre lo había confirmado en esa dignidad el 19 de mayo de 1864) al archipiélago. No sería raro ya que había algunos residentes católicos irlandeses en esas islas que necesitaban el auxilio espiritual.

Otra de las facetas de este sacerdote irlandés, a quien su comunidad honra como uno de los grandes apóstoles de los suyos en estas tierras y a quien las actuales circunstancias han impedido recordarlo en forma presencial. Seguramente en su tumba en la Recoleta no faltará tampoco una flor que lo recuerde como todos los 20 de febrero y en marzo la Asociación de Estudios Irlandeses del Sur realizará una sesión especial por zoom para evocarlo.