Bebidas con historia: Gancia

Desde su fundación en 1850, las bebidas producidas por la Casa Fratelli Gancia son sinónimo de italianidad. Los sabores que viajaron desde Europa hasta el país y lograron convertirse en un clásico local.

Carlo Gancia fue la pieza fundamental de esta historia: un estudioso de la producción de bebidas alcohólicas y un apasionado por su tierra y sus tradiciones. Siempre honrando a su cultura, se abrió camino en todo el mundo, dejando una huella en Italia y en lugares como Argentina. Fue pionero por haber revolucionado la industria creando el espumante italiano –primer espumante fuera de Francia- y por haber creado la icónica Fratelli Gancia. “La competencia divertida y alegre del champagne francés”, cuenta Pietro Sorba, el reconocido periodista y gastrónomo, nacido en Génova y estudioso de la antropología culinaria.

“Casa Gancia simboliza la tradición bodeguera de 170 años, una familia italiana apasionada por su cultura y por superarse constantemente. Valientes que cruzaron el océano y lograron crear productos clásicos e infaltables en las mesas de los argentinos”, cuenta Pietro.

Pero ¿cómo llega Gancia a la Argentina? La llegada de inmigrantes europeos y en gran medida italianos, fue lo que hizo que las tendencias del viejo continente, como el amor por los aperitivos, se heredara y se adaptara a los sabores de nuestras tierras. Así surgen aperitivos como el Americano Gancia, que combina lo mejor de sus raíces italianas y la cultura local.

Carlo y Camilo Gancia fueron unos visionarios: tenían intenciones de expandir fronteras y vieron a la Argentina como el lugar ideal para producir y seguir mostrando sus productos. Carlo, pionero en la producción de bebidas, compartió su pasión con su sobrino Camilo. En 1932, con su arribo a suelo argentino se inicia la historia de Gancia en el país. Para 1934 revolucionaron el mercado con su producto insignia: el Americano Gancia. Un aperitivo que se caracteriza por la presencia de sabores herbáceos y cítricos que se combinan con los del vino blanco y el alcohol. Su fórmula combina más de 20 hierbas provenientes de distintas partes del mundo, que le otorgan ese sabor amargo que se mezcla con el dulzor del azúcar logrando una bebida amable, agradable de beber, equilibrada y de gran personalidad. 

Los años 80’ encuentran a Gancia en todo su esplendor: Gancia Batido es el cóctel de la época. Con el paso del tiempo, el desarrollo de la coctelería se fue sofisticando gracias al arribo de una oleada de bartenders y barmaids jóvenes con ganas de experimentar y revalorizar las bebidas de origen y relevancia local. La coctelería invoca la fusión entre lo clásico, moderno e innovador.