La medición de noviembre de la consultora M&F registró una leve recuperación de la valoración positiva del gobierno. La gestión de Alberto Fernández sigue con balance negativo, una desaprobación del 50% y una aprobación del 40%, pero varió la tendencia. Respecto del sondeo anterior la aprobación subió 4 puntos y el rechazo disminuyó 3.
Este fenómeno puede ser asociado a por lo menos dos causas. Una estructural, la resiliencia del peronismo, que le permite recuperarse después de cometer desastres económicos. Esto obedece a la fidelidad de un amplio sector social en el que prevalecen los bajos niveles ingresos y de educación.
La otra causa, de carácter circunstancial, responde al freno al dólar que por un momento amenazó con convertirse en un "fast track" a la hiperinflación. Las expectativas sobre la economía de los próximos meses sigue siendo pésima, el 60% de los consultados cree que la situación será peor, pero la desesperanza cayó 4 puntos. Son variaciones transitorias, que, no obstante, señalan una tendencia.
Otro dato de interés de la encuesta es que asuntos de la agenda mediática como el aborto o la suspensión de las PASO están lejos de preocupar a un sector significativo de la población. En ambos casos, además, se registraron números muy parejos entre la aceptación y el rechazo.
La negociación con el FMI que horroriza a los militantes, pone incómodos a los periodistas "K" y hace correr ríos de tinta tiene una aprobación superior al rechazo, 43 a 36%.
Otra comprobación inesperada es que la gestión del Covid recoge más opiniones positivas que negativas: 51% a 45%. Tanto la salud pública como la educación parecen preocupaciones menores de una sociedad amenazada por la miseria y el desempleo.
Con las elecciones de medio término a pocos meses es clave el dato sobre la intención de voto que marca que si las elecciones fueran hoy el 48% apoyaría a la oposición y el 38% al oficialismo. Puesto en otros términos, la capacidad de retener el voto peronista es a prueba de Fernández.
Y ¿qué tiene que ofrecer la oposición bajo estas circunstancias? Su figura con mejores números es Horacio Rodríguez Larreta. La aprobación de su gestión es del 75%. Incluso en la provincia de Buenos Aires su imagen positiva es del 47%, mientras que la negativa, apenas llega al 20%.
Más allá de los avatares de la economía estas cifras demuestran que gran parte de la suerte de las próximas legislativas estará en manos de la oposición. Resultarán clave su unidad, su clara diferenciación frente al kirchnerismo y su capacidad de generar una expectativa de cambio. Sus principales figuras son Mauricio Macri y Rodríguez Larreta con diferentes estrategias y objetivos. El primero jugó hábilmente la coyuntura; el segundo muestra reflejos más lentos. El tironeo público por el liderazgo los perjudica a ambos y arreglar cuentas por los medios es suicida. No enfrentan sólo a un adversario político, sino también a una mayoría social impregnada de una cultura de resignación, decadencia y fracaso.
