Ni Steve Adams se queda en Oklahoma

El pivot neozelandés fue traspasado a New Orleans Pelicans en una múltiple operación que involucró a cuatro equipos.

De apoco, los Thunder van reconstruyendo su planter, o destruyéndolo según cómo se mire. Es que en las últimas temporadas fueron desprendiéndose de sus principales figuras. James Harden a  Houston Rockets  en 2012, Kevin Durant a Golden State Warriors en 2016, Russell Westbrook también a Houston en 2019 y Chris Paul hace pocos días a Phoenix Suns.

Con ese panorama, Steve Adams se convertía en el jugador franquicia de los ex Seattle Supersonics, pero ni siquiera él es imprescindible.

El pivot oriundo de Nueva Zelanda  fue traspasado a New Orleans Pelicans en una operación que incluyó a cuatro equipos.

Uno de estos es Denver Nuggets, que enviarían una primera ronda protegida para lotería de 2023 a Oklahoma más dos futuras segundas rondas. Esa selección ya había sido canjeada en la noche del Draft por los derechos sobre R.J. Hampton entre Pelicans y Nuggets; es decir, de Denver a New Orleans y ahora a OKC como parte del acuerdo por Adams.

Además, los Thunder recibirán también a George Hill (quiene recién llegaban a Oklahoma desde Milwakee Bucks), y Darius Miller, así como dos segundas rondas: la de los Charlotte Hornets en 2023 y la de los Washington Wizards en 2024.

Como sea, los Pelicans han logrado formar una plantilla joven y talentosa. Con 27 años, el interno de Oceanía viene de promediar 10,9 puntos, 9,3 rebotes y 1,1 tapones en 26,7 minutos por partido. Llega a New Orleans con un contrato de un año por 27,5 millones de dólares y puede aportarle al equipo la fuerza interior que se acople a las habilidades de Lonzo Ball, Brandon Ingram y Zion Williamson, quien aún no pudo demostrar todo su potencial, ya que una lesión lo tuvo bastante inactivo en su primer año en la NBA.